Neuquén no presenta un cuadro
de situación grave pero se quiere apuntar a la prevención
de una problemática que crece en el país.
Neuquén
> Aunque las cifras reflejen que en Neuquén el
flagelo del trabajo infantil no es preocupante, comparado con lo que
sucede en otras provincias del país, las autoridades locales
decidieron no obstante crear una delegación de la Comisión
Provincial para la Prevención y Erradicación del Trabajo
Infantil (Copreti).
La formación de esta delegación se concretará
en un mes, según lo informado a La Mañana de Neuquén
por Ricardo Fernández, subsecretario de Trabajo de la Provincia,
quien agregó que la viceministra de Trabajo de la Nación,
Noemí Rial, llegará a Neuquén para firmar convenios
por este tema.
“A pesar que en nuestra provincia no tenemos radicalizado el
problema de menores trabajando, consideramos que es necesario tomar
precauciones ante esta problemática que sigue creciendo en
el país”, explicó Fernández respecto de
la iniciativa.
La Comisión Provincial para la Prevención y Erradicación
del Trabajo Infantil se constituyó en el 2004 y tiene a su
cargo formular y ejecutar planes de acción orientados a la
erradicación del trabajo infantil, además de focalizarse
sobre los objetivos, las prioridades y los métodos que deban
implementarse en cada caso.
Asociaciones de empleadores, organizaciones no gubernamentales, universidades
y otros actores sociales comprometidos con la problemática
del trabajo infantil formarán parte de la futura delegación
neuquina.
“La importancia del trabajo que lleva adelante la comisión
radica en que hay formas de trabajo infantil vinculadas con la explotación,
poniendo en riesgo la salud, la seguridad y la educación de
los niños, al mismo tiempo que atentan contra el desarrollo
físico, mental, moral y social de los más pequeños”,
señalaron representantes de COPRETI.
Cifras para reflexionar
En Argentina, cerca de 460 mil niñas, niños y adolescentes
de entre 5 y 17 años trabajan y realizan actividades económicas
en ambientes peligrosos o en condiciones que afectan su infancia incluyendo
su escolarización. En tanto, más de 190 mil niños
de entre 5 y 14 años trabajan en forma ilegal. Ésto,
teniendo en cuenta que la edad mínima de admisión al
empleo es de 14 años.
Los tipos de trabajo infantil más habituales son el trabajo
rural, el doméstico -realizado especialmente por niñas-
y el efectuado en la vía pública, desde el limpiavidrios
hasta la venta ambulante, cartoneros y recolección de productos
en los basurales.
Todas estas actividades tienen en común que afectan el rendimiento
escolar o directamente los hacen abandonar el colegio, con lo cual
reproducen el círculo de la pobreza.
Se estima que en el ámbito rural argentino existen más
de 180 mil niños trabajadores, aunque cabe señalar que
la implementación de la libreta del trabajador rural a través
del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (Renatre)
logró evitar dos grandes flagelos de la tarea rural: la informalidad
laboral y el trabajo infantil, aunque no su erradicación por
completo.
Qué sucede en la provincia
“En Neuquén es difícil encontrar la punta del
ovillo en el tema del trabajo infantil, debido a que se trata de poner
visible lo que está invisible”, explicó María
Maldonado, al frente de la Regional Neuquén del Ministerio
de Trabajo de la Nación. y agregó: “No es que
no hay menores que trabajen, sino que es difícil detectarlos”.
En tanto, Fernández señaló que recientemente
se encontraron menores realizando tareas en explotaciones frutihortícolas
de menor magnitud.
A diferencia de lo que ocurría en otras épocas, el subsecretario
aseguró que actualmente no se registran casos de menores trabajando
en las chacras. “Antes era una cuestión cultural que
los padres llevaran a sus hijos a la cosecha”, explicó.
Durante la temporada de cosecha, comentó el funcionario, la
Subsecretaría de Trabajo realiza junto con el gremio de la
UATRE distintos operativos en las chacras para detectar casos de menores
trabajando.
Por otra parte, aclaró que deben diferenciarse los casos de
menores que trabajan en algún establecimiento productivo de
aquellos que lo hacen en la calle, como los lavacoches o los que ofrecen
productos en las esquinas. “En estos casos no tenemos la cara
visible de un empleador, por eso se aborda la cuestión con
gente especializada de otras dependencias”, señaló
Fernández, quien también indicó que el tema de
menores desarrollando diversas tareas está relacionado en forma
directa con el de la deserción escolar en el nivel primario
y secundario.
Maldonado, a su vez, pudo observar que en Neuquén “hay
chicos en estado de vulnerabilidad. Este tema lo estamos trabajando
a través del Programa Nacional de Inclusión Educativa,
que se propone dar respuesta al problema de la exclusión educativa
y social de niños y niñas, como así también
adolescentes que se encuentran fuera del sistema escolar”.
Según datos que se manejan en la regional Neuquén del
Ministerio de Trabajo, el índice de deserción en escuelas
secundarias alcanza entre un 15 y 20 por ciento a nivel provincial.
“Estamos ante un analfabetismo funcional porque es un porcentaje
elevado, teniendo en cuenta que la provincia presenta una pirámide
poblacional muy joven”, advirtió.
Pobreza sin contención
La recolección de residuos es una de las actividades más
extendidas entre menores de 17 años en Argentina.
Gustavo Ponce, especialista en trabajo infantil en la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), explicó que la situación
de los chicos involucrados en el reciclaje de basura se opone en todo
a la Convención de los Derechos de los Niños y Niñas.
¿A qué se llama trabajo infantil?
La Copreti denomina trabajo infantil a “las estrategias de
supervivencia o actividades productivas de comercialización
o prestación de servicios, remuneradas o no, realizadas por
niños y/o niñas, por debajo de la edad mínima
de admisión al empleo o trabajo establecida en nuestro país,
que atenten contra su integridad física, mental, espiritual,
moral o social y que interrumpan o disminuyan sus posibilidades de
desarrollo y ejercicio integral de sus derechos”.
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