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Por Gustavo Franco
Tres especialistas consideraron las posibilidades y las características
de este tipo de producción en la Norpatagonia.
General Roca >
La soja, que por estos días ha sido demonizada, objeto de confiscación
o de reparto de la riqueza, equiparable a un “yuyo” y,
hasta vedette de los commodities, sigue mostrando su potencial, aún
en las latitudes más australes de nuestro país y del
mundo.
La oleaginosa se convirtió en los últimos meses en la
gota que rebalsó un vaso, y desató –a partir del
aumento de las retenciones y de un esquema móvil de cobro de
ese derecho a las exportaciones- un conflicto entre el campo y el
gobierno nacional. En el medio, quedaron miles de argentinos que,
en como parte del temporal, son en definitiva los primeros destinatarios
del rumbo que tome el mencionado conflicto.
Mientras esto ocurre en el país, en el mundo comenzó
a parpadear una luz amarilla debido a la escasez de alimentos, y es
la soja –junto con otros productos de gran valor alimenticio-
la que parece jugar un papel protagónico.
Ya de regreso en Argentina, muy lejos de los centros de decisión
y de las áreas sojeras por excelencia del país, empresas,
productores y organismos de investigación están finalizando
el segundo año de la etapa experimental para determinar si
es factible y rentable, el cultivo en Patagonia de soja en particular,
y de otros granos en general.
Primero fue en Arroyito, en la provincia del Neuquén y ahora
en la localidad rionegrina de Choele Choel. En la primera iniciativa
en Neuquén se cultivaron muy pocas hectáreas de soja,
con resultados por demás alentadores. Luego se continuó
la experiencia en el Valle Medio y días atrás, finalizó
la cosecha de la segunda campaña (experimental) (ver página
4).
Los resultados volvieron a demostrar índices positivos en el
desarrollo de un complejo oleaginoso, en tierras con climas muy diferentes
a las del centro del país.
Los rindes obtenidos –toneladas por hectárea- superaron
ampliamente al promedio del país; el suelo demostró
tener las características para alojar a cultivos de ese tipo,
y el clima de la Norpatagonia mostró una ventana muy amplia
para estos productos. Incluso, quedó a la vista que, utilizando
sistemas de riego tradicionales de la fruticultura, la soja puede
adaptarse a estas latitudes.
Opiniones
La Mañana de Neuquén consultó a tres especialistas
en el desarrollo de esa oleaginosa: Ignacio Garitano, asesor del proyecto
de soja en el campo La Media Luna, la ingeniera agrónoma de
la semillera Relmó, Marcela Diaz, y el titular del sitio Planetasoja
y también considerado uno de los “señores Soja”
del país, Héctor Baigorri. (ver recuadros)
Todos coincidieron en gran medida en las condiciones de factibilidad
en este tipo de cultivo. Los resultados están a la vista, con
rindes que oscilaron en los 4.000 kilos por hectárea. Claro
está que a la hora de invertir en este sector, no son pocas
las variables a tener en cuenta.
El tipo de cultivar utilizado, los procedimientos fitosanitarios,
los fechas de implantación y de cosecha, las condiciones agrometeorológicas
de la zona, los costos de producción y de recolección
son sólo algunos de los aspectos de peso a la hora de pensar
en este tipo de emprendimiento productivo.
En el establecimiento agrícola-ganadero “La Media Luna”
de Choele Choel, el pasado 5 de mayo finalizó el operativo
de cosecha. Tal como se informó, el promedio de rinde en el
caso del cultivo con riego gravitacional fue de 5.500 kilos por hectárea
mientras que en el caso del sistema por aspersión, se obtuvieron
entre 3.000 y 4.500 kilos por hectárea.
Desde el emprendimiento, Garitano indicó que esto lleva a seguir
trabajando en el área e incluso, no descartó sumar más
productores a este tipo de producción.
“Una buena alternativa como cultivo de
rotación”
El médico veterinario Ignacio Garitano es uno de los responsables
-junto al productor Gary Gordon- del emprendimiento de cultivo de
soja en Choele Choel y brindó sus consideraciones sobre la
iniciativa que, con la cosecha reciente, cumplió su segundo
año de desarrollo.
¿Es factible el desarrollo de soja en la Patagonia?
Ignacio Garitano: es viable y factible siempre que se avance en el
desarrollo, y lo es principalmente como cultivo de rotación
o incluido en un ciclo de rotación con otros cultivos, por
caso, hortícola. No obstante, nada impide que se pueda pensar
en un esquema de monocultivo.
¿Qué superficie se ha implantado con soja,
de qué tipo y cuantos años lleva ya con este tipo de
cultivo?
En esta temporada se implantaron 130 hectáreas en
el campo La Media Luna. La temporada anterior, la experiencia fue
de 16 hectáreas. Es la primera vez que se hace una experiencia
en una superficie de este tipo. El cultivo se hizo como destino de
pastoreo y granos.
¿Qué tipos de requerimientos fitosanitarios
tiene la soja en estas latitudes?
En este caso se realizaron dos aplicaciones de herbicidas, insecticidas
para el Isoca y Chinche, y además se aplicó funguicidas
para el control de enfermedades de fin de ciclo.
¿Qué destino se le dará a la soja?
En lo que se refiere a pastoreo, la soja será para consumo
animal a través de la confección de un silo picado en
planta, del que se utilizará el producto como aporte de fibras
y proteínas para el engorde de novillos y vaquillonas.
En lo referido a granos, que es el mayor volumen, tendrá como
destino la exportación a través del puerto de Bahía
Blanca. Un porcentaje menor, se hará como semillas.
¿Qué costo estimado, según su experiencia,
puede tener una hectárea de soja en esta región?
El costo estimado de producción estaría situado
–para esta zona- entre 1.300 y 1.800 pesos por hectárea,
dependiendo además del sistema de riego entre otros componentes.
En esta experiencia se utilizó riego gravitacional y por aspersión
(Pivotes).
¿Qué tipo de semilla se han utilizado?
La semilla utilizada fue de la empresa Relmó y se implantaron
las variedades Ayelén 32 y Azul 35. Generalmente se trata de
semillas de ciclo corto ya que se debe aprovechar la ventana que nos
da el frío en la zona, es decir, evitar los períodos
de heladas.
¿Cuál es la fecha de cosecha estimada para esta
temporada ?
La implantación se realizó el 10 de diciembre pero lo
ideal sería su concreción para mediados de noviembre.
La cosecha se inició el pasado viernes 2 de mayo y se culminó
el lunes 5 (de mayo).
El primer antecedente
Neuquén > El 21 de abril de 2006, con
la presencia de autoridades provinciales de Neuquén y empresas
nacionales se concretó la primera cosecha de soja patagónica.
La iniciativa tuvo lugar en el campo del productor Juan Carlos Ridao,
ubicado en Arroyito (Neuquén) y como parte del programa llevado
a cabo por la empresa Relmó, titular del proyecto Soja Patagónica.
En esa oportunidad, bajo el lema “Juntos, sembrando el porvenir”,
las empresas Cestari, Pla, Allochis, Basf, Rizobacter, Bartoloni Cargas
Especiales, Claas, Dinamica Rural, Agropatagonia SRL y Valley, asistieron
a la recolección de soja que había sido implantada en
noviembre de 2005 en 18 hectáreas del campo de Arroyito.
El rinde alcanzado en esa primera experiencia osciló entre
los 3.900 y poco más de 4.000 kilos por hectárea, oportunidad
en que se utilizaron semillas de las variedades Ayelén 22 y
Azul 35.
Ese día, quedó confirmado la resistencia y adaptabilidad
de la soja (de esas variedades de semillas) al suelo, clima y otros
embates de la Norpatagonia.
“La soja más austral del mundo”
Hector Baigorri es titular del sitio Planeta Soja y es considerado
una de las voces autorizadas en el desarrollo de este tipo de cultivos.
A continuación se reproduce parte del diálogo mantenido
con La Mañana de Neuquén.
Es factible, más allá de los ensayos, cultivar
soja de buena calidad y con rindes aceptables en los suelos patagónicos?
Héctor Baigorri: Si. En el Valle del Río Negro ya se
han logrado bajo riego, rendimientos de más de 3.500 Kg/ha
con cultivares de Grupo de Madurez III ó más cortos
y estimamos que estos rendimiento se pueden mejorar. Además,
como se cultiva soja en EE.UU. y Canadá, con cultivares de
ciclo más corto (de Grupos de Madurez II, I, 0, 00 y 000),
es altamente probable que con estos cultivares de menor longitud de
ciclo, se pueda lograr buenos rendimientos (bajo riego), aún
más al sur.
Es altamente probable que se trate de los ensayos y lotes de producción
más australes del mundo, para confirmarlo habría que
descartar su realización en Chile y Nueva Zelandia.
En base a su experiencia y a lo que ha observado, ¿cuáles
son las ventajas y desventajas de avanzar hacia ese tipo de cultivo
?
Entre las ventajas, permitiría diversificar la producción
y sí se utilizan cultivares tolerantes a glifosato, mejorar
(abaratar y simplificar) el control de malezas. La desventaja más
importante es que no sea rentable.
¿Qué tipo de riesgos fitosanitarios enfrentaría
la soja en estas latitudes (plagas u otra condición agrometeorológica)?
Se tendría que realizar un relevamiento de plagas
y enfermedades presentes en la zona, y que se sabe que pueden afectar
los cultivos de soja.
Atento a que no hay grandes superficies aún con ese
tipo de cultivo y lo nuevo de la zona en lo que se refiere a soja,
¿qué superficie mínima sembrada se requeriría
para que sea rentable ese tipo de actividad ?
Es variable y depende del valor de la soja, costo de producción
y la ubicación, tamaño y dispersión de los lotes,
porque además se deben cubrir los costos de transporte desde
el sur de la Provincia de Buenos Aires a los lotes, en primer lugar
de una sembradora e inoculadora, luego de una cosechadora y finalmente
el flete del grano cosechado del lote al puerto.
“Resultados satisfactorios”
La ingeniera agrónoma Marcela Diaz forma parte del
equipo de Desarrollo Técnico de la empresa Relmó S.A
y fue una las integrantes del grupo que siguió de cerca la
experiencia en el Valle Medio.
De acuerdo a los rindes obtenidos en la primera experiencia de Senillosa
(anduvo en 4.000 kg/ha y 3.990 en otra semilla), cómo fue el
rinde de la experiencia del año pasado (2007) en Valle Medio.
Marcela Diaz: La resultados obtenidos en la siembra de Choele Choel
han sido altamente satisfactorios, los cuales estuvieron en 4.350
kg /ha .
Los rindes obtenidos en esta zona de Río Negro, ¿cómo
se ubican frente al promedio de las zonas sojeras del país?
Los rendimientos obtenidos en Valle Medio han sido altamente
satisfactorios con respecto a las zonas tradicionalmente sojeras de
la pampa húmeda. Tengamos en cuenta que el rendimiento promedio
país es de 2650 kg/ha.
¿Qué tipos de semillas se utilizaron para las
experimentaciones en Patagonia?
Es fundamental la utilización de variedades de soja que ya
han sido probadas en la zona a través de ensayos, como lo viene
realizando el semillero Relmó desde el año 2001. Para
producción de grano, estamos obteniendo buenos resultados con
variedades de grupo de madurez 2 largo y 3 medio, como las utilizadas
Ayelén 22 y Azul 35. Es muy promisorio el nuevo destino como
forraje que esta leguminosa brinda al sistema productivo. Para este
destino se utilizan variedades de grupos de madurez superior, partiendo
del grupo 6 largo hasta 8, con excelentes resultados, ya sea para
pastoreo directo y silaje.
¿Qué tipo de suelo es apto para el cultivo de
soja en Patagonia?
Para producir en Patagonia, donde el régimen de precipitaciones
no cubre las necesidades del cultivo, es necesario la utilización
del riego, en donde es fundamental la sistematización del terreno
de modo tal que, independientemente del método de riego utilizado,
el drenaje sea el adecuado para evitar problemas de escurrimiento
y falta de infiltración en el perfil. Lo anteriormente descrito
relacionado con el riego, junto con una cuidadosa y certera inoculación
para favorecer la fijación biológica del Nitrógeno,
nutriente indispensable producción de soja, hace que tengamos
las condiciones establecidas para llevar adelante el cultivo.
¿ Cómo influye el viento en el desarrollo del
cultivo?
Es importante la utilización de cultivos protectores y siembra
directa para evitar la voladura de suelos que produce el fenómeno
del viento.
¿Qué tipo de tratamiento requiere el suelo patagónico
-al menos donde han realizado los ensayos- para el cultivo de soja?
Establecer un cultivo anterior como protector es el tratamiento
fundamental que requiere el sistema, manteniendo libre de malezas
y manejar el riego previo a la siembra, de manera de realizar la implantación
con el nivel de humedad adecuado para el establecimiento de las plántulas.
No es necesario realizar ningúna aplicación de plaguicidas.
¿Qué tipo de tratamiento fitosanitario se necesita
en la región?
Por las condiciones ambientales, el desarrollo de enfermedades fúngicas
es nulo, por lo cual se realiza sólo como preventivo la utilización
de fungicidas en los estados R 3 del cultivo, dicho estado coincide
con el principio de formación de vainas que luego contendrán
a las semillas. En cuanto a la presencia de plagas, se aplicó
sólo Cipermetrina para control de Trips.
Experiencia en el Valle Medio
Seduce la producción de soja
Patagónica
Por Mariela Mendivil
Del 2 al 5 de mayo últimos, se
realizó la segunda cosecha de la oleaginosa en un establecimiento
de Choele Choel.
Productores locales y empresas nacionales participaron días
atrás del levantamiento de la producción experimental.
Choele Choel > En el establecimiento agrícola-ganadero
“La Media Luna” de esta ciudad, por segundo año
consecutivo se produjo soja, con destino a granos y forraje, con muy
buenos resultados y confirmando que se puede producir soja en la Norpatagonia,
con muy buen rendimiento de kilos por hectárea y con una excelente
calidad.
En esta oportunidad se realizó el cultivo de soja utilizando
distintos tipos de riego y se sembró en distintas fechas, para
analizar con mayor detenimiento como se iba a desarrollar la producción.
Los resultados fueron óptimos, el promedio de kilos de soja
por hectárea fue entre 4 mil y 5 mil kilos, con un porcentaje
mínimo de humedad y los lotes que se destinaron a recurso forrajero
se logró un promedio de 27.700 kilos de materia verde por hectárea.
La ingeniera Marcela Díaz, de la empresa Relmó, que
trabaja en el proyecto de “Soja Patagónica” aseguró
que “desde el 2001 que estamos haciendo distintas experiencias
de cultivo de soja en la Norpatagonia con muy buenos resultados, inicialmente
trabajando con el INTA del Valle Inferior y luego nos desplazamos
a otros lugares, este año en esta campaña en el campo
de la familia Gordon se realizó cultivo extensivo para grano
y su utilización como forraje, el año pasado se hizo
pastoreo directo y este año se hizo silo para usar como recurso
forrajero” (ver páginas 2 y 3).
Agregó que “se busca ajustar el manejo del cultivo de
soja en la zona, para ver como se va comportando, por eso este año
se utilizó en algunos lotes riego por aspersión, con
pivotes, y en otros riego gravitacional, que es el más común
en la zona”.
En esta oportunidad, por cuestiones operativas del campo se realizó
la siembra un poco más tarde de lo ideal para esta zona, ya
que se sembró entre el 12 y el 15 de diciembre, los primeros
días de enero y entre el 15 y 18 de enero, repitiéndose
variedades de grupo 2 largo, como Ayelén 22 y Azul 35, se sembró
con una densidad de entre 450 y 480 mil plantas por hectárea.
En total se sembraron 130 hectáreas de soja y solamente nueve
fueron afectadas por las heladas registradas entre el 12 y el 15 de
abril, porque afectó el lote sembrado a fines de enero, que
a pesar de ser variedades de ciclo corto no alcanzó su total
desarrollo.
Pero esta soja igual se aprovechó, ya que se picó y
fue a silo para usarse como forraje del ganado vacuno que se cría
en el establecimiento.
Manejo
Se realizó un proceso de inoculación, pauta de manejo
indispensable para producir soja, ya a que es esencial para asegurar
la fijación biológica de nitrógeno. Para ello
se aplicó 140 kilos de fósforo al momento de la siembra.
“Es vital inocular en estos campos para asegurar la abundante
nodulación necesaria para un buen desarrollo de la soja”,
explicó el ingeniero José Cricco del departamento de
Desarrollo e Investigación de la empresa Rizobacter.
En esta oportunidad se lograron mejores resultados y mayor rendimiento
en los lotes donde se utilizó riego gravitacional, lo cual
es un aliciente para muchos productores de la zona porque este es
el sistema de riego más difundido en el Valle Medio.
Riego
Hasta ahora la mayoría de las experiencias realizadas utilizaron
riego por aspersión con la utilización de pivotes, pero
que por el alto costo de los equipos no es masivo.
La soja es un cultivo posible de producir en esta zona y es una alternativa
tentadora sobre todo para los productores ganaderos, porque asegura
contar con un recurso forrajero importante, con un costo mínimo
y que suma valor proteíco a la dieta de la hacienda.
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