Por Cecilia Soberón
Había mucha expectativa en el espectro político de
Plaza Huincul por la elección del nuevo presidente del Concejo
Deliberante.
Debió elegirse ayer pero hubo una nueva postergación,
podría decirse que por un tecnicismo. La Carta Orgánica
Municipal impide que el secretario de Gobierno sea intendente a cargo
en ausencia del titular del Ejecutivo, aún cuando se trate
de sólo un día. El lugar lo debe ocupar el presidente
del Concejo, cargo que por ahora ocupa Miguel Tumbarino.
Mario Esperón, el concejal opositor dentro del oficialismo
y vicepresidente primero, estuvo a minutos de ocupar el cargo de intendente,
para espanto de sus propios compañeros de bancada. Ello ocurriría
si se aceptaba la renuncia de Tumbarino para que asumiera Jorge Sabadini
en su reemplazo.
Más allá de la anécdota, el debate de fondo no
es quién ocupaba la Intendencia sino cómo logrará
la gestión de Alberto Crespo para detener las discusiones constantes
con Esperón.
El concejal, que ocupa un lugar del Partido Justicialista dentro de
la Concertación se empecina en no acatar las disposiciones
oficialistas. Pero está aislado, ningún otro sector
de la fuerza que representa apoya sus movimientos dentro del Concejo.
Incluso se realizó una reunión para debatir sobre la
presidencia de Concejo y no fue invitado.
Fastidio
En el Ejecutivo pasaron de una actitud conciliadora a mostrar el evidente
fastidio que genera la sola presencia del concejal.
Al principio esta actitud de Esperón puso en riesgo a la gestión
de Crespo pero después de superar la primera crisis, el intendente
y sus allegados se dispusieron a aislar al concejal para evitar posibles
apoyos externos a la Concertación. Así consiguieron
sumar a los integrantes de la oposición, en realidad a Gustavo
Rodríguez de Servicio y Comunidad, que incluso gestionó
para que Miguel Tumbarino se quedara en el Concejo porque es mejor
“mediador”. Los concejales del MPN mantienen silencio,
aunque aseguran que no será por mucho tiempo.
Aislado o no, Esperón será un problema para Crespo,
porque tiene su banca de concejal ganada en elecciones generales y
ya demostró que la diplomacia no es su fuerte.
En los últimos días dentro del mismo PJ impulsan que
Esperón conforme un bloque unipersonal, pero aún así
estará dentro del Concejo Deliberante. Además esa decisión
podría implicar peores relaciones con el edil, porque aplicará
una política más opositora que la actual.
Finalmente el martes a las 9 habrá una resolución para
esta disputa que no pasa del ámbito abstracto de la política.
Mientras hay otros inconvenientes pendientes. Esta semana un grupo
de vecinos se instaló frente al municipio para reclamar por
viviendas dignas, a ello se le suma que en el Concejo Deliberante
se presentó una vecina que recurrió a la Justicia porque
el municipio no quiere asistir socialmente a su hijo.
Y todavía queda escuchar a la comisión vecinal del barrio
Otaño, que usará la banca del pueblo la próxima
semana para presentar otros reclamos. La agenda de Crespo está
atestada de protestas sociales; mientras tendrá que gobernar.
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