Por DARIO SOTO
Según la Dirección de Estadísticas y Censos
de la provincia de Río Negro el Indice de Precios al Consumidor
(IPC) se incrementó durante octubre en un 3,10% acumulando
en lo que va del año casi un 26 % de aumento (25,54%). Según
el INDEC (K) la variación en el último mes fue del 0,7%
y la acumulación del año se situaría en el 6,6%.
Esta diferencia en los índices tendrá alguna consecuencias
en el mediano plazo en la economía provincial? La respuesta
a este interrogante es afirmativa y ya comenzaron a sentirse sus primeros
esbozos.
Tanto UPCN como Unter, los principales gremios del estado provincial
anunciaron en la semana sus expectativas en cuánto a una recomposición
salarial. Para reforzar la presión sobre el gobierno, los docentes
pararán por 24 horas el próximo 21 de noviembre exigiendo
el establecimiento de negociaciones paritarias.
Ahora bien, sentados a la mesa de negociaciones qué índice
tendrán en cuenta como parámetro para una recomposición
de los salarios del sector público? Obviamente los gremios
pedirán que la referencia sea el índice establecido,
reconocido y publicado por el propio gobierno.
Esto tendrá su correlato en las negociaciones que establezcan
en pocos días mas los gremios del sector frutícola,
tanto en el empaque como los trabajadores de las chacras y del hielo,
que sin lugar a dudas reclamarán recomposiciones superiores
al 20 % de acuerdo con el alza del costo de vida en la provincia.
A la hora de presentar el presupuesto provincial 2008, que no contempla
incremento en la masa salarial, el ministro de Hacienda Pablo Verani
adelantó que cualquier modificación de los salarios
“quedarán supeditadas a las negociaciones gremiales,
como también, a la evolución y los lineamientos nacionales”.Esta
supeditación a los lineamientos nacionales conlleva el riesgo
de pretender tener en cuenta la variación establecida por el
Indec que dista mucho de ser la realmente sufrida en la provincia
y derivar entonces en futuros conflictos.
Si en cambio el sector de la producción negocia teniendo la
variación del costo de vida establecido por la oficina provincial
de estadísticas, las consecuencias de estas mejoras redundarán
en perjuicio de los productores, ya que toda variación en los
costos se resta del precio de la fruta y es el sector más débil
de la cadena de producción el que terminará pagando
los platos rotos.
Pero el reconocimiento de esta variación del IPC en la provincia
servirá también de argumento de presión para
el reacomodamiento de las tarifas de los servicios sensiblemente atrasada
debido a la política demagógica del gobierno nacional
de pisarlas para que no influyan en la escalada inflacionaria que
pretenden ocultar.
Finalmente si ya la provincia tiene un déficit funcional importante
esta situación obviamente tenderá a agravarse con cualquier
modificación en mas que se realice en los salarios de los trabajadores
del estado. ¿Continuará el gobierno nacional solventando
el déficit creciente de las finanzas provinciales? En términos
de justicia debería hacerlo ya que muchos de los quebrantos
ocurridos son consecuencia de su política de ocultamiento y
mendacidad en el establecimiento de índices que rigen las relaciones
económicas de los diferentes sectores de la vida social de
un estado.
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