El Frente para la Victoria convocó
a elecciones internas, para definir la fómula <Gobernador
y Vice>, el 4 de marzo próximo. Sin embargo existe la sensación,
con un alto grado de certeza, que esas elecciones devendrán
en abstracto, cuando la inexistencia de listas para confrontar, salvo
claro la de «Pichetto-Arriaga», obligue a quién
corresponda a proclamar la fórmula por ser única lista.
Entonces las declaraciones realizadas por el diputado nacional y ex
intendente de Cipolletti, Julio Arriaga, quién afirmó
al término del encuentro de San Antonio, que tanto Soria como
Nemirovsci no tienen otra alternativa que presentarse a internas,
y que «Si quieren enojarse que se enojen, pero tienen una sola
solución, que es ir a la interna», sonarán realmente
como una bravuconada o una «una corajeada (sic) de un grupo
de muchachotes que políticamente hablando no representan a
nadie…» como expresara Carlos Soria en una carta enviada
al presidente de la Liga de Intendentes del Partido Justicialista,
Juan Domingo Garrone, mediante la cual se disculpó por no asistir
al encuentro.
Paradójicamente, el establecimiento de una fecha concreta para
las elecciones internas no calma ni mínimamente las ansiedades
de las máximas figuras del FpV, a quienes les importa realmente
saber la fecha en que ser realizarán las que realmente importan,
en las que estará en juego el premio mayor, el sillón
del gobernador.
Pero hay algo más que los frentistas quisieran, más
allá de las afirmaciones del Senador en cuánto a que
el presidente le habría dado un completo apoyo a su candidatura,
y es que Kirchner manifieste ese apoyo públicamente y en la
medida de lo posible en Río Negro, para que a nadie le queden
dudas.
Y es que a muchos todavía les duelen las palabras del ministro
Jefe de Gabinete, cuando en su última vivista a la provincia
y al ser consultado al respecto consideró que Río Negro
tiene dos muy buenos candidatos, en alusión a Miguel Pichetto
y obviamente también a Miguel Saiz, un gobernador kirchnerista.
Reunión con K
Mientras tanto el jefe del gobierno provincial espera reunirse con
el presidente antes de tomar una decisión respecto de la fecha
de los comicios, reunión que espera se concrete en los próximos
días.
Pero más allá de ello, la concertación definida
en Catamarca parece ser el modelo o al menos la referencia que se
podría tener en cuenta para definir la concertación
rionegrina.
Si algo parecido sucediera habría que barajar y dar de vuelta
ya que lo único seguro sería el lugar reservado para
la reelección del gobernador, todo lo demás habría
que ponerlo en la mesa.
Una definición de estas características aparece hoy
como la más lejana ya que lisa y llanamente significaría
la desaparición del Frente para la Victoria y la Unión
Cívica Radical como partido, además de resignar el lugar
de un justicialista a la primera magistratura provincial.
Sin embargo, cuando Saiz se reúna con el presidente de la Nación
no presentará un escenario muy distinto.
Sólo lleva la fórmula cerrada (aunque puede también
ser prenda de negociación) todos los demás cargos electivos
lucen en blanco perfecto, para regodeo de la pluma presidencial que
puede dibujar los nombres que más le cierren a su proyecto
de continuar hegemonizando el poder más allá de que
el candidato presidencial sea él mismo o su cónyuge,
la senadora Cristina Férnández de Kirchner, que más
que nunca aparece hoy como una presidente consorte de una «democracia
monárquica».
El gobernador anhela más que nada en el mundo, que el presidente
Kirchner no intervenga y que no bendiga a nadie, a menos que sea a
él mismo, por supuesto.
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