Por angel castillo
Llegó el día. Hoy después de las 18 se abrirán
las urnas que darán el veredicto sobre quién será
el representante del Movimiento Popular Neuquino para las elecciones
que renovarán las gobernaciones del año próximo.
El cierre de campaña de los dos candidatos de la lista Blanca,
Pedro Salvatori, y de la Azul, Jorge Sapag, y las apelaciones al voto
de los 305.317 neuquinos en condiciones de sufragar dominaron la semana
que pasó.
Desde el año 1987 el partido provincial, que se fundó
el 4 de junio de 1961 en la ciudad de Zapala, dirime sus candidatos
en elecciones internas, pero la de hoy será la primera en la
que se votará para todas las categorías: provincial
y municipal, con la última reforma constitucional en vigencia.
En la carta orgánica del MPN se establece la característica
de elecciones abiertas, una suerte de comicios primarios como en Estados
Unidos, donde pueden votar quienes no estén afiliados a ningún
partido político. En estas condiciones hay 190.685 ciudadanos
neuquinos, según informó la Junta Electoral Provincial
en base al padrón que se utilizará en la jornada de
hoy actualizado el 17 de noviembre, mientras que se cuentan 114.632
afiliados.
El adelantamiento de las elecciones fue una decisión del presidente
de la Junta de Gobierno del MPN, Jorge Sobisch, quien expresó
su intención de que antes de fin de año esté
resuelto quién representará al partido provincial en
las elecciones generales que aún no están convocadas,
pero que se supone que serán en el mes de octubre.
El MPN se fundó con la intención de sortear la proscripción
que sufrió el partido peronista después de la Revolución
Libertadora de 1955. La creación fue durante el primer gobierno
constitucional en la provincia y el nuevo partido contó con
el apoyo de los intendentes peronistas que habían sido desplazados.
De aquel entonces ganó todas las elecciones para gobernador
en Neuquén, se transformó en un emblema de la defensa
del federalismo a nivel nacional y en un espejo donde se miraron todos
los ensayos similiares que hubo a nivel nacional, cuando en otras
tres provincias gobernaron partidos provinciales. En el país
es la única provincia que tiene un gobierno en manos de un
partido de raíz provincial independiente de los dos grandes
partidos políticos, la Unión Cívica Radical y
el Partido Justicialista.
En otros Estados hubo una fuerte liderazgo personalista que derivó
en su permanencia en el poder, cuestión que en Neuquén
fue superada, precisamente por las renovación que pusieron
en marcha los procesos electorales internos.
Se llega a este momento electoral después de una campaña
en la que –a diferencia de otras internas- no se registraron
cruces verbales dignos de mención entre los líderes
de las listas, ni ataques que supusieran la reedición de contiendas
que sólo son comidilla para los colaboradores más cercanos,
y que los alejan del común de los ciudadanos.
En suma, más de la mitad de la población de la provincia
de Neuquén podrá elegir quién será el
candidato del MPN en una elección anticipada que, a su vez,
marcó el ritmo del resto de las fuerzas políticas en
la provincia. Estas comenzaron a tejer un entramado repetido para
la literatura política neuquina: unirse contra el partido de
gobierno. El esquema mostró su fracaso en su más elevada
expresión como fue la experiencia de la Alianza a nivel nacional
con Fernando de la Rúa. A nivel provincial hubo un ensayo en
la convención de principios de año que reformó
la constitución.
A partir de mañana comenzará la campaña para
la general.
Los ojos de los dirigentes emepenistas que resulten electos estarán
puestos en la recuperación de los municipios grandes que hoy
no comulgan con el partido provincial. El interés de quien
resulte el triunfador estará en mantener el sillón del
edificio de Roca y Rioja en manos del único partido provincial
que es gobierno en el país.
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