Se registraron varios incidentes en
la zona drusa cercana a Beirut. El ejército mantiene su presencia
en la ciudad de Trípoli.
Beirut (dpa) >
En la región drusa del Líbano, al sureste de
Beirut, continuaron ayer los enfrentamientos entre seguidores y opositores
al gobierno a pesar de un acuerdo de cese del fuego, mientras en el
norte del país se logró la calma tras la intervención
del Ejército.
Poco después de que se anunciara una tregua, se produjeron
combates entre los seguidores del líder druso Walid Jumblatt
y simpatizantes de la oposición.
Según testigos oculares, camiones del Ejército libanés
se dirigieron a la zona de los enfrentamientos, unos veinte kilómetros
al sudeste de Beirut. Según fuentes médicas, cinco personas
murieron y unas diez resultaron heridas.
«Estuve en contacto con Walid Jumblatt y acordamos que sus hombres
entregarán sus armas al Ejército libanés»,
manifestó Arslan. Por su parte, Jumblatt le pidió a
Arslan, vinculado con el movimiento radical chiíta Hezbolláh,
que lleve adelante las negociaciones con la oposición en nombre
de la comunidad drusa para evitar un «baño de sangre».
Combates
En tanto, tras los sangrientos combates que dejaron 17 muertos y unos
20 heridos en Trípoli, en el norte del Líbano, el Ejército
libanés envió ayer soldados a la zona, lo que calmó
la situación en la segunda ciudad más grande del país.
Allí se produjeron enfrentamientos callejeros entre seguidores
y opositores al gobierno pro-occidental del primer ministro Fuad Siniora.
Seguidores del gobierno sunitas fuertemente armados se enfrentaron
a miembros de un grupo alevita, que apoya a la organización
pro-iraní Hezbolláh.
En la capital libanesa, Beirut, en tanto, ayer reinaba la calma tras
cuatro días de combates entre seguidores principalmente sunitas
de la mayoría gobernante y los milicianos de la oposición
chiita. En total, más de 40 personas murieron en los últimos
días en la ciudad. |