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Buenos Aires (NAP, Informe especial)
> En el campo argentino los agricultores familiares aportan
el 53 por ciento del empleo rural y representan el 66 por ciento de
las explotaciones agropecuarias. Producen el 85% de la producción
de tabaco, algodón, yerba mate y caña de azúcar
y el 80 por ciento de la producción hortícola, indicó
un trabajo del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico
para la Pequeña Agricultura Familiar (CIDTPAF). «Sin embargo, están relegados a zonas marginales
de producción, padecen problemas históricos de acceso
al agua, a la tierra y a la comercialización y de las 328.000
explotaciones agropecuarias que se registran en el país, más
de la mitad son familias pobres estructurales», asegura el Ing.
Agr. José Catalano, con una amplia trayectoria en la temática.
Coordinador del Centro de Investigación para la Pequeña
Agricultura Familiar (CIPAF/INTA) y Coordinador Nacional del Programa
Social Agropecuario (PSA/SAGPyA).
La puesta en marcha de la Subsecretaría de Agricultura Familiar
deberá articular políticas de desarrollo integral para
los pequeños productores que padecen problemas estructurales
de acceso a la tierra, al agua y a la comercialización. Lo aseguran
los integrantes del Foro de Agricultura Familiar y los técnicos
del Programa Social Agropecuario.
El profesional recordó que «el pequeño productor
minifundista sostiene junto a sus familias la biodiversidad en todas
las regiones agroecológicas de la Argentina, promueve el arraigo
rural en torno a los pequeños pueblos, origina 12 mil millones
de pesos de valor bruto (a valor 2004) y genera el 53% de la mano de
obra del campo. «Ellos son los protagonistas de la vida rural»,
asegura Catalano.
Consideró asimismo que la creación de la Subsecretaría
resulta fundamental, porque es el compromiso que asume el Estado, articulando
verdaderas políticas de desarrollo y apuntó que es «un
ámbito en el que deben tratarse los temas estructurales que históricamente
no se abordaron».
Por eso también es importante avanzar en el Registro Nacional
de Productores Familiares, el cual contará con una información
completa, confiable y actualizada de todos los potenciales destinatarios
de las acciones y servicios que el Estado disponga para el sector de
la Agricultura Familiar en todo el país».
Quiénes son
La Agricultura Familiar engloba a pequeños productores minifundistas
del norte Argentino, de la Mesopotamia , de Cuyo, de la Patagonia,
a los artesanos, a los recolectores y también a muchos pequeños
productores intensivos de la pampa húmeda, al turismo rural
y la agricultura urbana y contiene, incluso, a quienes tienen hasta
tres empleados y están capitalizados (definición aportada
por el IICA).
De acuerdo a los datos del último Censo Agropecuario se estima
que existen en la Argentina 218.898 pequeños productores. Algunos
capitalizados, a pesar de la escasez relativa de recursos productivos
(tierra y capital), otros que presentan algunos rasgos de pobreza
y un tercer grupo, especialmente visible en el Noreste y Noroeste
de la Argentina que padece pobreza estructural.
El Foro Nacional de Agricultura Familiar, que agrupa a más
de 900 organizaciones de productores de todo el país define
a la agricultura familiar como una forma de vida, donde el principal
objetivo es la reproducción social de la familia en condiciones
dignas.
La propiedad de los medios de producción, aunque no siempre
de la tierra, pertenece a la familia y es en su interior que se realiza
la transmisión de valores, prácticas y experiencias.
«Para nosotros es esencial que comience a funcionar la Subsecretaría
de Agricultura Familiar», argumenta Pedro Cerviño, Coordinador
del Foro Nacional de Agricultura Familiar.
«Es importante el ámbito institucional desde donde se
pueden aplicar las políticas que desde el sector se vienen
reclamando y proponiendo. Es necesario tener en cuenta que la Subsecretaría
fue una propuesta del Foro y consideramos imprescindible su puesta
en funcionamiento, así como el diseño de políticas
diferenciales, políticas públicas activas que incentiven
a la producción de alimentos y garanticen la soberanía
alimentaria.
Por último, Cerviño apuntó que pasar de la asistencia
fragmentaria, a la viabilidad productiva, parece ser el camino adecuado
para incluir equitativamente a estos sectores productivos que garantizan
la diversidad alimentaria en la Argentina.
(Noticias Agropecuarias) |
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