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Neuquén (dpa/Télam/AFP)
> Brasil tiene todo para despegar de una vez por todas y
convertirse en una potencia económica a nivel mundial. El gigante
del Mercosur está consiguiendo justo lo que necesitaba: la soberanía
energética. En un futuro no muy lejano se instalará en
los primeros planos de los países exportadores de hidrocarburos.
Al gran hallazgo del yacimiento de Tupi, anunciado el año pasado,
ahora se suma otro que tendría reservas cinco veces más
grandes y que se transformaría en el tercer campo petrolero del
mundo.
Si bien la noticia que salió a luz el lunes desató una
polémica en Brasil, se presume que se trata de un verdadero megayacimiento.
De confirmarse las reservas que se encuentran bajo el lecho marino,
Brasil se convertiría en la octava potencia petrolera del mundo,
por delante de países como Libia o Nigeria, con más de
50 mil millones de barriles.
Se trata de un yacimiento de petróleo aguas adentro, frente a
las costas de Río de Janeiro, en la cuenca de Santos: el campo
BM-S-9, llamado Carioca.
El presidente de la Agencia Nacional de Petróleo de Brasil (ANP),
Haroldo Lima, se fue de lengua el lunes último y aseguró
que el yacimiento podría contener unos 33.000 millones de barriles
de petróleo.
Muchos expertos afirman que esa cantidad podría ser una previsión
acertada para todo el sector conocido como «Pan de Azúcar»
(del que forma parte el pozo Carioca).
Aunque la empresa estatal brasileña Petrobras (que controla un
45% del campo Carioca) y la propia Repsol (con un 25%) aseguraron que
aún no se han cuantificado las reservas, el mercado reaccionó
inmediatamente ante el anuncio. Los títulos de Repsol ganaron
un 9,28%. Se trata de la mayor subida diaria para los títulos
de la petrolera desde agosto de 2000.
El ministro de Planificación brasileño, Paulo Bernardo
Souza, criticó el anuncio realizado por Lima y pidió que
la Comisión del Mercado de Valores actúe para investigar
si alguien se ha beneficiado indebidamente.
Según un informe de Citigroup, Repsol es, después de Petrobras,
la empresa con mayor participación en términos de acres
explorados en las tres grandes cuencas atlánticas brasileñas
en las que se está explorando en busca de petróleo (Campos,
Santos y Espirito Santo).
En la primera mitad de este año comenzará la perforación
de Saleta. En el primer trimestre comenzaron los trabajos de exploración
de Guara (otro pozo dentro de Pan de Azúcar) y en 2009 se empezará
a perforar en el complejo Iguazú.
Las primeras exploraciones en el pozo Carioca han evidenciado que el
petróleo de la zona es de buena calidad, un crudo relativamente
ligero.
Resultados en tres meses
Recién dentro de tres meses Petrobras conocerá el potencial
productivo del Carioca, dijo un dirigente de la empresa, al desmentir
las informaciones según las cuales el yacimiento tendría
reservas de 33.000 millones de barriles.
«Dentro de tres meses quizás podamos tener las primeras
condiciones concretas para empezar a pensar en estimaciones. Nosotros
nos estamos preparando para probar el pozo y recién después
del test podremos empezar a pensar en los volúmenes existentes»,
dijo el director de Explotación y Producción de Petrobras,
Guilherme Estrella.
En declaraciones formuladas ante la Comisión de Asuntos Económicos
(CAE) del Senado brasileño, el ejecutivo aseguró que
las estimaciones divulgadas sobre el potencial del yacimiento por
el director general de la ANP «no tienen nada técnico,
nada concreto».
Las declaraciones de Lima generaron en los últimos días
una carrera por acciones de Petrobras y de sus dos socios en la operación
del campo Carioca, la británica BG y Repsol YPF.
La Comisión de Valores Mobiliarios (CVM), que regula el mercado
brasileño de capitales, anunció que abrirá una
investigación sobre posibles maniobras especulativas con papeles
de Petrobras, y criticó las declaraciones de Lima sobre el
megacampo de petróleo.
La entidad sostuvo que el anuncio hecho por el director de la ANP
fue «dañoso» y argumentó que informaciones
importantes sobre empresas con acciones negociadas en Bolsas de Valores
«deben ser hechos exclusivamente por la compañía,
asegurando el acceso simultáneo y amplio a la noticia».
El Gobierno brasileño de Luiz Inacio Lula da Silva, a su vez,
también dejó en claro su molestia por las declaraciones
de Lima, aunque advirtió que no tiene poderes para tomar medidas
contra el funcionario, quien preside un organismo autónomo.
Lima rechazó todas las acusaciones y críticas. El dirigente,
quien también declaró ante la CAE en el Senado, sostuvo
que no anunció la existencia de un megayacimiento de petróleo,
sino que repitió informaciones que ya habían sido difundidas
por una publicación especializada en el tema, «World
Oil».
Además, rechazó las acusaciones de que habría
estimulado una especulación con acciones de Petrobras y negó
que su actitud haya sido inapropiada: «¡Está claro
que yo podía (hacer las declaraciones)! No soy subordinado
a la CVM. Soy miembro del Gobierno. Yo no podría hacer un anuncio,
y no lo hice. Yo dije que existen grandes posibilidades».
Controlarse
La directora de la empresa petrolera brasileña Petrobras, Maria
da Graça Foster, recomendó «controlar la felicidad»
antes de confirmar el hallazgo.
«Sólo tenemos que controlar esa felicidad hasta tener
los datos técnicos en nuestras manos, hay que cumplir varias
etapas hasta ir a la Agencia Nacional de Petróleo (ANP), es
preciso esperar» declaró la directora de Gas y Energía
de la empresa. La mujer consideró posible que Brasil se torne
exportador de hidrocarburos en el mediano plazo.
Las reservas comprobadas de petróleo están en el orden
de 12.000 millones de barriles, pero en noviembre del año pasado
se informó la existencia de entre 5.000 y 8.000 millones de
barriles en el campo Tupi, en la Cuenca de Santos.
Este año Petrobras reportó otro campo gigantesco, Júpiter,
con grandes reservas de gas. Esas revelaciones, causaron un aumento
del valor de la empresa, hasta 240.000 millones de dólares.
Los campos Carioca, Tupi y Júpiter se encuentran en un área
de «pre-sal», a más de 5.000 metros de profundidad,
lo que encarece su extracción.
«El Carioca es uno de los cuatro campos que componen el área
total, conocida como el Pan de Azúcar. Y según nuestras
estimaciones, esta área puede tener como mucho 25.000 millones
de barriles de reserva, muy lejos de los 33.000 millones, que Lima
le ha atribuido», explicó Adriano Pires, director de
la consultora ‘Centro Brasileiro de Infra-estruturas’.
Las empresas piden calma. Los inversores se preparan para el gran
banquete. El supervisor bursátil investiga.
Los nuevos pozos compartidos por Petrobras, Repsol YPF y British Gas
en aguas brasileñas no empezarán a producir como mínimo
hasta dentro de cinco años. Pero han bastado unas horas para
provocar un enorme revuelo ante la expectativa de que el bloque Carioca
constituya el mayor descubrimiento de petróleo del mundo en
30 años.
Brasil ya ha logrado la autosuficiencia petrolera y se ha convertido
en una potencia en materia de biocombustibles. Mientras tanto, Argentina
que hace años vendió su petrolera estatal (YPF), ve
como sus reservas se esfuman. Para contrarrestar tanta alegría
brasileña, la Nación anunció que licitará
100 mil km2 del Mar Argentino para la exploración y explotación
petrolera (Ver página 6). Debieron sonrojarse los funcionarios
criollos al difundir la medida, cuando su vecino del Mercosur nada
en petróleo.
El desafío de Tupi
Neuquén > El yacimiento de Tupi, descubierto
el año pasado al sureste de Brasil, se encuentra a 7 mil metros
de profundidad debajo de una capa de sal de dos kilómetros
de espesor. Se estima que tiene reservas por 8 mil millones de barriles,
lo que lo convierte en un verdadero megayacimiento.
El principal desafío que tendrá allí Petrobras
es cómo llevar el gas al territorio, ya que la costa está
a 300 kilómetros. Una de las opciones que estudian los técnicos
es realizar una central termoeléctrica en alta mar, que generará
electricidad que se transportará mediante cables. La otra opción
es comprimir el gas y licuarlo para transportarlo en buques.
El manto de sal, de dos kilómetros de espesor, que está
arriba del crudo generó un reto inédito. Se trata de
una capa que tiene unos 150 millones de años de vida y que
se encuentra a altas temperaturas, por lo cual tiene un comportamiento
complicado a la hora de realizar las perforaciones.
Entre los 5 y siete kilómetros de profundidad se encuentra
la capa denominada pre sal, donde se encuentra el crudo. Si bien todavía
se encuentra en estudio, el petróleo de ese yacimiento es del
tipo ligero, lo cual genera mayores volúmenes de gasolina y
derivados hidrocarburíferos para refinado. También se
han perforado otros sitios cercanos que dieron como resultado el mismo
tipo de petróleo, por lo cual se esperan yacimientos similares
al de Tupi, o incluso más grandes.
Tupi fue descubierto en noviembre y posee una reserva estimada entre
5.000 y 8.000 millones de barriles equivalentes de petróleo
(bep) y constituye uno de los mayores hallazgos de petróleo
en los últimos años.
Otro gran descubrimiento de Petrobras, el campo de Júpiter,
se halla también en la zona de influencia del polémico
Carioca. Todos ellos están en aguas profundas.
Carioca está a 273 kilómetros de la costa de São
Paulo, en profundidades de agua de 2.140 metros, según Repsol.
El yacimiento ya registró un test de producción de 2.900
barriles de crudo y 57.000 metros cúbicos de gas por día.
Las nuevas perforaciones recién realizadas son las que han
permitido asegurar que se trata de un enorme yacimiento, aunque las
empresas insisten en que los trabajos no están terminados y
es pronto para hacer una estimación fiable.
La hispanoargentina Repsol YPF es socia de Petrobras en las perforaciones
de aguas profundas en Brasil. El plan estratégico, recientemente
presentado por su presidente, Antonio Brufau, contemplaba las aguas
profundas de Brasil como una de sus prioridades. Repsol YPF es la
primera compañía privada en dominio minero exploratorio
en aguas profundas en las cuencas de Santos, Campos y Espíritu
Santo, con 23 bloques exploratorios. |
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