El carbón líquido, un combustible
alternativo muy contaminante
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París (AFP-NA) >
El carbón líquido puede convertirse en un carburante alternativo
al petróleo para el transporte, pero su producción aún
es muy contaminante, indicaron los organizadores de una conferencia
dedicada al tema en París.
«Esta tecnología puede contribuir a diversificar los suministros»
en energía en los transportes, afirmó Olivier Appert,
presidente del Instituto Francés de Petróleo (IFP), en
la conferencia sobre «coal-to-liquid» (CTL).
En efecto, los sustitutos del petróleo en el transporte son escasos.
El petróleo representa un 94% de la demanda de carburantes en
el transporte, contra 1% para los biocarburantes y 5% para la electricidad
y el carbón, según la Agencia Internacional de Energía
(AIE).
Al mismo tiempo, la demanda de productos petroleros en el transporte
aumenta un 1,7% anual en promedio entre 2005 y 2030, según la
AIE.
El carbón puede también «reducir la dependencia
energética de varios países», ya que está
mejor repartido en el mundo y más cerca de los países
de consumo que el petróleo, destacó Serge Périneau,
presidente del Comité de Organización de la conferencia.
Más del 80% de las reservas mundiales de carbón se encuentran
en seis países, Estados Unidos, Rusia, China, India, Australia
y Sudáfrica, que figuran entre los mayores consumidores de carburantes.
Además, el carbón es abundante porque el mundo dispone
de reservas para 147 años, contra sólo 63 años
para el gas y 41 años para el oro negro.
Pero su impacto negativo sobre el medio ambiente es «un gran freno»
al desarrollo del CTL, reconoció Périneau.
La fabricación de diésel con carbón líquido
genera casi dos veces más CO2 (850 gramos por milla) que la fabricación
de diésel con petróleo (500 gramos por milla).
Según los científicos estadounidenses de la Asociación
de Científicos Preocupados (Union of Concerned Scientists), el
CTL contribuye a diseminar en la atmósfera un 80% más
de emisiones contaminantes que la gasolina.
Sólo la implementación de tecnologías de captura
y almacenamiento de CO2 podrían reducir estas emisiones.
Si el CTL se asocia a un 30% de biocarburantes, su producción
genera 500 gramos de CO2. Con la captura de CO2 y un 30% de biocarburantes,
genera menos de 300 gramos.
Las inversiones necesarias, además, son colosales. Según
el departamento de Energía estadounidense, hay que invertir entre
3.500 y 4.500 millones de dólares para producir 50.000 barriles
por día de carbón líquido.
La rentabilidad del CTL divide a los especialistas. Pero todos ven que
«el interés por esta vertiente crece a medida que aumentan
los precios del petróleo».
Un barril de carbón líquido costaría entre 60 y
100 dólares, según Périneau, lo cual convertiría
al CTL en rentable si el barril de petróleo sale 100 dólares
o más.
Pero si se integran las técnicas de captura y almacenaje de CO2,
también costosas, el monto de las inversiones corre el riesgo
de aumentar. «Todo depende del precio del carbono», dijo
Appert.
Sólo el grupo petroquímico sudafricano Sasol, donde el
carbón representa un 30% de los hidrocarburos líquidos,
produce CTL. El primer productor chino de carbón, Shenhua, comenzaría
a fabricarlo este año.