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Neuquén > En Argentina
hay una gran dispersión tarifaria en el sistema eléctrico.
La tarifa eléctrica promedio de todas las distribuidoras del
país es de 65,77 pesos.
Sin embargo, según un informe de Fundelec, la estructura tarifaria
de las distribuidoras de jurisdicción nacional –que concentran
el 40% del consumo en promedio- tiene desequilibrios por los cuales
los residenciales de mayor consumo pagan menos que los de menor consumo.
Fundelec propone una recomposición del cuadro tarifario para
las empresas de jurisdicción nacional para el nivel residencial
que incluya una reestructuración de las categorías de
consumo a través del cual se equilibre el valor de la energía
y quienes más consumen paguen proporcionalmente el mismo costo
que quienes menos consumen.
La organización señala que esta nueva estructuración
estaría adecuada a una situación de escasez energética
que atraviesa el país, y sería contraria a la fomentación
del consumo de energía excedente.
Desde 1992
El informe de Fundelec señala que a 15 años de la transformación
eléctrica y según datos oficiales, el consumo eléctrico
se incrementó casi un 120%. En los primeros 10 años
se consumieron 26.300 GWh más de energía eléctrica
que en 1992, mientras que en los últimos cinco años
-del 2002 al 2007- se sumaron otros 27.600 GWh. Es decir, este segundo
período que fue de la mitad del tiempo (cinco años contra
diez) concentró un crecimiento de la demanda levemente superior.
En cuanto a la potencia de consumo, la demanda aumentó de un
pico de 9.035 MW, en 1992, a 18.345 MW, último récord,
en junio de 2007. Sin embargo, lo más llamativo es que la evolución
se produjo al doble de intensidad en el último lustro: de 1992
a 2002 (dos lustros), la demanda se incrementó en 4.401 MW,
pero de 2002 a 2007 (un solo lustro), la demanda creció en
4.909 MW.
Fundelec señala que un crecimiento exactamente inverso se experimentó
con la oferta: en este mismo período de 15 años, la
capacidad de generación, medida en potencia instalada, subió
un 82,6%. Pero eso sucedió en la primera década, cuando
se agregaron casi 10.000 MW de potencia a los 13.267 MW existentes
en 1992. Desde 2002 a 2007, por el contrario, sólo se agregaron
1.500 MW, cuando la demanda se disparó.
Es decir, mientras que en los primeros diez años el crecimiento
de la oferta aventajó ampliamente al de la demanda, la crisis
socioeconómica del país hizo que en el segundo período
la tendencia se invirtiera.
Desequilibrios tarifarios
Argentina tiene un sistema eléctrico dividido en 26 jurisdicciones,
y cada una de ellas cuenta con libertad para aplicar las tarifas de
acuerdo a sus costos.
Fundelec señala que estas diferencias eran mayores años
atrás, pero actualmente, con el crecimiento de la red de transporte
eléctrico en alta tensión, los costos se fueron asimilando
cada vez más, quedando como variable más predominante
la concentración o dispersión del mercado.
En 1992, fecha de la transformación eléctrica, la oferta
había caído y se registraba la menor brecha entre oferta
y demanda. Desde entonces, la demanda creció 2.741 MW, 1.660
MW y 4.906 MW en los tres lustros subsiguientes; concentrando en el
tercero (2002-2007) un crecimiento mayor a la suma de los dos primeros
(1992-1997 y 1997-2002).
En tanto, la oferta creció más en los dos primeros lustros
4.935 MW y 4.636 MW, respectivamente. En tanto, el último lustro
(2002-2007) sólo sumó 1.568 MW, comportamiento de la
demanda en zonas turísticas cuando es temporada de vacaciones.
Así, actualizado a 2007 y tomando como referencia un consumo
residencial de 500 kw/h por bimestre, la comparación tarifaria
de las distribuidoras del país muestra algunas curiosidades.
Más consumen, menos pagan
El informe indica que según esta comparación, la tarifa
eléctrica promedio de todas las distribuidoras argentinas es
de 65,77 pesos, libre de impuesto. De acuerdo a la comparación
de los cuadros vigentes, las tres empresas de jurisdicción
nacional –que concentran el 40% del consumo total- tienen tarifas
residenciales y son un 83% más baratas que el resto del país.
Si embargo, esta diferencia se hace mucho más abultada cuando
se comparan altos consumos residenciales. Esto, porque la actual estructura
del cuadro tarifario de las empresas de jurisdicción nacional
hace que cuanto más se consume menos se pague, en proporción,
premiando a quien más consume.
Para arreglar esta falencia del sistema, Fundelec propone una recomposición
del cuadro tarifario para estas tres empresas y para el nivel residencial
que incluya una reestructuración de las categorías de
consumo.
Actualmente, las tres compañías tienen una estructura
que categoriza a los consumos residenciales de hasta 300 kw/h por
bimestre como T1 R1, y a los de mayores consumos de 300 kw/h por bimestre
como T1 R2.
Estos dos cuadros pagan diferentes cargos fijos y cargos variables:
mientras uno paga el valor- costo del mantenimiento de la infraestructura
necesaria para abastecer ese nivel de consumo, el otro grava estrictamente
el valor del consumo. Es decir que para el primer usuario (T1 R1)
será necesaria una determinada infraestructura, pero para el
otro (T1 R2) que requiere regularmente más energía,
la infraestructura requerida será aún mayor, por lo
cual el costo debiera ser mayor, indica Fundelec.
Sin embargo, el costo variable se ajusta de manera tal que el escalón
entre R1 y R2 no sea tan brusco y la factura eléctrica del
R2 no desequilibre el sistema. Por este motivo, el valor del kw/h
en el R2 es menor al R1. Si se compara la factura eléctrica
de un consumo de 290 kw/h (T1 R1) y una con una demanda de 310 kw/h
por bimestre, va a existir la diferencia lógica por consumir
sólo 20 kw/h de más.
Sin embargo, un gasto residencial de 1.700 kw/h por bimestre, basado
en el uso intensivo de electrodomésticos de gran consumo, queda
totalmente desproporcionado respecto de la infraestructura necesaria
para abastecerlo.
“Esta metodología se aplicó exitosamente cuando
la capacidad de generación excedía ampliamente a la
demanda, por lo cual los costos para abastecer una energía
excedente eran mucho menores a los iniciales. Esta situación
ha cambiado con la modificación de los hábitos de consumo
y el retraso de las inversiones, por lo cual es necesario adecuar
el cuadro al nuevo escenario”, asegura Fundelec.
Es decir, un consumo casi seis veces mayor (1.700 kw/h respecto de
320 kw/h)paga sólo casi tres veces más (87,65 pesos
respecto de 29,69 pesos).
Por este motivo y para lograr un equilibrio que aporte justicia respecto
de los niveles de consumos eléctrico, Fundelec sugiere la implementación
de un cuadro tarifario que incluya una categoría R3 que aplique
un balance que haga corresponder el costo de la energía con
las diferencias de consumo.
Así, aquél residencial de mayor consumo, deberá
pagar el costo de mantener una infraestructura necesaria para abastecer
esa demanda.
Crece la oferta, pero es superada por la demanda
Neuquén > El calendario energético
de generación nacional prevé el ingreso de nueva oferta
eléctrica para hacer frente a la demanda del próximo
invierno. Sin embargo, el ritmo de crecimiento de la demanda sigue
siendo superior al de la oferta y se prevé que si los meses
fríos son crudos, se volverán a sentir los rigores de
la escasez registrados el año pasado.
Según el cronograma oficial K para este año se espera
el ingreso de las
Centrales Gral. Belgrano y Gral. San Martín, la habilitación
a Termoandes, la reincorporación de dos turbinas de Puerto
Madryn y el ingreso al Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) de
la nueva Central Hidroeléctrica Cuesta del Viento, en San Juan.
A esto, habría que sumar otros proyectos de iniciativa privada.
La semana pasada la Central Termoeléctrica Manuel Belgrano,
cuya primera turbina a ciclo abierto fue puesta en marcha, comenzó
a aportar desde 271MW (megavatios) al Sistema de Interconexión
nacional (SIN).
En mayo entrará en operación una segunda turbina, también
de ciclo abierto y accionada a gas, que sumará otros 283 MW.
Según el cronograma de Nación, ingresarían al
sistema unos 943 MW para el invierno de este año y unos 580
MW adicionales antes de 2009.
Si se cotejan estos datos con las restricciones que existieron en
el invierno de 2007 y las previsiones de crecimiento de la demanda
(entre 1.000 y 1.500 MW), de repetirse un invierno crudo, es probable
que, a pesar de esta nueva generación, se repitan también
las restricciones.
Recién en 2009, con el ingreso de la mayor producción
de Yacyretá y, en 2010, con la puesta en marcha de Atucha II,
se podría llegar a nivelar la oferta y la demanda.
La nueva energía
Ampliaciones en la potencia de las centrales Loma de la Lata y Central
Térmica Güemes: La Secretaría de Energía
acaba de declarar a estas obras (y a la construcción de una
nueva usina de 160 MW con localización aún por definir)
como “obras de infraestructura y proyectos críticos”.
Así, Pampa Holding, actual dueño de estas centrales,
avanzaría sobre las ampliaciones que aportarían 185
MW y 98 MW más, respectivamente. Se espera que el ingreso pueda
efectivizarse antes del 2009.
Proyecto Ingentis: Emgasud lanzó tres nuevas obras destinadas
a reforzar la generación eléctrica patagónica.
La primera en ponerse en marcha sería una central alimentada
a gas natural que se instalará en las proximidades de la Ciudad
de Esquel con una potencia efectiva de 100 MW. Está previsto
que se ponga en marcha en septiembre de 2008 con una generación
inicial de 50 MW. Los otros dos proyectos son un Ciclo Combinado de
400 MW y un Parque eólico de 100 MW. Estarían en servicio
en 2009 y 2010, respectivamente.
Modesto Maranzana: El Grupo Albanesi, dueña de la Central de
Río IV que hoy cuenta con una potencia de 70 MW, inició
las obras para repotenciarla y sumar 70 MW más, en noviembre
de 2008, y 45 MW más en marzo de 2010.Centrales cordobesas:
La Empresa Provincial de Córdoba lleva adelante obras para
ampliar la capacidad de tres de sus generadoras: Central Térmica
Arturo Zanichelli, en Pilar (por 235 MW), Central Francisco Bazán
o Sudoeste (115 MW), Central de General Levalle (36 MW) e Isla Verde
(20 MW). Se estima que estén disponibles recién para
2009.
Central Caracoles: Las autoridades encargadas de la obra de la Central
Hidroeléctrica Los Caracoles, que está sobre el Río
San Juan, aseguran que las primeras pruebas de generación,
con las dos turbinas de 62,6 MW cada una, que acaban de llegar, podrán
llevarse a cabo entre diciembre de 2008 y abril de 2009.
Generación en el Sector Industrial: Empresas como Molinos,
General Motors, AGD Gral. Deheza y el grupo integrado por Vicentin,
Arcor, Aceitera Chabás y Cargill Dreyfuss, entre otras, producirían
unos 260 MW para uso propio. Se espera que estén disponibles
este año.
Centrales Gral Belgrano y Gral San Martín: con dos turbinas
cada una, ingresarían de a una por mes. Pero como se debe cumplir
con un primer mes a prueba y un cronograma creciente que parte de
una disponibilidad inicial del 25%, las cuatro turbinas estarían
generando juntas recién en julio de 2008 y sólo con
un aporte de 400 MW, el cual se iría incrementando hasta llegar
a 860 MW en diciembre. |
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