A partir del anuncio de aumentar los
derechos de exportación de los principales granos, el campo se
puso en alerta. Buenos Aires > El Gobierno
volvió a apelar a su instrumento de política económica
preferido, las retenciones agropecuarias, para tratar de frenar el
alza de precios internos y, de paso, hacerse de unos pesos más
para robustecer la caja.
La medida representa un nuevo cambio en las reglas de juego para uno
de los sectores de mayor crecimiento de la economía, por la
elevada cotización de los commodities agropecuarios, aunque
esta vez con la promesa de fijar reglas de juego claras para los próximos
cuatro años.
El sistema de retenciones móviles, en una suerte de esquema
similar al que rige para los hidrocarburos, va de la mano de las variaciones
internacionales en los precios de los commodities, y fijará
un nivel más alto de retenciones cuanto mayor sea el valor
del producto involucrado.
Por la situación del mercado internacional, esta vez la suba
de retenciones, de entre 7 y 8 puntos, le toca a la soja y al girasol,
mientras que se reducen, pero mucho menos (apenas 1 punto) para el
trigo y el maíz.
La ecuación, en esta oportunidad, representará ingresos
extra para el Fisco por unos 1.000 millones de dólares.
Pero desde el Gobierno garantizan que la medida no busca recaudar
más por las retenciones, y explican que en cuanto cambien las
condiciones internacionales los ingresos por derechos de exportación
podrían caer y compensar la ecuación fiscal.
En cambio, desde algunas entidades agropecuarias ya se escuchan los
gritos ante la nueva embestida que afecta la rentabilidad. La reacción
del mercado ante la medida no se hizo esperar y cayeron con fuerza
los precios de los granos y aceites en la Bolsa de Cereales de Rosario.
Impacto
Por su parte, de la Fundación Global Agro, en un artículo
de Sebastián Porcel titulado «Más retenciones
al agro ¿ Pacto Social, Concertación ?», se indicó
que «el nuevo sistema se basa en una banda de precios en los
que varía el porcentaje de la retención según
la cotización internacional. El primer impacto de la medida
será para la soja y el girasol, los que pagarán derechos
de exportación del 44,1 por ciento y 39,1 por ciento respectivamente.
Recordemos que en noviembre del año pasado ya habíamos
vivido un incremento (no menor), donde se pasaba de un 27,5 por ciento
a un 35 por ciento en la soja, trigo 20 al 28 por ciento y el maíz
20 al 25 por ciento».
Agrega el técnico que con los incrementos de las retenciones
al mes de noviembre, se adicionaban unos 1.500 millones de dólares,
lo que representaba un total estimado para esta campaña de
7.200 millones de dólares de retenciones.
«Parece que esto no les alcanzó y con la aplicación
del nuevo esquema de retenciones, el gobierno embolsará unos
3.900 millones de dólares adicionales, superando los 10 mil
millones de dólares en retenciones al agro», se indicó
desde la Global Agro.
«Un chiste»
«Parece un chiste de muy mal gusto, pero la buena noticia para
el sector agro, según el gobierno nacional, es la baja de menos
de un punto porcentual para el caso del maíz y del trigo: «es
la primera vez en mucho tiempo en que está subiendo el precio
de estas commodities y hay una rebaja en los derechos de exportación»,
afirmó el ministro.
Si realizamos un análisis global de la situación, vemos
que siguen faltando combustibles, los servicios públicos están
al punto del colapso, el tema de la carne se complica mes a mes, algunos
productos están desapareciendo de las góndolas de los
supermercados y la inversión sigue sin aparecer. ¿ En
qué economía del mundo moderno se puede sostener por
mucho tiempo que el Estado maneje las ganancias de los privados ?»,
se agregó. |