Farizano anunció que en los
próximos días se reunirá con el intendente de la
vecina localidad, Alberto Wereltinek.
Neuquén
> En pos de lograr la regionalización de las cuatro
ciudades más cercanas a la capital neuquina, el intendente
Martín Farizano se reunió con el concejal cipoleño
Lucas Pica para acercar posiciones sobre la solución a los
problemas comunes de ambas ciudades.
“Con el jefe comunal de Cipolletti, Alberto Weretilneck hasta
por vía radial acordamos una entrevista para mañana
(por hoy) o el viernes”, expresó Farizano, quien destacó
que planeaban realizarla en diciembre pasado, pero no se pudo por
desencuentros debido a sus vacaciones.
“Esta semana vamos a encontrarnos como ya lo hice con Javier
Bertoldi de Centenario y con Sergio Gallia de Plottier”, manifestó
el radical, quien agregó: “Al que estoy esperando que
me conteste es al intendente de Senillosa, Raúl Bettiga, que
dice que no lo hemos llamado y tengo grabadas las conversaciones en
las cuales lo convocamos, así que vamos a insistir”.
Farizano destacó que personalmente intentó con todos
los intendentes una primera reunión donde plantea sus puntos
de vista y sus objetivos de la regionalización “a los
efectos que podamos confluir a una reunión que convoquemos
en conjunto”.
En ese sentido, la presencia del concejal en el municipio neuquino
se vinculó con el pedido de audiencia que la semana pasada
realizó Farizano a los distintos referentes de las ciudades
vecinas.
“Está pendiente la entrevista que está pautada
para esta semana con el intendente Weretilneck, hay una preocupación
por parte del gobernador Jorge Sapag, quien me solicitó esto,
ya que todos los temas vinculados a la relación con los municipios
del otro lado del río tienen una incumbencia nacional y provincial
de ambas jurisdicciones”, explicó el jefe comunal capitalino.
Por el tercer puente
En tanto, el concejal destacó que su propósito de conversar
con Farizano tiene que ver con un doble aspecto: “Uno institucional
relacionado con temas comunes y la intención de encontrar soluciones
conjuntas”.
Además, manifestó: “Del punto de vista partidario,
como radicales, hablamos en la idea de avanzar en algunas cuestiones
comunes de cara al encuentro que se llevará a cabo en Junín
del radicalismo que gobierna, que tiene responsabilidad institucional”.
Pica estableció temas que se deberían tratar en la regionalización
de las ciudades. “En la interprovincialidad hay cuestiones vinculadas
con Nación, el trasporte interurbano, la barrera zoofitosanitaria,
el tema de la Balsa las Perlas, y la finalización del tercer
puente, con sus accesos y su finalización”.
Y concluyó: “Tanto cipoleños como neuquinos ya
deberíamos haber pasado varias veces por el tercer puente”.
La reunión había generado malestar en las filas del
oficialismo cipoleño ya que el lunes el presidente del Deliberante
de la ciudad rionegrina, Abel Baratti, había manifestado que
en primera instancia se tendrían que haber reunido los intendentes.
Más allá de la crónica
Una reunión que causó
malestar
Neuquén > Si bien el intendente capitalino
Martín Farizano anticipó que mantendrá en breve
una reunión con su par cipoleño, Alberto Weretilneck,
para tratar temas concernientes a la regionalización, el encuentro
que tuvo ayer con el concejal Lucas Pica aparece como una decisión
poco feliz si es que se pretende iniciar un proceso de buenas relaciones
entre los municipios de la región.
El cónclave no hubiera tenido una valoración negativa
en caso de haber sido sólo una reunión partidaria, ya
que ambos dirigentes están alineados bajo el radicalismo K.
Lo cuestionable es que Farizano analizó aspectos tendientes
a la integración urbana con un representante que no pertenece
al partido que gobierna Cipolletti, cuando lo ideal hubiera sido que
en primera instancia se juntara con Weretilneck, quien es el que en
definitiva está en condiciones de tomar las decisiones y delinear
las políticas en la comuna rionegrina.
Aunque Farizano insista en que el encuentro con el jefe comunal estaba
previsto para diciembre y que es inminente su concreción, tendría
que haber tenido en cuenta que la reunión con Pica podría
generar malestar en las filas del oficialismo cipoleño, tal
cual ocurrió con el presidente del Deliberante, Abel Baratti.
El edil del Frente Grande argumentó que era conveniente que
con anterioridad se reunieran ambos intendentes.
En tanto, Wereltineck prefirió no dar su opinión sobre
el encuentro de ayer en la municipalidad neuquina.
Quizás el silencio del cipoleño esté emparentado
con la idea de no resquebrajar las relaciones, las cuales no parecen
haber estado en la cabeza del Farizano al momento de concretar la
reunión con Pica.
Ahora, si existiera la posibilidad de que una iniciativa de este tipo
pudiera molestar al oficialismo de la vecina ciudad, ¿por qué
se anunció el cónclave con bombos y platillos?.
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