Cerca del mediodía, Sebastián
Saja aseguró ayer que ya tenía todo acordado con Nacional
de Montevideo, y que jugaría allí este semestre luego
de que San Lorenzo no le tenga en cuenta, tras un año en Gremio
de Brasil. El arquero del Ciclón armó las valijas, dijo
que se iba sin rencor y que estaba ante un desafío interesante.
Sin embargo, la tarde volvió a darle un nuevo golpe desde su
retorno al equipo de Boedo. Porque la dirigencia Azulgrana no llegó
a un acuerdo con sus pares uruguayos y frustró la transferencia.
Sin espacio en el equipo, postergado por Ramón Díaz, Saja
trabajaría este semestre con el equipo de reserva del club de
Boedo, y en junio buscaría un lugar donde jugar.