Ocurrió poco antes de la medianoche
del domingo. El conductor del auto perdió el control en un lomo
de burro y luego volcó. Buenos Aires (Télam)
> Dos adolescentes murieron ayer y un tercero resultó
herido al ser atropellados por un automóvil que circulaba a
alta velocidad por una calle de la localidad bonaerense de Carlos
Spegazzini, informaron fuentes policiales y judiciales.
Según los vecinos, el conductor salió del vehículo
que quedó destrozado y pretendió escapar, pero fue perseguido
por varias personas que lo alcanzaron y lo atacaron a patadas y golpes
hasta que finalmente lo entregaron a la policía.
El automovilista primero fue asistido en un hospital a raíz
de los golpes recibidos, luego quedó alojado en la comisaría
3 de Ezeiza y fue trasladado a prestar declaración indagatoria
ante el fiscal del caso Carlos Hassan.
Fuentes policiales informaron a Télam que el hecho ocurrió
minutos antes de la medianoche en Las Antilas al 1000, dentro de un
barrio humilde y de casas bajas de Spegazzini, partido de Ezeiza en
la zona suroeste del Gran Buenos Aires.
El caso se inició cuando un hombre de 32 años, panadero,
que reside en la zona, conducía su automóvil Renault
19 color negro por Las Antilas y, a raíz de causas que se investigan,
perdió el control del vehículo.
Según las fuentes, el auto chocó contra uno de los cordones,
comenzó a dar varios tumbos y atropelló a tres adolescentes
del barrio que se desplazaban en el mismo sentido que el vehículo
y que regresaban a sus casas luego de jugar un partido de fútbol.
«Vino un loco al volante. Dos cuadras arando y se llevó
por delante a dos pibes que estaban arriba de la vereda y los mató.
A otro, le lastimó el tobillo», relató un joven
que vio el hecho.
De acuerdo a la secuencia del accidente descripta por este testigo,
el auto se llevó por delante a un muchacho que caminaba, a
otro que se movilizaba en una bicicleta y éste golpeó
contra otro joven que estaba parado en ese lugar.
Luego de atropellar a los chicos, uno de los cuáles salió
despedido varios metros, el auto dio varios tumbos más hasta
que quedó volcado sobre unos pastizales.
En tanto, el panadero y una joven que lo acompañaba y que sería
su actual pareja, lograron salir del Renault 19 que quedó prácticamente
destrozado.
«Después se quiso escapar y cuando nos dimos cuenta lo
detuvimos nosotros. Cuando lo agarramos le pegamos algunas patadas
porque se quiso lavar las manos y dijo que se quedó sin frenos»,
relató un testigo.
Poco después y alertados de lo ocurrido, arribaron al lugar
del hecho los efectivos de la comisaría de Spegazzini que intercedieron
entre los vecinos y el automovilista, que quedó detenido en
el momento.
La policía identificó al automovilista como Ariel Reynoso,
y a las víctimas fallecidas como Maximilano Ezequiel González,
de 16 años, y Fabián Riveros, de 17.
Los investigadores del caso sospechan que dada la violencia del impacto
y el estado en el que quedó el auto, el panadero conducía
a más de 100 kilómetros por hora.
El padre de uno de los chicos muertos contó que los vecinos
que ayudaron a los ocupantes del vehículo «observaron
que el velocímetro marcaba 150 kilómetros por hora».
«Todos dicen que venía muy rápido, que venía
en el aire. Después de pasar dos lomos de burro cayó,
perdió el equilibrio y se fue para donde estaba mi hijo con
otros dos chicos. No es una calle para ir a esa velocidad»,
dijo. |