Dina, Marta y Alba: tres mujeres
que con su tesón, coraje y conocimiento iniciaron en los años
‘70 un camino colmado de desafíos, marcando un hito en
la organización y fortalecimiento del Sistema de Salud neuquino.
Enfermera es la profesional que cuida y atiende a personas sanas
y enfermas. En esta profesión humana, social y científica,
enseñan, controlan, escuchan y cuidan. Son el símbolo
del trabajo en el hospital y fuera de él, y en ellas se concentran
dos grandes virtudes: altruismo y vocación.
Hablar de Salud Pública en nuestra provincia es reconocer grandes
etapas que marcaron un “antes y un después”.
El “antes” nació con la creación del actual
Hospital en el año 1940 bajo la Dirección del Dr. Eduardo
Castro Rendón, quien observó la necesidad de organizar
el “Sector Enfermería” para la atención
de las personas que asistían al nosocomio.
El “después” comenzó con la provincialización
en el año 1955. En 1958 cuando Neuquén tuvo su primer
gobierno elegido por el pueblo con Angel Edelman –Alfredo Asmar
se crearon distintas instituciones, entre ellas la Escuela de Enfermería,
con el nombre “Escuela de Auxiliares Técnicos de la Medicina”,
dirigida por Lucrecia Baricich.
Esta nueva entidad comenzó a funcionar en la calle Ministro
González esquina Mendoza y otorgaba el título de “Enfermero”.
Años más tarde cambió la modalidad, que aún
perdura, capacitando “Auxiliares de Enfermería”.
Inolvidables
Lucrecia Baricich llegó a Neuquén proveniente de Buenos
Aires convocada para organizar el “Centro Materno Infantil”,
promovido desde el gobierno provincial debido a los problemas de salud
de los niños y la falta de personal capacitado para atender
esta problemática.
Lucrecia Baricich le propuso al Dr. Roberto Chevallier, titular de
Salud en ese entonces, la creación de la “Escuela de
Enfermería” que comenzó a funcionar en el año1959.
El valor de tantos hombres y mujeres idóneos que ejercían
tan noble tarea merece un gran reconocimiento. María Soldano,
Oscar Arabarco y muchos otros, comprometidos y con tan noble tarea.
“Ellos fueron los iniciadores de esta magna gesta, que no es
sólo una cronología de hechos. Aquí lo que más
importa es lo humano, las dificultades y los sentimientos de los protagonistas
de esa época que nos legaron su entusiasmo, sus expectativas
y proyectos a nosotros, que fuimos sus continuadores y hoy, gracias
a Dios, tenemos el privilegio de contarlo”-indicó la
licenciada en enfermería Alba Churrarín-.
Pioneros
Hay personajes dignos de ser rescatados quizás del anonimato
de esta dedicada tarea de brindarse para con el otro en momentos difíciles.
Uno de ellos, el enfermero Benito Segura que cursó sus estudios
en Córdoba y ejerció en el hospital Castro Rendón.
Otro inolvidable, el enfermero Oscar Arabarco así también
como Raúl Calaf. Todos estos grandes hombres dejaron su impronta,
con gran presencia en la comunidad. Ellos, con alma de enfermeros,
realizaban tratamientos domiciliarios y no había día
en que no estuvieran bien dispuestos. Y no había hora para
ellos, porque siempre estaban listos para atender a los necesitados.
Era la “época de la penicilina”.
Dina Tomio llegó a Neuquén a fines de la década
del ‘60, arribó con el título de enfermera graduada
en la “Escuela de la Cruz Roja” de Buenos Aires, convocada
por las Autoridades de Salud de ese entonces, ante el advenimiento
del Sistema de Salud Provincial.
Con el empuje, entusiasmo y perseverancia que la caracteriza rápidamente
se puso a trabajar. Creó el “Departamento Central de
Enfermería” y con suma rapidez visualizó la problemática
existente. Conjuntamente con la Lic. Marta Pizarro de Lima, realizaron
la reconversión del personal “idóneo” en
“Auxiliares de Enfermería”. Fue ardua la tarea
emprendida por estas profesionales que dieron manos a la obra para
organizar el Sistema de Enfermería y Servicios de la provincia.
Entre los años 1984-85 fue creada la “Escuela Superior
de Enfermería” que abrió sus puertas en la calle
Pinar, en lo que era zona de bardas.
Los primeros directivos de la institución fueron la Lic. Eve
Gil y la Lic. Martha Kossoy, ambas profesionales de vital importancia
en la historia de la enfermería de nuestra región.
“Dina estaba en todo –indica Alba Churrarin- se proponía
acciones y las hacia, era una luchadora. Lamentamos que no esté
en este momento en Neuquén porque ella tiene muchas historias
que tuvieron que ver con el pasado, pero también con el presente.
Ella realmente estableció un hito que hoy contiene y sostiene
el futuro de nuestra profesión”.
Organizadoras
Marta Pizarro de Lima tuvo también un papel muy importante
en el desarrollo del Servicio de Enfermería de la Provincia.
Dina Tomio la convocó para organizar el “Departamento
de Enfermería del Hospital Castro Rendón” y coordinar
la capacitación de los “Agentes Sanitarios y Auxiliares
de Enfermería”.
La capacitación se llevó adelante desde Neuquén,
a lo largo de una década y posteriormente le llegó el
turno al interior de la provincia.
Marta Pizarro de Lima, hija de riojanos, había nacido en Buenos
Aires. En 1938, siendo apenas una niña, debió trasladarse
a La Rioja por razones de salud de su padre.
Realizó sus estudios secundarios en Catamarca; universitarios
de Enfermería en la Universidad Nacional de Tucumán
y la licenciatura en Enfermería, en Chile.
Marta se casó con un sanjuanino con el cual tuvo tres hijos,
dos de los cuales nacieron en Neuquén.
“Vine a Neuquén a visitar a una amiga, Teresita Godoy,
quien también fue muy importante en el área de salud,
era educadora sanitaria- indica Martha-. Allí conocí
a Dina que de inmediato me convocó para trabajar en la provincia”.
Eran épocas de gran pujanza, estaba todo por hacer, encontró
gente que la acompañó con la que compartía los
mismos objetivos. El hospital crecía y esto exigía que
el personal se perfeccionara más.
“Eran épocas donde no importaba ni el tiempo dedicado
ni las banderías políticas, nunca preguntaron mi afiliación
–reflexiona Marta- porque yo vine a trabajar. Nuestra labor
era sin descanso, siempre siguiendo el objetivo que nos habíamos
propuesto”.
Neuquina relevante
Otra mujer importante del área de Salud fue y sigue siendo,
Alba Churrarin de Ortega, neuquina, que transcurrió muchos
años de su vida al servicio de la Enfermería.
En el año 2002 se acogió a los beneficios de la jubilación.
Alba ocupó diversos cargos en el Ministerio de Salud, desde
la Jefatura de Unidad de Internación, hasta el cargo de Jefe
del Departamento Central de Enfermería. Trabajó en el
Hospital Castro Rendón la mayor parte de su vida profesional
ocupando diferentes cargos y en servicios diferentes. Con Marta Pizarro
de Lima trabajaron en la organización del “Departamento
de Enfermería del Hospital.
En la década del ‘70, trabajaron en la organización
del Departamento de Enfermería del Hospital y tanto Marta como
Alba fueron respectivamente docente e instructora de la Escuela de
Auxiliares Técnicos de la Medicina y también capacitaron
a los agentes que el Sistema requería.
En el año 1997 Alba fue la propulsora contribuyendo a la puesta
en marcha del proyecto de «profesionalización de los
Auxiliares de Enfermería», dentro del Hospital Regional
Castro Rendón.
Crecimiento del sistema
“El Sistema de Salud Provincial –reflexiona Alba Churrarin-
surge en un momento en que la población tenía grandes
problemas de salud, y viene a dar respuesta a esos inconvenientes,
ya que si bien las instituciones estaban trabajando para paliar la
situación, esto no era suficiente, y por ello se debió
tomar otra postura ante los indicadores alarmantes de morbilidad,
que padecía la comunidad en general. Todo esto hace que vengan
técnicos y profesionales, muchos con experiencia, que sumaron
sus esfuerzos. Y fueron acompañados por la acción de
gobierno que interpretó la necesidad y asumió el dar
respuesta a los problemas de salud. El estado estuvo siempre presente
para hacer los cambios necesarios en toda la provincia. Muchas de
estas cosas se saben. Muchos vivimos y fuimos parte de los cambios,
ésta fue una provincia que sufrió una explosión
demográfica más aún en las principales ciudades.
Y de pronto nos encontramos con un Sistema de Salud que atendía
desde los cuidados primarios en los lugares más alejados hasta
una complejidad mayor en los centros urbanos, indicados por la zonificación
que ya se había diseñado.
De a poco el interior fue cambiando la estructura de los edificios
de los hospitales y se fue dotando de personal con formación.
Enfermeros que vinieron de distintos lugares del país, algunos
todavía viven aquí. Esto también merece un reconocimiento
de parte de toda la enfermería, ya que los colegas que vinieron
de afuera de la provincia, nos ayudaron y apoyaron con su conocimiento
y experiencia y sin mezquindades compartieron con la gente de salud
que se encontraba en el lugar”.
Alba concluye: “como reflexión final, si bien es cierto
que la enfermería está en crisis, debemos recuperarnos,
unirnos en un proyecto común, trabajar para mejorar las situaciones
que nos llevaron a esta crisis, para así responder a la comunidad
que sigue esperando. Existe la voluntad, en muchos enfermeros, de
cambiar el rumbo. Hay aspirantes a la carrera de Enfermería
motivados, sólo se deben poner en marcha proyectos que cambien
la historia”.
(Sobre textos de la lic Vicky Chávez)
Déficit preocupante
En la actualidad, según afirmaciones de Alba Churrarín
“existe un déficit importante de enfermeros en el mundo,
en el país y también en nuestra provincia. Egresados
de los entes formadores son insuficientes, tanto en cantidad como
en calidad. Los entes formadores de la región están
en deuda con la comunidad. Existen en la zona escuelas con distintas
dependencias. Por ejemplo, la Universidad del Comahue en convenio
con la Escuela Terciaria de Salud, tiene una Unidad Académica
con formación de enfermeros, en Zapala con dependencia del
Consejo Provincial de Educación.
La Escuela de Enfermería se encuentra con una suspensión
transitoria; otra en Plaza Huincul que pertenece a la Cruz Roja, también
con dependencia del Consejo, está intervenida por corrupción.
Esta situación pone a la profesión frente a una crisis
de magnitud. Debemos buscar la manera de salir, sabemos que somos
pocos y que la profesión está considerada emergente
pero también sabemos que tenemos una población pobre
y otra empobrecida. Que hay niños y ancianos abandonados a
su suerte, y hay enfermos que no tienen quién los atienda y
en riesgo de enfermar aún más”.
Remedios
El 21 de noviembre, día de Nuestra Señora de los Remedios
fue decretado en la Argentina como día Nacional de la Enfermería.
Internacionalmente es celebrado el 12 de mayo en honor al nacimiento
de Florence Nightingale, creadora de la Enfermería Mundial.
Siempre trabajando
Alba Churrarín es presidente de la Asociación de Enfermería,
coordina la licenciatura en Enfermería con el programa a distancia
de la Universidad Nacional de Córdoba. En el mes de julio pasado
puso en marcha la “Escuela de Enfermería” de nivel
terciario en instalaciones del CEMIC. Alba también pertenece
al “Instituto de Extensión y Capacitación”
dependiente del Consejo Provincial de Educación.
Crecimiento y organización
En el año 1980 se habilitó la torre central del hospital
Castro Rendón sobre la calle Alderete. Una torre de cinco pisos
que permitió ampliar el horario de atención con la incorporación
de especialidades de mayor complejidad.
La atención a los enfermos necesitaba personal de enfermería
con mayor formación. Por esta razón fueron convocados,
por medio de un concurso, enfermeros de todo el país,
El ingreso de este personal contribuyó al crecimiento y pujanza
del hospital Castro Rendón, con un rol importante en la comunidad
de toda la provincia.
Paralelamente, este crecimiento producía otros movimientos
porque al tener mayor complejidad en las instituciones, las organizaciones
intermedias se motivaron para crear colegios profesionales, círculos,
asociaciones.
Así se crea el “Centro de Enfermeros” entre 1970
y 1980. El presidente de este centro fue el enfermero Benito Segura,
y armó las oficinas en su propia casa. En 1983 el sistema de
atención a la población requería mayores y mejores
recursos. Ante la necesidad de marcar “otra tendencia”
en la profesión y favorecer la vida asociativa se creó
la “Asociación Unión Enfermeros del Neuquén”,
cuya presidencia fue ejercida por la Lic. Elsa Magnín.
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