Por Ramiro Morales
El sistema de provisión de energía que tiene el país
mostró el rostro de la economía que el gobierno nacional
se empeña en esconder: la escasez. En las últimas dos
décadas no se registraron inversiones de relevancia para que
esté a tono con el crecimiento del país post devaluación
con el medido boom de las exportaciones.
Se trata de inversiones a largo plazo que requieren que sea el Estado
el encargado de llevarlas adelante o que éste brinde las condiciones
aptas para interesar al capital privado. Ninguna de las condiciones
se observó desde el gobierno nacional que usó todos
sus esfuerzos en intentar tapar el sol con la mano.
Esto derivó en que esta semana se comenzaran a aplicar restricciones
durante ocho horas en las empresas que recurrieron a parar sus líneas
de producción o adelantar vacaciones de su personal. Mientras
tanto, el Estado no da muestras de pretender invertir a largo plazo
pese al suculento superávit que obtiene por el récord
de las exportaciones. Las teorías económicas indican
que las épocas de vacas gordas son aptas para planificar obras
de envergadura para que oficien de fuelle en los ciclos económicos
bajos.
Tampoco se observa una política destinada a dar garantías
de seguridad jurídica al capital privado.
El gobernador Jorge Sobisch había adelantado estos problemas
hace dos años cuando insistía en aplicar una política
tarifaria que fuera atractiva para que se pueda invertir en la capacidad
de transporte –el talón de Aquiles del sistema- sin que
ésta afecte a los menos desposeídos. La advertencia
cayó en saco roto cuando recibió respuestas de índole
política por su no pertenencia a la ideología oficial.
Ahora, como él dice, el tiempo le dio la razón.
El cuidado de los bienes públicos
El gobierno provincial adelantó los argumentos por los que
considera que debe apelar el fallo de primera instancia que favoreció
a la Asociación Trabajadores de la Educación del Neuquén,
Aten, organización a la que se había acusado por las
roturas en la Casa de Gobierno. La jueza Julia Buisson de Baggio entendió
que el edificio había quedado a merced de los manifestantes
cuando se retiró el gobernador Jorge Sobisch el jueves 5 de
abril tras brindar una conferencia de prensa, a pocas horas de la
muerte del docente Carlos Fuentealba.
Ahora bien, dónde queda la protección de los bienes
públicos ya que, a partir del fallo, se puede inferir que cualquiera
puede provocar destrozos en entidades y organismos oficiales, sin
recibir ningún castigo por ello.
Entonces, los edificios públicos pueden ser atacados por cualquier
individuo, por ejemplo, los fines de semana. En ese caso, ¿Serán
responsables los funcionarios que no estuvieron en el lugar o quién
destroza el lugar?
Esta situación, que es difícil de interpretar, merece
una reflexión que va en la dirección opuesta: no se
deben confundir los bienes públicos con los gobernantes.
Reuniones formales e informales
La carrera hacia las elecciones municipales de octubre en Neuquén
capital entró en una etapa trascendental esta semana cuando
el diputado nacional Oscar Massei anunció el lanzamiento de
su candidatura a intendente.
Un análisis inmediato de la postura de Massei podría
ser los resultados electorales que tuvo la oposición en lo
que va del año en los comicios comunales en las principales
ciudades de la provincia.
El llamado a todos los sectores de la oposición provincial
a confluir en una gran frente fue una de las primeras aseveraciones
de Massei, que tuvo su correlato con una reunión con otro de
los candidatos, Jesús Escobar.
Pero el mayor desafío para estos sectores será lograr
que el ex candidato a gobernador e intendente de Neuquén capital,
Horacio Pechi Quiroga, esté dispuesto a sumarse, sin resignar
la postulación de su delfín político, Martín
Farizano, quien por el momento se ha mostrado tajante en la defensa
de su candidatura.
Massei y Escobar dieron el puntapié y ahora le pasan la pelota
al resto de los sectores opositores, principalmente al quiroguismo
y a Unión de los Neuquinos, que lo tiene como candidato al
abogado Mariano Mansilla.
Según dejaron entrever los cuatro candidatos a intendente de
la oposición, todos han mantenido reuniones informales con
los otros sectores para comenzar a tantear el terreno en busca de
la unidad, aunque por el momento, ninguno renunciará a sus
aspiraciones a ser jefe comunal capitalino.
Por el momento, el candidato del Movimiento Popular Neuquino, José
Brillo, está considerablemente por encima de cualquiera de
los dirigentes de la oposición, luego de su aplastante triunfo
en la interna y su ratificación como jefe de campaña
del MPN en Neuquén capital en los comicios provinciales del
3 de junio.
De igual manera, faltan cuatro meses para las elecciones, que es mucho
tiempo en política y más aún en la neuquina.
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