Uribe comparó el sufrimiento
de rehenes con el de los judíos
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París (AFP-NA) > El
presidente colombiano Álvaro Uribe insistió en el carácter
«terrorista» de las FARC y en su voluntad de combatirlas
como tal, aunque destacó que ahora está dispuesto a un
acuerdo humanitario, tras reunirse el lunes en París con su homólogo
francés Nicolas Sarkozy.
La cuestión las FARC creó en las últimas semanas
tensiones entre Colombia y Venezuela, donde la Asamblea Nacional reconoció
a esa guerrilla, y a la del ELN, el estatuto de grupos beligerantes,
conforme a una propuesta del presidente Hugo Chávez.
Ya el domingo, en un primer encuentro con la prensa a poco de llegar
a París, Uribe usó términos como «terrorismo»,
«narcotráfico» y «crimen» al referirse
al accionar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Ayer, antes de entregar los escasos detalles sobre su encuentro con
el presidente francés, Uribe llamó la atención
sobre las imágenes de guerra en la selva y acciones de la Policía
que se proyectaban en la sala de la Casa de América Latina, donde
tuvo lugar la conferencia de prensa.
Uribe realiza en París la primera etapa de una gira por Europa,
que comprende también Bruselas, Madrid y Davos, en Suiza.
Uribe destacó el carácter «constructivo» y
lleno de «franqueza» de su encuentro con su colega francés,
antes de recordar que en una visita que efectuó a París
cuando aún era presidente electo, Sarkozy, por entonces ministro,
expresó su apoyo a la política de «seguridad democrática»
que proponía en su programa.
Sarkozy «entendió que yo había sido elegido como
una rebelión del pueblo colombiano contra el terrorismo que tanto
ha maltratado a los colombianos», subrayó Uribe.
El presidente colombiano puso todo su empeño en demostrar que
las acciones de las FARC correspondían a crímenes de lesa
humanidad.
La guerrilla «tortura a los secuestrados de la misma manera que
en los campos de concentración de Europa se torturó a
los judíos», ilustró.
No obstante, el presidente colombiano hizo hincapié en mostrarse
en una posición más abierta frente a un acuerdo humanitario
-para canjear presos de las FARC por rehenes en manos de esa guerrilla-
que la que tenía en el momento de ser elegido.