Fue el lugar de detención de
María Estela Martínez de Perón en 1976, y de descanso
de otros ex presidentes, constitucionales y militares. Villa
La Angostura > Imponente. Sesenta y seis años después
de que se finalizara su construcción, así luce la residencia
El Messidor, como desafiando al paso del tiempo, erguida sobre una
plataforma natural, rodeada de jardines y a pocos metros del lago
Nahuel Huapi y de los acantilados de la Península de Quetrihué.
Por sus habitaciones y pasillos pasaron desde los ex presidentes Raúl
Alfonsín, Carlos Menem, el rey Juan Carlos de España,
hasta el emperador japonés Hirohito.
La provincia de Neuquén la compró en 1964 por 17 millones
de pesos de entonces, y la transformó en residencia oficial.
Desde esa fecha ha sido elegida por los gobernadores para descansar
y planificar estrategias políticas.
De hecho, el ex mandatario provincial Jorge Sobisch pasó varios
veranos en El Messidor. Fuentes partidarias confiaron que allí
armaba la agenda política de la primera parte del año
y festejaba su cumpleaños. Ahora, el gobernador Jorge Sapag
la utiliza para hacer un paréntesis entre los viajes que realiza
a Buenos Aires y al interior de la provincia.
Aunque hay diferencia entre ambos. Sobisch autorizó recitales
gratuitos al aire libre por intermedio de la Secretaría de
Cultura y hasta abrió las puertas de la residencia a los turistas
nacionales y extranjeros, cuando intentaba ganar espacio en su frustrada
campaña presidencial.
Sapag, en cambio, prefiere la discreción y casi no se ha mostrado
durante su estadía ni ha mantenido contacto con la prensa ni
con dirigentes políticos locales.
Sólo mantuvo una reunión a principios de mes con el
intendente Ricardo Alonso, que se realizó a solas, y de la
que no se informó oficialmente.
Las paredes de granito de la residencia son testigos silenciosos de
numerosos hechos históricos y de tramas políticas que
hasta ahora sólo conocen sus protagonistas, porque son pocos
los relatos que cruzaron las piedras labradas del castillo. La custodia
en la garita de acceso al camino sinuoso que lleva hasta la residencia
es la señal de la reserva que quiere el poder.
Allí, en una de sus habitaciones la ex presidenta María
Estela Martínez de Perón –Isabelita- estuvo detenida
tras el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 por orden de la Junta
Militar.
Permaneció siete meses prisionera en la mansión de estilo
francés, bajo una fuerte custodia.
Su construcción
La idea de construir la residencia empezó a germinar, según
el libro “Una aldea de montaña”, del historiador
y periodista local Yayo de Mendieta, en 1939. En esa época
Sara Madero de Demaría quiso conocer el lugar y comprobar los
elogios que su primo, Ezequiel Bustillo, prodigaba por la belleza
natural del lugar. Pero la construcción comenzó en 1940
y finalizó en enero de 1942. Este mes, la residencia El Messidor
cumplió su aniversario sesenta y seis y sigue generando la
misma fascinación que causó a los visitantes que la
conocieron (ver aparte).
Pero lo llamativo es el hermetismo que rodea la residencia y lo poco
que se conoce en Villa La Angostura de los entretelones de las estadías
de ex presidentes constitucionales o de facto, como Juan Carlos Onganía,
quien fue uno de los primeros en disfrutar del aislamiento de la residencia.
Quizás por eso la eligen para descansar. Porque en El Messidor
no hay servicios que se pueden encontrar en otros alojamientos tradicionales
y de primer nivel. No tiene cancha de tenis, ni pileta climatizada.
Sólo abunda la naturaleza y la tranquilidad.
Desde Onganía hasta Hirohito
El gobernador, Jorge Sapag, pasó las fiestas de fin
de año en El Messidor y retorna a Villa La Angostura durante
los fines de semana.
Villa La Angostura > La residencia El Messidor
hospedó desde la década de los sesenta hasta ahora a
ex presidentes, políticos de peso y gobernadores. También
se alojaron allí el rey de España, Juan Carlos, y el
emperador de Japón, Hirohito.
Así lo reflejaron crónicas de la época. El ex
presidente de facto Juan Carlos Onganía fue el primer visitante
de renombre y el ex presidente Raúl Alfonsín estuvo
hospedado en El Messidor, tras su traumática renuncia anticipada
en 1989.
También Carlos Menem disfrutó de la tranquilidad del
lugar, aunque durante un paseo en gomón por el Nahuel Huapi
lo picó una «chaqueta amarilla» que le dejó
la cara hinchada, según informó el diario «Clarín»
en enero de 2001.
Los ex ministros del Interior de la gestión menemista Carlos
Corach y de Justicia, Rodolfo Barra, y el ex gobernador de Buenos
Aires, Carlos Ruckauf, pasaron por la residencia.
El ex vicepresidente Carlos «Chacho» Álvarez y
la ex ministra de Desarrollo Social Graciela Fernández Meijide
frecuentaron los jardines de El Messidor, y Fernando de la Rúa
estuvo de visita cuando era senador.
El ex gobernador Jorge Sobisch eligió la residencia para descansar
en enero durante gran parte de sus dos mandatos. Allí comentan
que comenzó su relación con Mauricio Macri en 2004.
El actual gobernador, Jorge Sapag, pasó las fiestas de fin
de año en El Messidor y retorna a Villa La Angostura durante
los fines de semana para descansar junto a su familia, aunque en estricta
reserva.
Una edificación con estilo francés
El Messidor significa en francés “mes de oro”,
que corresponde a octubre, cuando las espigas relucen.
Villa La Angostura > Dos años demandó la
construcción de la residencia El Messidor, sobre un predio
de 32 hectáreas que la Dirección de Parques Nacionales
adjudicó a Sara Madero de Demaría, en 1939.
El compromiso era construir una edificación en un plazo de
5 años. Madero de Demaría levantó primero una
casa de troncos, relata el historiador y periodista local Yayo de
Mendieta, en su libro “Una aldea de montaña”.
La mujer era prima de Ezequiel Bustillo, quien era director de Parques
Nacionales, y le encargó al arquitecto y pariente Alejandro
Bustillo la obra que se inspiró en una casa de un doctor de
apellido Schutz, en San Isidro, Buenos Aires, aunque el proyecto se
amplió.
“La casa la hicimos de piedra porque yo le tengo mucho miedo
a los incendios. Todo ese granito y el material era de la zona”,
contó la primera propietaria en una entrevista que se publicó
en enero de 1995 en el diario local «Pionero».
La construcción comenzó en 1940 y finalizó en
enero de 1942. El constructor fue Pedro Longaretti. Tiene sótano,
planta baja y alta y casi toda construida por piedra labrada, techo
de pizarra gris y revestimiento interior de madera fina de ciprés
que fue traída en lanchones desde Bariloche.
El Messidor significa en francés “mes de oro”,
que corresponde a octubre, cuando las espigas relucen.
La venta de la residencia se produce a instancias del ex senador Elías
Sapag, afirmó Madero de Demaría. “Se presentó
para asustarme un poco que iban a aumentar los impuestos. En fin,
una manera diplomática de pedirme la casa, y a mí no
me venía mal la idea porque era una casa muy difícil
para vender, entonces me dijo que sería para la provincia del
Neuquén y me pareció un lindo destino”, sostuvo.
Las primeras gestiones para comprarla las hicieron en abril de 1964
el ex senador por el MPN Francisco Capraro y Jorge Doroteo Solana,
quienes solicitaron un préstamo ante la Dirección Nacional
de Turismo.
Luego, el ex gobernador Felipe Sapag gestionó ante la Legislatura
provincial la aprobación de una partida presupuestaria para
la compra. La operación se realizó en diciembre de 1964
y la provincia pagó 17 millones de pesos autorizados por la
Ley 338 de ese año.
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