La Paz (Télam) >
El gobierno de Brasil y Petrobras acordaron esta semana invertir en
hidrocarburos entre 750 y 1.000 millones de dólares en Bolivia,
en un acuerdo firmado por los mandatarios de ambos países que
implica superar una etapa conflictiva tras la nacionalización
de ese recurso boliviano.
La firma de este acuerdo implica además un fuerte respaldo político
al presidente Evo Morales, en momentos en que los prefectos de las regiones
más ricas del país rechazan la nueva Constitución
y plantean declararse autónomos del estado boliviano.
Las inversiones brasileñas en hidrocarburos bolivianos se centrarán
en el megacampo San Alberto, para mantener los actuales niveles de producción
y exportación de gas al mercado de San Pablo, pero también
a aumentar en 8 millones de metros cúbicos diarios la producción
en otros yacimientos desde el 2011. «Vinimos a traer un mensaje
de solidaridad para reafirmar la disposición de Brasil para contribuir
a que Bolivia encuentre el camino de la estabilidad y desarrollo económico
y social», dijo el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula
da Silva, citado por la agencia estatal ABI.
Agregó, dirigiéndose a Morales, que «en este momento
de perturbaciones políticas, si pudiera darte un consejo, sin
inmiscuirme en la política de Bolivia, (sería) paciencia
y más paciencia. El pueblo boliviano en su grandeza sabrá
dictar los rumbos que van a consolidar la democracia «, agregó.
Morales respondió que «este encuentro desbloquea las inversiones
de Brasil en Bolivia», y reiteró que su país reconoce
el liderazgo regional de Brasil y a Lula «como hermano mayor.
Antes dirigentes, ahora presidentes; buscando justicia social».
La visita del presidente Lula a su colega boliviano también derivó
en el apoyo a la construcción de un corredor transoceánico
Atlántico-Pacífico, con la participación ayer de
la mandataria chilena Michelle Bachelet; de complejos petroquímicos
por parte de la brasileña Braskem, además de la entrega
de 390 tractores agrícolas para la modernización del área
rural de Bolivia. «Estamos logrando ajustar nuestras diferencias.
Vamos a iniciar una nueva etapa en nuestras relaciones con inversiones,
cooperación y acciones conjuntas», dijo Lula tras la firma
del acuerdo energético y de otros convenios binacionales, informó
la agencia alemana DPA.
Petrobras y la estatal boliviana Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos (YPFB) también acordaron que la petrolera brasileña
le pagará a Bolivia 180 millones de dólares adicionales,
retroactivos a enero de este año, por los ricos componentes líquidos
que acompañan al gas natural que exporta ese país a Brasil,
especialmente al polo industrial de San Pablo.
Los convenios fueron firmados por los ministros de Hidrocarburos de
Bolivia, Carlos Villegas, y de Minas y Energía de Brasil, Nelson
Hubner, y por los presidentes de Petrobras, Sergio Gabrielli, y de YPFB,
Guillermo Aruquipa.
Los anuncios del gobierno brasileño y Petrobras abren una nueva
etapa en las relaciones energéticas con Bolivia, signadas este
año por el congelamiento de las inversiones tras la nacionalización
de los hidrocarburos el 1 de mayo de 2006 y luego por la obligación
de Petrobras de vender a YPFB en 112 millones de dólares dos
refinerías que operaba.
Los presidentes de Bolivia y Brasil también intercambiaron condecoraciones.
Morales entregó el «Cóndor de los Andes» y
Lula otorgó el «Cruzeiro do Sul».
Otro hecho significativo para los bolivianos es la construcción
de dos puentes que unirán a ambos países que tienen 3.000
kilómetros de frontera común.
El primer puente unirá Guayaramerín (Bolivia) y Guajara
Mirim (Brasil), y el segundo se levantará entre el departamento
boliviano de Pando y el estado brasileño de Acre.
Lula proseguirá hoy viaje a Montevideo en su gira sudamericana
tras respaldar la cruzada que realiza Evo Morales, por la defensa del
fútbol en altura, que nuevamente está en duda por una
reciente disposición de la FIFA que prohíbe jugar a más
de 2.700 metros de altitud.
Ambos mandatarios, reconocidos hinchas de este deporte, jugaron un partido
de fútbol en la residencia de la embajada de Brasil en La Paz
para respaldar simbólicamente el reclamo de Morales.