En la España imperial del siglo XVII,
Diego Alatriste, valeroso soldado al servicio de su majestad, combate
en una guerra en las frías tierras de Flandes. En una emboscada
de los holandeses, Balboa, amigo y compañero de armas, cae herido
de muerte. Alatriste escucha de los labios de su amigo una última
petición y promete cumplirla: cuidará de su hijo Íñigo
y le alejará del oficio de soldado.
A su regreso a Madrid, Alatriste se encuentra con un imperio moribundo.
La misma España en la que Quevedo y Góngora escriben sus
versos, Velázquez pinta sus cuadros, y Lope de Vega estrena sus
comedias, se desmorona ante la impasibilidad de su Rey. La corte de
Felipe IV, dominada por las intrigas y la corrupción, es manejada
a su antojo por el Conde Duque de Olivares, con el apoyo de la Santa
Inquisición.
El propio Alatriste, que ahora malvive alquilando su espada al mejor
postor, se verá implicado en una de estas maquinaciones cuando
es contratado junto a otro mercenario, el italiano Gualterio Malatesta,
para dar muerte a dos misteriosos personajes ingleses que llegan de
incógnito a Madrid.
El destino del espadachín quedará marcado cuando, intuyendo
algo turbio en el siniestro encargo, decide perdonar la vida a los dos
extranjeros y enfrentarse a Malatesta, que pretendía terminar
el trabajo. Esa noche se ganará algunos poderosos enemigos que
intentarán destruirlo durante toda su vida.
Basada en la reconocida serie de novelas de Arturo Pérez-Reverte,
la película fue dirigida por Agustín Díaz Yanes,
y es hasta el momento la más cara de la historia del cine español:
costó unos 24 millones de euros.
Además de contar con Viggo Mortensen en el papel principal (fue
su primer trabajo en la lengua de Cervantes), en el elenco están
Eduardo Noriega, Unax Ugalde, Eduard Fernández, Elena Amaya y
Pilar Bardem.
En el filme pueden apreciarse con lujo de detalle algunos aspectos si
no ignorados, al menos poco conocidos del período que pasó
a la historia como “Siglo de Oro español”: los trabajos
que tomaban los soldados desempleados, los complots cortesanos, la política
exterior, las letras, el teatro, por sobre todo, la vida cotidiana del
por entonces país más poderoso del mundo.
Como incentivo extra para verla, vaya el dato de que “Alatriste”no
pasó por las salas de cine de la Argentina, donde ahora se estrena
directamente en DVD.