La magia de las Mil Millas
Sport se despidió de la Cordillera
Los autos clásicos deleitaron
a los «tuercas» de la
región cordillerana.
La competencia final
unió San Carlos de Bariloche, El Bolsón y el Lago Puelo.
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Los autos clásicos y sport
que deslumbraron por las rutas de la región finalizaron ayer
la tradicional prueba.
Bariloche > El telón de las Mil Millas Sport
se cerró ayer. Los autos clásicos de distintas épocas
que circularon por las rutas de la región cordillerana entregaron
la última cuota de magia y fascinación en la prueba final
que unió Bariloche, El Bolsón y Lago Puelo.
La tradicional competencia que premia la regularidad y la destreza de
los binomios que participan quedó casi en un segundo plano frente
al hechizo que generan los autos que resisten intactos el paso de los
años.
La edición 19 fue organizada por Club de Automóviles Sport
de la República Argentina. Las Mil Millas está considerada
la más importante del Campeonato Nacional de Sport Historico
de regularidad. Y como cada año recorrieron las ciudades de la
región cordillerana de las provincias de Neuquén, Río
Negro y Chubut.
En esta ocasión intervinieron 174 coches y finalizaron alrededor
de 150 tras algunos abandonos. El striker Squire, fabricado en 1917,
en Estados Unidos, y pintado como un cebra metálica marcó
el inició de cada etapa.
Pero los aplausos y la admiración se los llevaron además
piezas de colección como el Ford T Baquet, de 1924, el Hudson
Bestium, el Bugatti T37 y Alfa Romeo; todos de 1926. También
el Chrysler 75 Le Mans, de 1929 y la belleza de los Jaguar, los Mercerdes
Benz y los Porsche.
La presencia del tenista David Nalbandian junto al corredor de Rally
Marcos Ligato, a bordo de un Jaguar XK 120 DHC de 1953, fue otro atractivo
de la competencia. Aunque Nalbandian tuvo que soportar en algunos puestos
de control el asedio de los admiradores y hasta el planteo de demandas
sociales, como ocurrió en el Centro Cívico de Bariloche,
donde una mujer le entregó una carta de un grupo de discapacitados.
Anoche, las máquinas descansaban en el parque cerrado del Hotel
Llao Llao, que fue el centro de operaciones de la prueba.
Todas volverán a rugir el año próximo, cuando se
festejen los 20 años de la competencia. Los organizadores ya
anunciaron que la fiesta será extraordinaria.