Según la Policía, un
preso de la u9 con salidas transitorias fue quien
agredió a Servando Espíndola.
Centenario > El caso
del joven desaparecido, José Ignacio Tissera, navega aún
en el misterio. Finalmente se supo que el puestero que encontró
la ropa del chico en la meseta fue golpeado por un convicto y no por
alguien que quiso obtener información del caso como se pensó
en un principio.
La información fue suministrada por la Policía local,
que afirmó que la golpiza recibida por Servando Espíndola
fue perpetrada por un preso que tenía libertad transitoria
y que intentó escapar por la meseta.
El puestero había dicho públicamente que su golpiza
en el puesto Núñez –ubicado a 12 kilómetros
al Noroeste de Centenario- había sido para extraerle información
acerca del paradero del joven Tissera.
Fuentes policiales afirmaron que se trató de un preso de la
U9 que intentó escaparse hacia Cutral Co, e increpó
al puestero para robarle un caballo.
«La verdad no se que hay detrás de esto, y porque inventaron
estas historias. El papel que le mostró esta persona no era
una orden judicial, sino el certificado de salida transitoria de la
cárcel», afirmaron las fuentes.
Espíndola fue el puestero que vio las ropas de la mochila del
joven Tissera. Trascendió que hoy trabaja en San Patricio del
Chañar y que desde la golpiza recibida ya no trabaja más
en el puesto, cuidando animales en un campo.
Tissera desapareció el 10 de octubre pasado, y por última
vez fue en hojotas y con una mochila. Supuestamente según el
padre, Robustiano Tissera, el joven se fue hacia la meseta porque
«con estrés y miedo al fracaso».
Pero el caso se tornó más complejo a medida que pasó
el tiempo y la Policía –según una denuncia de
la madre- había comenzado a investigar las relaciones que tenía
con su padre, por un supuesto «conflicto familiar».
La Policía buscó por cielo y tierra, pero el muchacho
aún no aparece, y las esperanzas de encontrarlo con vida en
la meseta «son casi nulas», según confiaron ayer
fuentes policiales que investigan la desaparición.
La hipótesis de un presunto homicidio no se descarta, aunque
los uniformados no cuentan con una pista firme que les abra caminos
hacia esa dirección. «Igual seguimos investigando»,
dijo ayer la Policía. |