Neuquén > Tres chicas
de 12, 14 y 16 años, habrían sido abusadas por su propio
padre, de 42, en una precaria vivienda ubicada en la localidad de San
Patricio del Chañar. Las primeras investigaciones judiciales
dieron cuenta de que se podría tratar de tocamientos, auqnue
se aclaró que resulta prematuro avanzar en la conducta penal
del acusado ya que el juez de la causa, Juan José Gago, debe
resolver diligencias procesales cuyos resultados aún se desconocen.
Las tres menores fueron examinadas ayer por peritos del Gabinete Forense
del Poder Judicial. Además, se dispuso que las chicas permanezcan
por algunos días en esta capital para ser asistidas por psicólogas
del mismo Gabinete.
Fuentes judiciales confirmaron a La Mañana de Neuquén
que la madre de las adolescentes se presentó espontáneamente
en horas de la noche del martes en la Comisaría 13 de la localidad,
y denunció el grave delito.
Las fuentes aseguraron que una de las víctimas, se presume la
menor que concurre a una escuela primaria, confesó a su maestra
los presuntos abusos a los que era sometida por su padre.
En forma inmediata la docente se habría contactado con autoridades
de la Municipalidad, y las chicas fueron auxiliadas por una Asistente
Social de la comuna, mientras que directivos del colegio se ocuparon
de dar con el paradero de la madre de las chicas.
Arresto
Las fuentes consultadas aseguraron que el sospechoso fue arrestado
por efectivos policiales en las primeras horas de la mañana
de ayer, por disposición del juez.
Trascendió que el hombre no ofreció resistencia alguna
y que habría señalado a uno de los uniformados que desconocía
las causas que se le incriminaban.
El juez Gago habría dispuesto trasladar al sospechoso a esta
ciudad con la idea de tomarle declaración indagatoria, diligencia
procesal que podría realizarse hoy o mañana.
El titular del Juzgado Dos procura reunir elementos de prueba sustanciales
en el caso y para ello resolvió someter a las menores a la
Cámara Gesell.
El procedimiento, que se aplica en esta provincia desde comienzo de
año, consiste en ubicar a la víctima en una sala acompañada
únicamente por una psicóloga. En otra oficina contigua,
separada de la primera con un vidrio espejado, se ubican el juez de
la causa, el fiscal y el defensor y, ademas, una persona del Tribunal
que se ocupa de filmar todas las secuencias del acto procesal.
En ningún momento el juez, ni las partes, tienen comunicación
con el menor. De ser necesaria una pregunta el magistrado la formula
a la Psicóloga por teléfono. La respuesta de la menor
presuntamente abusada también es trasmitida por la Psicóloga. |