Por angel castillo
El clima político tuvo, durante la semana, un encuentro «cumbre»
que puede influir en el futuro mapa provincial y nacional.
Las consecuencias de la crecida histórica que sufrió
Neuquén provocó que dos patagónicos que hacía
muchísimo tiempo no estaban cara a cara volvieran a verse.
El presidente de la Nación y ex gobernador de Santa Cruz, Néstor
Kirchner y Jorge Sobisch, gobernador de la provincia patagónica
más pujante y cuya aspiración es ocupar, desde 2007
el sillón presidencial, se encontraron en Buenos Aires.
El martes, por primera vez, se vieron a solas en la Casa Rosada los
dos hombres fuertes de la Patagonia.
A diferencia de los habituales encuentros, por lo general cortos y
acompañado por alguno de sus hombres de confianza del gabinete,
con el gobernador neuquino la reunión duró una hora
y no sólo se habló del temporal sino de política.
De política, a pesar de no ser un dato nuevo, Néstor
Kirchner habría confirmado a Jorge Sobisch que no será
candidato a presidente, o lo que es lo mismo no buscará la
reelección en 2007. Aunque tampoco le habría explicado
si sería Cristina Fernández la elegida para buscar en
las urnas el cargo más importante de la Nación.
Pero el mismo Sobisch dudo de la veracidad de esa afirmación
y con una sonrisa dijo ante las cámaras que no le creía.
Pero en cambio Sobisch, reafirmó su intención de competir
con Kirchner, su esposa o quién represente al oficialismo,
por la presidencia en octubre del año próximo.
El río
En lo que respecta a las consecuencias por las crecidas, el neuquino
volvió con un apoyo económico de alrededor de 65 millones
para ayudar a paliar los daños que provocó la histórica
crecida del río Neuquén.
También le dijo que avanzara con el proyecto de Chihuido II
como una de las represas que necesita el río Neuquén
para controlar una crecida anormal como la que aconteció el
jueves 13 de julio y que barrió el pueblo de Sauzal Bonito.
La crecida histórica del Neuquén pudo haber sido un
serio problema para más de un millón de habitantes y
las consecuencias sobre la economía nacional hubieran sido
impactantes. Se esperaban 8.000 metros cúbicos por segundo
y el pico de la crecida fue de 10.300, muy poco estuvo de llegar al
límite de contención de la represa de Portezuelo.
Se inundó parcialmente el yacimiento Loma La Lata que obligó
a dejarlo inactivo por un par de horas y activar la inyección
de otros yacimientos. El río Neuquén no está
regulado y las inversiones que se necesitan para construir diques
son de una magnitud tal que se requiere la participación de
los estados provincial y nacional.
Neuquén avanzó en la licitacitación de una de
las represas a partir de la presentación que hizo la mendocina
IMPSA que quedó en la nada porque no se pudo obtener financiamiento.
Existe otro proyecto, el de Chihuido I, que impulsó la empresa
Cartellone. En su momento ambas empresas pugnaban por el aval legislativo
en un parlamento permeable a los reclamos de Cutral Co y Plaza Huincul
tras la rescisión del contrato con una empresa de fertilizantes.
La puja fue por la cantidad de hectáreas que iban a regar en
esa zona con la construcción de canales desde el hipotético
dique, pero la contención de la crecida histórica quedó
en un segundo plano. El complejo Cerros Colorados quedó a medio
terminar cuando Hidronor acometió estas obras. Era otro país.
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