Buenos Aires (Télam) >
La presidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner, afirmó
ayer que deja un Parlamento «diferente, prestigiado por el voto
popular, y valorizado por la sociedad», y llamó a contribuir
a la reconstrucción de la «institucionalidad» en
el país.
En su discurso de despedida y renuncia a la banca de senadora, a la
que había asumido en 2005, Cristina Fernández resaltó
también que el Congreso Nacional actual «terminó
con la cultura de la impunidad», al sancionar la nulidad de las
leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
Durante el acto realizado poco antes del mediodía, estuvo presente
el presidente el presidente Néstor Kirchner, acompañado
por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
La presidenta electa habló por última vez como senadora
y mencionó como un logro del oficialismo y «de todos los
argentinos» la «reconstrucción» institucional
del Parlamento, tras el «escándalo» de 2001 cuando
se denunció el pago de sobornos en la cámara alta para
aprobar la ley de Reforma Laboral, durante el gobierno de la Alianza.
«Nos vamos de un Parlamento que fue prestigiado por el voto popular,
que fue denostado mediáticamente, pero valorizado de una forma
diferente por la sociedad, por lo menos a la hora de expresar su voluntad
inapelable en las urnas», reflexionó. Cristina Fernández
marcó su certeza de que la visión reflejada en los medios
no siempre se condice con la «realidad».
Señaló que es «curioso» que si bien hubieron
«muchas cámaras ocultas», no fueron periodistas quienes
filmaron días atrás el intento de soborno por parte de
empresarios a diputados nacional para frenar la aprobación de
una ley. Se refirió así a una filmación del supuesto
soborno para frenar la aprobación de una ley de tickets de comida.