Los militares están acusados
de haber integrado una «asociación ilícita»
que durante la década del 70 hizo funcionar una maquinaria del
horror. Buenos Aires (NA) > El ex dictador
Jorge Rafael Videla y otros 16 represores serán juzgados en
un proceso oral por su participación en el denominado «Plan
Cóndor», pergeñado por las distintas dictaduras
latinoamericanas en la década del 70, según dispuso
el juez federal Sergio Torres.
Entre los militares que serán juzgados están el ex ministro
del Interior Eduardo Harguindeguy, el ex gobernador tucumano Antonio
Bussi y el represor Cristino Nicolaides. En el proceso oral también
se analizará la conducta de Luciano Benjamín Menéndez,
Santiago Riveros y Eduardo De Lío.
Además, se apunta contra Carlos Caggiano Tedesco, Ramón
Díaz Bessone, Antonio Vañek, Juan Pablo Saa, Carlos
Tragant, Bernardo Menéndez, Jorge Carlos Olivera Rovere, Antonio
Guañabens Perelló, Carlos Landoni y Ernesto Alais.
Los militares están acusados de haber integrado una «asociación
ilícita» que durante la década del 70 hizo funcionar
la maquinaria del Plan Cóndor consistente en la colaboración
de los gobiernos de facto de distintos países latinoamericanos
para perseguir y asesinar opositores sin fronteras.
En la causa judicial el plan fue calificado como la «concertación
de un acuerdo criminal», entre los gobiernos de Argentina, Chile,
Paraguay, Bolivia, Brasil y Uruguay para la «comisión
de ilícitos».
A partir de las actividades del «Plan Cóndor»,
los opositores políticos eran detenidos en cualquier país
y luego eran trasladados a su país de origen.
Por ejemplo, se estima que en Uruguay desaparecieron 32 personas,
pero que al menos 150 uruguayos fueron capturados y asesinados en
Argentina.
Entre los más de 70 casos de desapariciones forzadas investigados
en la causa se encuentra el de María Claudia Irureta Goyena
de Gelman -nuera del escritor Juan Gelman- y el de dos legisladores
uruguayos, Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz,
quienes fueron asesinados en Buenos Aires en 1976.
El 28 de julio del año pasado la Cámara Federal había
confirmado los procesamientos de los militares imputados por los presuntos
delitos de «privación ilegal de la libertad y asociación
ilícita agravada».
La asociación ilícita agravada es una figura que prevé
una pena de 5 a 20 años de prisión y se utiliza para
casos en los que se probó la puesta «en peligro la vigencia
de la Constitución nacional».
Según sostuvieron los jueces en esa oportunidad, «en
ocasiones las Fuerzas Armadas o servicios de inteligencia actuaban
en un país ajeno para privar ilegalmente de la libertad ambulatoria
a individuos para luego trasladarlos a su país de origen, o
bien, procedían a su eliminación física en el
territorio del país extranjero».
De todos los procesados, el único que continúa cumpliendo
arresto domiciliario es Videla, puesto que el resto recuperó
su libertad en forma provisional -hasta que se desarrolle el juicio
oral y público- por un fallo de la Cámara de Casación
Penal. No obstante muchos de los acusados cumplen prisión preventiva
por otras invesitgaciones. |