La decisión de Musharraf fue
producto de la fuerte presión ejercida sobre el presidente por
Occidente y la oposición política pakistaní.
Rawalpindi (dpa) > El presidente de Pakistán,
Pervez Musharraf, renunció ayer como jefe de las Fuerzas Armadas,
cargo que había ocupado durante los últimos nueve años,
mientras que la emisora televisiva Dawn informó que el estado
de excepción, decretado el 3 de noviembre, se levantará
probablemente en las próximas 48 horas.
Durante una ceremonia celebrada en el cuartel general del Ejército
en Rawalpindi, Musharraf, de 64 años, entregó el mando
al general Ashfaq Parvez Kayani, un hombre de confianza del presidente.
Musharraf había elegido a Kayani, de 55 años, como su
sucesor al frente de las Fuerzas Armadas y el 2 de octubre lo había
nombrado vicejefe del Estado Mayor. Antes de asumir el mando militar,
Kayani había dirigido el servicio secreto militar de Pakistán
(ISI).
Hoy, Musharraf prestará juramento como «presidente civil»
para un segundo mandato de cinco años. La decisión de
Musharraf de renunciar como jefe de las Fuerzas Armadas fue producto
de la fuerte presión ejercida sobre el presidente por Occidente
y la oposición política pakistaní.
«Puede ser que me haya quitado el uniforme, pero mi corazón
y mis pensamientos siempre estarán con ustedes», afirmó.
El fiscal general, Malik Mohammed Qayyum, levantará el estado
de excepción en el país en las próximas 48 horas.
Su decreto del 3 de noviembre provocó fuertes críticas
internas e internacionales.
Con su levantamiento y con su renuncia a la jefatura del Ejército,
el presidente paquistaní cumpliría las exigencias clave
de la oposición. Qayyum añadió que Musharraf
jurará en Islamabad su próximo mandato ante la Constitución
completa y no ante la versión reducida vigente durante el estado
de excepción.
Bhutto, contenta
El Partido Popular de Pakistán (PPP), de la líder opositora
Benazir Bhutto, saludó que Musharraf dejara el uniforme militar.
El vicepresidente del partido, Makhdum Amin Faheem, destacó
que es «una buena decisión del general Musharraf dimitir
de la jefatura del Ejército y debo decir que se trata de una
transición pacífica del poder».
Sin embargo, consideró que la oposición en su conjunto
es la que debe decidir sobre una futura cooperación con Musharraf
como presidente civil.
El líder del partido gobernante, la Liga Musulmana de Paquistán-Q,
Chaudhry Shujaat Hussain, dio la bienvenida el nuevo jefe del Ejército
y aseguró su respaldo a Musharraf. «Hoy es un día
feliz para la nación, algo así ocurre por primera vez
en la historia de Pakistán, así que creo que lo apoyaremos
y aceptaremos que ha dado un gran paso para establecer un sistema
democrático», dijo Hussain.
Sin embargo, no se espera una transición de poderes al sector
civil, sino que se prevé que el jefe del Ejército siga
teniendo una amplia influencia en la sociedad paquistaní.
Durante más de la mitad de sus 60 años de historia,
Pakistán ha sido gobernado por militares. El país cuenta
con el séptimo mayor Ejército del mundo, con 600.000
soldados en activo y unos 300.000 paramilitares. |