Santiago (Télam) >
Un cráneo, más de 50 fragmentos óseos, calzado,
ropas y un anillo de compromiso fueron hallados en el Lago Rapel, a
100 kilómetros de Santiago, como parte de las diligencias ordenadas
por el juez que investiga el paradero de ciudadanos fusilados en 1973.
El hallazgo, considerado clave en el caso, fue confirmado por el director
del Servicio Médico Legal, el médico Patricio Bustos.
Con esa diligencia, el juez Héctor Solís dio por terminados
los trabajos que se prolongaron por tres meses, con más de 25
peritos del Servicio Médico Legal y las policías civil
y uniformada que trabajaron en la hacienda Cerro Alto, a más
de un kilómetro del lago.
Anteriormente, los peritos habían descubiertos los proyectiles
utilizados en el fusilamiento, a cargo del entonces coronel Andrés
Magaña.
Los restos óseos, así como las ropas y el calzado, fueron
trasladados a dependencias del Servicio Médico Legal para ser
sometidos a peritaje y determinar a qué personas corresponden.
Para confirmar que los restos corresponden a las víctimas de
la matanza registrada en la localidad rural Paine por parte de efectivos
de la dictadura que encabezaba Augusto Pinochet, los familiares ya se
están tomando muestras de sangre con el objetivo de comparar
los ADN.