El día que Italia se quedó sin voz

 
 

El tenor Luciano Pavarotti falleció ayer en un hospital tras ser internado totalmente inconsciente.

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Pavarotti había sido internado el mes pasado por una supuesta neumonía, pero sus voceros negaron esa versión.

Neuquén > Fue una noticia realmente chocante. De esas que, en cuanto son difundidas, quienes las escuchan desean que eso haya pasado. Y fue esa sensación de desasosiego la que sintieron todos los italianos cuando el tenor Luciano Pavarotti apagó ayer su voz en su casa de Módena, donde era atendido por un cuerpo de médicos locales, tras perder la conciencia.
«Su estado empeoró durante la madrugada», afirmó Antonio Frassoldati, uno de los doctores del equipo médico que lo asistió. «Siempre fue totalmente consciente de la situación, siempre quiso combatir la enfermedad (...) y estaba muy sereno», añadió.
El funeral, al que tiene previsto asistir el presidente del Consejo italiano, Romano Prodi, se celebrará mañana en la catedral de Módena, indicó el alcalde de la ciudad, Giorgio Pighi.
Bajo una lluvia de aplausos, el féretro con los restos mortales del tenor fue llevado en la noche del jueves a la catedral romana de la ciudad, declarada patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, donde su capilla ardiente permanecerá abierta al público hasta el sábado.
Cerca de un millar de admiradores, además de un centenar de periodistas de todo el mundo, abarrotaron la plaza para ser los primeros en entrar en la capilla ardiente.
«Luciano Pavarotti fue uno de los mejores cantantes de nuestro tiempo», afirmó el Royal Opera House de Londres en un comunicado. «Tenía una capacidad única para emocionar a la gente con su emotiva y brillante voz».
En 1990, su interpretación del aria Nessun Dorma de la ópera «Turandot» de Puccini fue elegida para la final del mundial de fútbol de 1990, celebrado en su Italia natal. Pavarotti cantó la misma composición durante su última gran actuación, que tuvo lugar en Turín en la inauguración de los Juegos Olímpicos de invierno en febrero de 2006.
Entre sus iniciativas más conocidas se encuentran las actuaciones con José Carreras y Plácido Domingo, conocidos como los «Tres Tenores», así como los «Pavarotti y Amigos». Por su parte, Carreras lamentó la desaparición de un «gran artista», «amigo, cocinero y gran jugador de póker».

El proceso
El pasado 8 de agosto, el tenor fue hospitalizado en Módena víctima de un «estado febril» y salió el 25 de agosto para proseguir su convalescencia en su hogar.Una intervención en la espalda a principios de 2006 y unos meses más tarde la operación de páncreas lo habían obligado a interrumpir una gran gira de despedida compuesta por 40 conciertos en todo el mundo que había comenzado en mayo de 2004. Poco después de la última operación, Pavarotti expresó su deseo de retomar, a principios de 2007, esta gira de despedida. Sin embargo, no logró hacer realidad ese deseo.
A principios de año, durante una ceremonia musical en honor al tenor en la isla de Ischia, su esposa había asegurado que Pavarotti se sentía bien y preparaba un disco.«Finaliza el quinto ciclo de quimioterapia, no se le ha caído un sólo cabello y sobre todo no ha adelgazado», explicó.
Ese mismo día, el 10 de julio, el artista había llamado por teléfono a los organizadores de la ceremonia y, tras hablar con las personalidades presentes, se despidió con un «hasta la vista a todos, estoy preparando otro disco de Pavarotti and Friends».
En la mañana del miércoles, Pavarotti había expresado su «emoción» por la creación de un premio de «excelencia cultural» en Italia, que él fue el primero en recibir. «Me inclino ante el premio que me acaba de ser atribuido, ya que me da la oportunidad de continuar celebrando la magia de una vida pasada al servicio del arte», declaró.
«Siempre pensé que en el entusiasmo, en la devoción y en el aliento que transmitimos a los jóvenes está el verdadero valor, nuestra fuerza: compartir con ellos la pasión y la experiencia es el más grande tesoro que podemos consignar a ellos y la más alta oportunidad de dar un sentido a nuestra vida», dijo Pavarotti, sin saber que esas iban a ser sus últimas palabras en público.
Palabras que, como su amor a la música, serán inmortales.

Una vida dedicada a la música

Neuquén > Uno de los más exitosos y admirados cantantes de ópera de todos los tiempos, Luciano Pavarotti reinó entre los tenores desde fines de los ’60. Su voz era notoria por su registro alto, hecha a medida para las óperas deVerdi y Puccini.
Luciano nació el 12 de octubre de 1935 en un hogar humilde de Modena. Hijo de un panadero, de niño cantó como alto en el coro de la catedral, y cuando su voz cambió se unió al coro de la ciudad.Luego de estudiar con varias eminencias, Pavarotti debutó en el rol de Rodolfo en «La Bohème», en 1961.
Su ascenso fue meteórico, y durante más de dos décadas fue número puesto en las principales puestas del mundo, llegando incluso a presentarse en China, un lugar tradicionalmente reacio a la cultura occidental.
Su sobresaliente catálogo de grabaciones para el sello Decca contiene prácticamente cada personaje que interpretó a lo largo de su vida.
Sus obras de caridad incluyeron conciertos a beneficio de la lucha contra el sida y el hambre mundial. De la misma manera, lo recaudado por sus recitales «Pavarotti and Friends» fue para los niños de la guerra, especialmente en los estados de la ex Yugoslavia. También creó un concurso destinado a encontrar jóvenes cantantes cantantes e impulsar sus carreras.

Reunión cumbre en la Bombonera

Ante cuarenta mil personas, Luciano Pavarotti y Mercedes Sosa demostraron que la ópera también podía ser popular.

Neuquén > En abril de 1999, Pavarotti llegó a la Argentina para dar un concierto inusual: fiel a su búsqueda de la transversalidad, el tenor compartió el enorme escenario montado en la cancha de Boca con Mercedes Sosa. “Podemos decir que música de ópera, su producción moderna, é finita”, aseguró el italiano en la oportunidad. “Mientras que la música pop va hacia adelante. Si escuchamos las canciones de Mercedes, es siempre el corazón que habla. Pongamos el caso de un cantante popular que es también compositor, como Elton John. El puede escribir una canción para ti mientras estás ahí junto a él, en veinte minutos. El compositor de ópera no puede hacerlo”.
Interrogado sobre la música argentina, Pavarotti no dudó en ir directo al tango. “Soy un gran admirador de esa música provocativa. Es sexy, me hace bailar”, confesó.
La noche del 23 de abril del ’99, “la Negra” y Pavarotti subieron a la tarima de 600 metros cuadrados instalada en el campo de juego de la Bombonera. La tucumana hizo la “Misa criolla” y canciones de Charly García, León Giecoy Víctor Heredia. El eligió música de Puccini y Donizetti. Sólo cantaron juntos dos piezas: “Il Cuore Ingrato” y “Caruso”.
Unas cuarenta mil personas los escucharon esa noche, lo que confirma lo que muchos elitistas no quieren ni considerar: que la ópera también es música pop(ular).

 

 


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