Se trata del CEPEM 31 de El Chañar.
Se debieron suspender las clases por una inundación y la rotura
de vidrios. El Chañar > El CPEM
31 de esta ciudad quedó sin clases, producto del accionar de
un grupo de vándalos que rompió vidrios e inundó
el edificio, al introducir una manguera y dejar correr el agua durante
el fin de semana.
La Policía giró actuaciones al juzgado de turno por
el delito de supuesto daño, y en el colegio se labró
una investigación a modo administrativo sobre el hecho, además
del pedido de reposición de los ventanales destrozados.
Ayer, la directora del establecimiento educativo, Elisa Colobati,
aseguró que intentarían subsanar el problema ocasionado
por este hecho vandálico para poder reanudar hoy las clases.
«Tenemos que desagotar la escuela manualmente, vamos a hacer
todo lo posible», dijo. «No sabemos quienes fueron los
que hicieron esto, habíamos sufrido hecho similares en otra
oportunidad, pero esto nos parece que fue un exceso porque tuvimos
que suspender las clases hasta en el turno tarde», sostuvo la
directora.
Sorpresa
Cuando las 7.50 de ayer las porteras abrieron el CEPEM 31, se encontraron
con un panorama desolador. Más de 50 cristales destrozados,
y el edificio inundado con una manguera del patio, que fue colocada
dentro del hall. Inmediatamente, estas porteras y parte del personal
de la escuela se abocaron a la limpieza del lugar y al desagote del
líquido vertido.
Sospechas
Se cree que el hecho pudo haber sucedido en la madrugada del sábado,
por la cantidad de agua que había dentro del edificio.
El titular de la comisaría 13, Valentín Jara, indicó
que es probable que este accionar sea obra de alumnos del mismo colegio
o «alguien que conoce el establecimiento», ya que las
alarmas no se encendieron ente la rotura de los cristales. «En
la zona que se rompieron los virios no había sensores de las
alarmas, sino hubiera sonado. Además, deben haberlos roto con
una media llena de piedras, porque nadie escuchó nada, y eso
que eran 50 vidrios», dijo el uniformado. La Policía
pidió extraoficialmente al colegio la nómina de alumnos
sancionados, ya que una de las hipótesis apunta a una supuesta
«vendetta» contra profesores. No obstante, esa información
la tendría el Concejo Provincial de Educación.
La situaron preocupó a los directivos del colegio, quienes
recalcaron que el trámite para la reposición de los
cristales «normalmente es lento” y que eso “perjudica
mucho a la institución».
|