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Por LAURA E. ROTUNDO
Responde es una Organización No Gubernamental que promueve
la recuperación de pueblos que se encuentran en riesgo de desaparición,
a través de proyectos de desarrollo sociales y económicos
creativos e innovadores, donde los habitantes se conviertan en los
verdaderos protagonistas del cambio.
Marcela Benítez es geógrafa y fundó esta entidad
en 1999. Como directora Ejecutiva de Responde, le pide al gobierno
que incluya en la Agenda Pública, el problema del riesgo de
desaparición de cientos de pueblos argentinos.
En primer lugar, me gustaría que describiera brevemente
cuándo surgió Responde y cuáles son los objetivos
de esta Organización No Gubernamental...
Fundé Responde hace poco más de cinco años. El
motivo fue el haber realizado un trabajo previo, de investigación
académica en el marco del Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas (CONICET), que duró seis
años (1991-1997), durante el que visité más de
100 pueblos rurales en riesgo de desaparición en la Argentina.
Como Geógrafa, me preocupaba el debilitamiento de la trama
territorial, los grandes vacíos poblacionales y la concentración
en las grandes ciudades. Después de visitar los diez primeros
pueblos, comenzó mi inquietud social. Por ello realicé
un doctorado en Sociología y mi tesis doctoral fue “La
Argentina que Desaparece” (1998).
El visitar tantos pueblos, conocer sus historias, sus sueños,
advertir sus potencialidades pero también el olvido y aislamiento
en el que estaban inmersos como así también la falta
de oportunidades y de acceso al conocimiento al que estaban sometidos,
me generó un enorme compromiso social hacia su situación
y luego de más de un año de parálisis ante la
duda de “qué podría hacer yo sola por revertir
semejante problema”, decidí al menos intentarlo y así
surgió... en 1999.
¿Qué significa exactamente Responde?
Recuperación Social de Poblados Nacionales que Desaparecen...
es una Organización No Gubernamental de Promoción y
Desarrollo cuya misión es promover la recuperación de
pueblos que se encuentran en riesgo de desaparición o en graves
crisis, a través de proyectos de desarrollo sociales y económicos
creativos e innovadores, donde los habitantes se conviertan en los
verdaderos protagonistas del cambio.
Está integrado por un grupo interdisciplinario de profesionales
que sólo quiere trabajar por su país y su gente, excluyendo
de sus actividades las de tipo partidario, religioso o sectario.
¿Cuándo un poblado está en riesgo de
desaparición? ¿Qué factores se conjugan en un
lugar para definirlo así?
Llamamos “poblado rural”, a una localidad de menos de
2.000 habitantes, y la consideramos “en riesgo de desaparición”,
cuando su volumen poblacional disminuye censo a censo, o cuando sus
habitantes perciben la declinación de oportunidades y el achicamiento
del pueblo.
Por lo general, estén en la región argentina que estén,
estos pueblos comparten las algunas situaciones...
En educación, cuentan con una escuela primaria y con la imposibilidad
de continuar un segundo y tercer ciclo de educación formal,
ya que debido a la cada vez más reducida población escolar,
las autoridades del Ministerio de Educación no invierten en
la ampliación de la oferta educativa, por lo que en general
gran parte de estas comunidades están sumidas en la ignorancia.
En transporte, la mayoría de estos pueblos se hallan sobre
caminos de tierra, por lo cual no ingresa ningún medio de locomoción
regular, debido a las malas condiciones de los pasos. Su distancia
al asfalto los obliga a quedar incomunicados en tiempos de lluvia
y con buen tiempo, la alternativa es hacer dedo o combinar con algún
vecino que posea vehículo. El Ministerio de Planificación
Federal, Inversión Pública y Servicios no invierte en
caminos que vinculen estos pequeños pueblos con la red de caminos
asfaltados, sometiendo a estas comunidades al olvido y al aislamiento.
Tal vez la salud sea uno de los aspectos más complejos
de resolver y que más preocupa a los habitantes de estos lugares,
¿no?
Exacto. En este aspecto, estos pueblos generalmente no cuentan con
asistencia médica diaria. Las visitas médicas, si existieran
ya que hemos confirmado que en muchos lugares nunca ocurren, son irregulares
y siempre breves y condicionadas por los malos caminos. En cuyo caso
la población debe enfermarse el día de visita médica
o contar con un ángel que le permita llegar en caso de urgencia
hasta una ciudad con hospital.
Desde ya, tampoco cuentan con un programa de promoción de la
salud y buena alimentación, por lo que es frecuente encontrar
su población asentada sobre suelos fértiles, mal alimentada,
desnutrida y con varios casos de personas con capacidades intelectuales
restringidas. Evidentemente el abandono de estas poblaciones por parte
del Estado, provoca y provocará un daño irreparable
en las nuevas generaciones argentinas.
En el aspecto laboral, estos pueblos que hoy languidecen, nacieron
con motivo de alguna actividad económica que cesó. Dada
la escasa formación y capacitación de los pobladores,
ellos creen que en su pueblo no hay posibilidades de trabajo y ese
es el motivo más fuerte que provoca su emigración.
Paradójicamente, cuando tenemos oportunidades de llegar a ellos,
nos damos cuenta de que tienen recursos, potencialidades y habilidades
y que la posible salida está allí mismo, sólo
que no llegan a verla o no saben cómo organizarse y llevarla
adelante...
En nuestro país, ¿qué cantidad de sitios
están atravesando su ocaso y en qué provincias existe
mayormente esta característica?
En la República Argentina existen 602 pueblos de menos de 2.000
habitantes que están en riesgo de desaparecer, 124 que prácticamente
no han crecido en los últimos diez años y 90 que ya
no figuran en el último censo del año 2001.
Los poblados en riesgo albergan 268.920 habitantes y representan casi
el 40% de los poblados rurales del país.
La región NEA (Chaco, Corrientes, Misiones y Formosa) posee
21 poblados en riesgo; la NOA (Salta, Tucumán, Jujuy, Santiago
del Estero, Catamarca y La Rioja) 157; la zona patagónica tiene
41 pueblos en peligro de desaparición y la región pampeana
y la de Cuyo, 462 y 45, respectivamente.
Hoy por hoy, ¿cuáles son los programas que
están concretándose para que la situación actual
se revierta? Y ¿cómo se solventan estos proyectos que
logran llevarse a cabo?
Intervenimos en los pueblos a través de tres Programas. Las
diferencias están dadas por la duración en tiempos y
la posibilidad de financiamiento.
El primero, que es de corta duración, se llama “Despertar
Productivo”. La mecánica del programa la podríamos
resumir en lo siguiente: identificamos pueblos, nos ponemos en contacto
con su autoridad, nos presentamos y esperamos sus señales de
interés. Si esto ocurre, los visitamos, realizamos un taller
con la gente del pueblo y elaboramos un diagnóstico. Luego
preparamos los proyectos que surgen de esas reuniones y que le posibilitará
a la comunidad transitar un camino de mayor esperanza.
Cargill nos está apoyando desde el año pasado para que
lo llevemos adelante en pueblos de la región pampeana. Esto
nos ha permitido llegar en el último año a varios pueblos.
El segundo modo de intervención es el “Programa de Tutorías”,
donde se compromete el gobierno local, o un grupo que quiera apadrinar
el proyecto. Hemos realizado este tipo de Convenios con el Municipio
de Salto y de Bragado, provincia de Buenos Aires y de Godoy, provincia
de Santa Fe.
El tercer modo es el “Programa de Ejecución”, que
ocurre cuando contamos con el financiamiento de una parte importante
del proyecto, como es el caso del pueblo de Andalhuala, en Catamarca,
con el apoyo de American Express.
Entonces llega nuestro equipo de trabajo para dirigir toda una serie
de capacitaciones y pequeñas obras, trabajamos en coordinación
con el municipio y con el grupo local. Desde ya, esto ocurre con el
acuerdo previo, registrado en un convenio con el intendente, el consenso
y las ganas de trabajar y salir adelante de la comunidad involucrada.
Desde la creación de Responde, ¿cuántos
poblados se “salvaron” de desaparecer?
Jamás nos arrogaríamos el mote de “salvadores”...
nos queda absolutamente grande.
Somos personas comprometidas con su país y su gente, que trabajamos
con comunidades rurales carentes de muchas cosas e integradas por
seres humanos. ¿Qué quiero decir con esto? Que ante
la pregunta formulada tal como está, te respondo: ninguno.
Sí te puedo decir que a 20 pueblos los rescatamos del olvido,
ya que han sido parte de notas en distintos medios de comunicación
y se hicieron “visibles” ante la sociedad, también
que han vuelto a estar en la agenda de sus gobiernos y que en muchos
de ellos se han o se están implementando proyectos vinculados
con el turismo, la producción y la educación.
En varios lugares, tuvimos la oportunidad de confrontar dos imágenes:
la del “antes” y la del “después”.
Pero si me pedís que te diga si los considero “salvados”...
no lo sé. Dependerá estrictamente de ellos y de lo que
de ahora en adelante estén dispuestos a trabajar por su futuro.
Si mañana su actitud los lleva a “apagarse”...
así será.
Como representante de Responde, ¿qué reclamos
le haría al actual Gobierno?
Le solicitaría que incluyeran en la Agenda Pública,
el problema del riesgo de desaparición de cientos de pueblos
argentinos.
Desde su visión, ¿qué papel debería
desempeñar el Estado en estos casos?
Considero que sería suficiente si instrumentaran políticas
públicas que garantizaran la educación, la salud, el
transporte y el derecho al trabajo de los habitantes de estos pequeños
pueblos argentinos. Digo esto y recuerdo nuestra Constitución
nacional, ¿verdad?
Verdad... en relación a otros países, ¿cómo
se encuentra la República Argentina en este aspecto?
En el mundo entero se produce este fenómeno del despoblamiento
de los pueblos, sólo que en algunos países su población
residente “está en riesgo” y en otros países
“está de maravilla”.
Tomemos a modo de ejemplo, España y Alemania. En España,
en la zona de Andalucía hay numerosos pueblos deshabitados.
En ellos, en los que no ha quedado nadie, el gobierno utiliza la infraestructura
existente para realizar nuevas radicaciones de población. En
muchísimos pequeños pueblos de España, que conservan
parte de su población, han logrado reconvertir sus economías
a través del turismo.
En Alemania, resulta una experiencia fantástica conocer los
pequeños pueblos, parecen sacados de un cuadro. Prolijos, perfectos,
muy chiquitos, con excelentes rutas e imprescindibles servicios, hasta
un cajero electrónico en las ocho manzanas del pueblo...
Acerca del panorama sudamericano, con lo que he descrito, creo que
es suficiente. Si estamos mejor o peor que ellos, no creo que signifique
nada.
Con una mano en el corazón... ¿cree que esta
tendencia de los pueblos en extinción irá acentuándose
en el futuro o podría mejorar en el mediano plazo?
Depende de nosotros.
Por último... los lectores de La Mañana de
Neuquén que deseen colaborar con la ONG, ¿cómo
pueden hacerlo?
Pueden conocernos más a través de nuestra página
web: www.responde.org.ar y allí seguramente encontrarán
la manera de sumarse a nuestra iniciativa.
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