Ibrahim Gambari mantuvo un encuentro
el domingo con la líder opositora y Nobel de la Paz, Aung San
Suu Kyi.
Rangún (AFP/ NA) > El enviado especial de
la ONU para Birmania, Ibrahim Gambari, se entrevistará hoy con
el general Than Shwe, jefe de la junta militar duramente criticada por
la violenta represión de las protestas ciudadanas contra el régimen,
informó un responsable birmano.
Esta visita tiene lugar al tiempo que una organización de defensa
de los derechos humanos estimó en unas 1.500 personas los encarcelados
la semana pasada cuando las fuerzas policiales reprimieron las mayores
manifestaciones antigubernamentales de los últimos 20 años
en Birmania.
Gambari, diplomático nigeriano, viajó a la nueva capital
administrativa birmana, Naypyidaw, por segunda vez en 48 horas para
ser recibido por Tan Shwe, después de haberse entrevistado durante
más de una hora el domingo en Rangún con la opositora
y premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
El enviado especial de Naciones Unidas ya se había reunido el
sábado en Naypyidaw con miembros de menor importancia de la junta,
a los que expresó la indignación internacional por el
recurso a la violencia para reprimir las protestas pro democráticas,
que comenzaron a mediados de agosto pero sólo recientemente se
convirtieron en masivas.
Brutal represión
Utilizando disparos al aire, cargas a golpes de porra y gases lacrimógenos
contra los monjes budistas y los civiles indiscriminadamente, las
fuerzas de seguridad lograron frenar las protestas y recuperar el
control de la situación. La represión dejó por
lo menos 13 muertos y cientos de detenidos.
A pesar de las fuertes medidas de seguridad desplegadas en las calles,
los habitantes de Rangún intentaban el lunes volver a su rutina
diaria.
Mientras tanto, diplomáticos y grupos de defensa de los derechos
humanos seguían intentando recoger información sobre
los cientos de personas detenidas.
La junta militar, que ha gobernado Birmania con mano de hierro durante
45 años, se encuentra en el centro de la presión internacional
después de que las escenas de violencia conmocionaran al mundo.
Desaparecidos en Asia
No hay más protestas en las calles de Rangún y muchos
monasterios están vacíos en Birmania, pero las organizaciones
de defensa de los derechos humanos están preocupadas por la
suerte de más de mil bonzos y manifestantes, que fueron arrestados
y sobre los cuales no hay noticias.
¿Qué sucedió con cientos de personas arrestadas
desde el miércoles en el marco de la feroz represión
llevada a cabo por las fuerzas de seguridad birmanas? ¿A dónde
fueron llevados cientos de monjes budistas arrestados en sus monasterios?
Las organizaciones no gubernamentales se esforzaban por encontrar
respuesta a estas preguntas angustiantes.
Entre los nuevos detenidos figuran opositores miembros de la
Liga Nacional para la Democracia, de Aung San Suu Kyi, Premio Nobel
de la Paz, la cual se encuentra bajo prisión domiciliaria desde
2003.
La Asociación de Asistencia a los Detenidos Políticos,
que desde Tailandia trata de seguir el rastro de los presos políticos
distribuidos en 43 prisiones en Birmania, estima que unas 1.500 personas
fueron arrestadas.
La Comisión Asiática de Derechos Humanos sostuvo que
«se cree que al menos 700 monjes y 500 civiles fueron arrestados
y llevados a lugares desconocidos la semana pasada».
David Mathieson, de la ONG Human Rights Watch, cree que la ola de
arrestos llevada a cabo por la junta militar birmana «aparentemente
había sido mejor planificada de lo que sugirieron los acontecimientos
de la semana pasada». |