«Cartas desde Iwojima»
Vamos a defender Iwo Jima hasta que ningún soldado japonés
quede vivo», fue la terminante orden que dio el general Tadamichi
Kuribayashi a sus 21 mil hombres. Sin embargo, Kuribayashi no llegó
a enterarse de que 216 de sus soldados se entregaron al enemigo al
final de la batalla. Y no pudo informarse de la deshonra porque en
el trigésimo segundo día de combate – cuatro días
antes del último disparo - se suicidó, en cumplimiento
del estricto ritual del hara-kiri.
Pero, esta historia no habría sido conocida si no fuera por
el hallazgo de los soldados norteamericanos en la isla japonesa. En
una de sus expediciones, encontraron en las cuevas cartas que los
combatientes orientales les habían escrito a sus familiares.
Y es a partir de las misivas que Kuribayashi le escribió a
su esposa y de otras suscritas por sus soldados, que Clint Eastwood
filmó, con producción de Steven Spielberg, «Cartas
desde Iwo Jima», tal vez su película más laureada
desde que se puso detrás de las cámaras.
«Estos hombres dieron sus vidas por defender su país,
por lo que sus superiores pensaron que retrasaría cualquier
invasión del territorio japonés», comentó
Clint Eastwood, quien empezó a rodar la película poco
después de finalizar el rodaje de su film complementario, «La
conquista del honor». «Creo que es importante para el
público, no sólo de Japón sino de todo el mundo,
saber qué tipo de personas fueron», comentó. Desde
un principio, la intención de Eastwood con las dos películas
era ofrecer una visión total de cada bando del conflicto, centrándose
en un puñado de individuos y mostrando la batalla a través
del prisma de sus experiencias personales. |