Buenos Aires (NA) > Dueños
de estaciones de servicio advirtieron que los precios del gasoil y las
naftas no se retrotrajeron a los valores previos al ajuste, pese a que
las petroleras Repsol-YPF y Petrobras dieron marcha atrás en
esos aumentos.
Shell de Argentina ratificó los incrementos de precios aplicados
por esa petrolera y Esso aseguró que los precios de los combustibles
se aplican en función de la oferta y la demanda, por lo que no
intervendrá para bajar los valores al público.
El vicepresidente de la Confederación de Entidades del Comercio
de Hidrocarburos de la Argentina (CECHA), Raúl Castellanos, aclaró
que «este aumento del 6 por ciento en el gasoil y del 2 por ciento
en las naftas no ha vuelto a bajar, ya que ahora el precio se ha ubicado
en un 3 por ciento superior en el gasoil y un 1 por ciento para las
naftas».
Al parecer lo que se ha dado con este incremento es de práctica
habitual en el mercado de combustible, es decir que se aplica una suba
que, al final y tras las quejas de los usuarios, queda por la mitad
de lo anunciado inicialmente. «Es un poco complicado y de
hecho nosotros tampoco sabemos porqué las petroleras decidieron
aumentar los precios y luego retrotraerlos», señaló.
Es que para el vicepresidente de CECHA el ajuste que sufrieron los precios
de las naftas y el gasoil tiene que haber contado con «algún
guiño del Gobierno» a las petroleras para que se aplique.
Sin embargo, la decisión de las petroleras de dar marcha atrás
con ese aumento habría sido originada desde el Gobierno, y los
primeros en anunciarla fueron Repsol-YPF y Petrobras.
Viejos aumentos
El presidente de Shell de Argentina, Juan Aranguren, ratificó
los incrementos de precios aplicados por esa petrolera y sostuvo que
los aumentos «empezaron hace dos o tres meses en el interior
del país, pero ahora tienen más repercusión porque
se aplican en Capital Federal y Gran Buenos Aires».
«Nosotros vamos a seguir la evolución de la oferta y
la demanda», sostuvo el empresario, quien rechazó dar
marcha atrás con los ajustes aplicados en naftas y gasoil.
Según Aranguren, «lo que está ocurriendo no es
nuevo: empezó hace dos o tres meses en el interior del país.
Lo que pasa es que todos se guían por la Capital Federal. Hay
cierta hipocresía reinante en Argentina».
El empresario aseguró que «cada vez que hay aumentos,
tienen sus cañones apuntados contra Shell. Pero una compañía
(por Repsol YPF) aumentó el precio de la nafta Premium hace
dos meses y tuvo el apoyo del Gobierno».
Y también dijo que «nadie tiene la obligación
de informar un incremento de precios».
El titular de Shell advirtió, además, que el parque
refinador «está al máximo de oferta. Y la solución
no va a pasar por el voluntarismo de mantener los precios bajos. No
se puede extraer gasoil de las piedras».
Aranguren confesó que «hoy, Shell no gana plata en el
país. Tampoco pierde. Compensamos las pérdidas por el
costo del crudo con la exportación de naftas y fueloil y la
producción del combustible para la aviación».
Si bien para las estaciones de servicio la suba de precios representaba
un alivio para hacer frente a los aumentos de costos, para el director
ejecutivo de la Asociación de Defensa de los Consumidores y
Usuarios de la Argentina (Adecua), Osvaldo Riopedre, se trata un «aumento
ilegal».
«Estos aumentos encubiertos se dieron porque las petroleras
y los estacioneros no tuvieron resultados positivos con los aumentos
que quisieron conseguir con el servicio de playa», sostuvo Riopedre.
El dirigente advirtió, además, que los consumidores
también se ven perjudicados porque ante el «desabastecimiento
de combustibles, en vez de cargar naftas comunes, tienen que cargar
Premium».
«El control del Estado debe funcionar a pleno y multar a aquellos
que no cumplen las normas», reclamó el directivo de Adecua.
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