“La reina” El
1 de setiembre de 1997, el mundo se despierta con la trágica
noticia de que la princesa Diana, ex-mujer del heredero al trono británico,
además de la mujer más famosa en ese momento, ha muerto
en un accidente de coche. Al día siguiente, las puertas del
Palacio de Buckingham aparecen llenas de flores como tributo a la
joven princesa.
Pero Buckingham Palace está vacío. La familia real,
aposentada en el Castillo de Balmoral, permanece estoica en su respuesta
a la tragedia. El suyo es un mundo de tradición, donde el protocolo
es lo más importante y las muestras públicas de emociones
no están bien vistas. La familia llorará en privado,
junto a los dos jóvenes hijos de la princesa, William y Harry,
protegidos de la voraz curiosidad de la prensa en su residencia escocesa.
Es apropiado, razona la reina, que el asunto sea un tema privado.
Diana ya no era parte de la familia real y este no es un asunto de
estado. Incluso la familia de Diana ha pedido un funeral privado.
El príncipe Carlos está profundamente afectado y viaja
a París para traer a casa el cuerpo de su antigua esposa. La
interpretación de Helen Mirren como reina de Inglaterra Isabel
II le ha valido el Óscar a la mejor actriz en una película
que ha sido aclamada por la crítica en todo el mundo.
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