Su primera parte pertenece a esa extraña
categoría de «películas que triunfan fuera del cine».
Es decir, en las salas no tuvieron la repercusión que debería.
Algo que el boca a boca se encargó de corregir. En la segunda
parte de esta saga, ya considerada como de culto, se retoman los sucesos
descriptos en la anterior entrega. La película arranca seis meses
después de que el virus haya asolado Gran Bretaña. El
ejército de los Estados Unidos declara que la guerra contra la
infección ha sido ganada y que la reconstrucción del país
puede dar comienzo. Con el regreso de una primera oleada de refugiados
se produce la reunión de una familia que se vio separada por
los terribles acontecimientos que se produjeron, aunque uno de sus miembros
porta, sin ser él consciente, un terrible secreto. «Trabajamos
en el guión durante casi un año, y al final logramos sacar
adelante la historia que queríamos», comentó el
director Juan Carlos Fresnadillo, quien tomó la posta dejada
por Danny Boyle. «Me preocupaba que llegara a no gustar a los
productores porque era muy especial y diferente del de la primera película.
Obviamente seguíamos teniendo el mismo panorama y estando en
la misma situación de visión apocalíptica del mundo,
pero para mi sorpresa les gustó un montón», aseguró.
Sobre él, el propio Boyle afirmó: «Necesitábamos
una nueva mentalidad. Y en estos momentos contamos con una gran tradición
de directores latinoamericanos y españoles en nuestro cine, y
creo que era fantástico trabajar con ella».