Chile tiene nivel 3 porque cuando surgió
la enfermedad importó ganado de los países centrales.
Zapala > El rifle sanitario que a comienzos
del presente mes se implementó por primera vez en la provincia,
a través del sacrificio y entierro de 15 animales vacunos que
fueron contrabandeados desde Chile hacia el Norte neuquino, hizo que
las autoridades sanitarias subrayaran la importancia de actuar a tiempo
y adecuadamente en la aplicación del programa de acción
que fuera diseñado para preservar a los rodeos argentinos de
la Encefalopatía Espongiforme Bovina, una enfermedad más
conocida a nivel mundial como el “Mal de la vaca loca”.
Así lo destacó el médico veterinario Carlos Alberto
Prío, máximo responsable del Servicio Nacional de Sanidad
y Calidad Agroalimentaria (Senasa) con sede en Zapala, quien se encargó
de conducir las acciones para concretar el primer rifle sanitario
realizado en territorio neuquino. El mismo se llevó a cabo
en el matadero de Chos Malal, el pasado 4 de mayo.
El funcionario nacional habló también acerca de la importancia
de contar y mantener el Nivel 1 en la materia, un estatus sanitario
de carácter óptimo, que le fue otorgado a la Argentina
por la Organización Internacional de Epizootias (OIE).
“Nuestro país posee el máximo nivel otorgado por
la OIE, ya que se encuentra totalmente libre de la Encefalopatía
Espongiforme Bovina, gracias a un excelente trabajo de prevención
iniciado en la década del 90, que se basa en la aplicación
constante de un vasto programa de vigilancia y seguimiento diseñado
por Senasa”, afirmó Prío.
Hay que subrayar que Chile, en cambio, se encuentra en ese aspecto
en el Nivel 3, un rango que no otorga confiabilidad, pues el vecino
país incorpora a su territorio animales vacunos de otras naciones.
De allí que Senasa resolvió aplicar el citado rifle
sanitario sobre los 15 animales contrabandeados desde el vecino país.
Esos bovinos fueron descubiertos en el departamento Minas de esta
provincia, a mediados del año pasado, por una patrulla de Gendarmería
Nacional.
Ventajas
Prío también enumeró una serie de factores geopolíticos
y culturales que contribuyen con fuerza para sostener o potenciar
ese privilegiado estatus otorgado por la OIE a la Argentina.
Una de esas ventajas tiene que ver con que los productores bovinos
de nuestro país casi no importan animales de países
como Estados Unidos y Gran Bretaña. Y en caso de hacerlo deben
dar cuenta de ello al Senasa, de manera inmediata.
“En esos países del Hemisferio Norte, el mal tuvo eclosión
allá por los años ’92, ’93, y Senasa tomó
importantes y urgentes recaudos con la aplicación de medidas
que fueron muy oportunas para preservar de la enfermedad a los rodeos
argentinos”, agregó Prío.
El funcionario nacional explicó luego cómo actúan
los “cuatro pilares fundamentales” del programa contra
el mal de la vaca loca que es implementado por la máxima institución
nacional en materia agroalimentaria (ver aparte).
Finalmente, destacó la labor realizada por la Gendarmería
Nacional, cuyos efectivos detectaron el mencionado contrabando por
la Cordillera de los Andes.
La fuerza federal dio aviso de la situación a la Administración
Federal de Ingresos Públicos, Aduanas y al Senasa.
Luego, por recomendación del área Epidemiología
del Senasa, se resolvió el sacrificio sanitario y la desnaturalización
del despojo de los 15 animales contrabandeados desde Chile.
Qué hay que hacer
Muestreo anual de 50 cerebros bovinos a nivel país. Son analizados
en el Laboratorio Central del Senasa a través de métodos
histoquímicos y biológicos.
Registro de Reproductores Importados. Todo animal cuya importación
es autorizada por Senasa será sometido a un seguimiento permanente
de su condición sanitaria. Su propietario debe dar parte de
inmediato si muere el animal.
Control de alimentos balanceados para asegurar que se cumple con
las normas exigidas. Prohibida de manera estricta la elaboración
de esos nutrientes con proteínas mamíferas.
Registro de establecimientos. Especialmente aquellos que son utilizados
para concre-
tar el sistema de engorde a corral (Res.70/2001 Senasa).
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