En cinco años se deberá
reemplazar una parte de los combustibles líquidos provenientes
del petróleo con el fabricado con vegetales. General
Roca> Expositores de todo el país participaron
días atrás de las Jornadas de Biocombustibles en Norpatagonia,
organizadas por el Ministerio de Producción de Río Negro
y el Consejo Profesional de Ingenieria Agronómica de Río
Negro.
A través de las distintas disertaciones, se abordaron temas
tales como los biocombustibles, leyes, elaboración y producción,
escenario nacional e internacional, ensayos, la preservación
ambiental y los distintos tipos de cultivos para la producción
de este tipo de recursos energéticos.
Los expositores fueron Jorge Hilbert del INTA y Andres Leone y Miguel
Almada del Programa Nacional de Biocombustibles de la Secretaría
de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagpya),
entre otros especialistas.
A partir de las exposiciones, se destacaron varios aspectos que tienen
que ver con la vialibilidad por un lado de producir biocombustibles
en el país y en la región, y por otro –y quizá
el aspecto más importante- la necesidad como país de
comenzar a virar hacia alternativas que permitan cambiar en forma
paulatina la matriz energética argentina, la cual está
compuesta actualmente por petróleo (41%), gas natural (45 %),
hidráulica (6%), nuclear (2%), leña (1%) y carbón
mineral (1%).
A su vez, la participación en el uso de los combustibles en
el país está compuesta por gasoil con un 66 %, 17 %
de GNC y otro porcentaje similar por naftas.
A partir de ese enunciado, es que el país ha comenzado a trabajar
en la producción de biocombustibles (bioetanol -reemplaza a
las naftas- y biodiesel -reemplaza al gasoil-).
Para ello, son conocidas las condiciones agrometeorológicas
de las distintas regiones del país para el cultivo de vegetales,
básicamente oleaginosas, para la producción de aceite.
Normativa
La ley nacional 26.093, recientemente tratada en el Congreso
Nacional establece que, a partir del primer día hábil
del cuarto año de promulgada, los combustibles líquidos
que se comercialicen dentro del territorio nacional por instalaciones
habilitadas para tal fin (destilería o refinería de
petróleo), deberán mezclar un 5 % con biocombustibles
–biodiesel o bietanol- sobre el total del producto gasoil en
el caso de biodiesel y nafta en el caso del bietanol. Esto implica
que la puesta en marcha está prevista para el 1 de enero de
2.010.
La normativa contempla las acciones de promoción de inversiones
privadas y públicas para el desarrollo agroindustrial de ese
tipo de combustibles, y un régimen de promoción para
la producción y uso sustentable por 15 años, entre otros
aspectos.
La era “Bio”
Como parte del escenario nacional e internacional que se
presenta y que plantea la nueva era de los “bio”, los
diferentes estudios oficiales y privados revelan que:
Se espera
que las necesidades de energía crezcan en forma sostenida en
los próximos 25 años.
Hacia el
2030 se estima en un 50% el aumento en la demanda de energía
con respecto a la actual. (1,6% promedio anual)
El 65%
de este aumento en la demanda energética esperada la realizarán
los países en desarrollo, donde el crecimiento económico
y de la población es mayor.
El abandono
paulatino del petróleo ha comenzado.
En 15 o
20 años la bioenergía cubrirá el 25 por ciento
de las necesidades de la energía mundial.
Las principales
causas de este nuevo escenario están dadas, por la presión
de los precios del petróleo y los problemas ambientales.
Esto se
refleja en la creciente participación de las inversiones del
sector energético en las energías renovables.
La Comisión
de la Unión Europea emitió el comunicado 547/2001 sugiriendo
el uso de biocombustibles para asegurar y diversificar la oferta de
energía, y a su vez disminuir las emisiones netas de CO2 para
el transporte terrestre en Europa. Propone objetivos para la inclusión
de los biocombustibles para el período 2005-2010
Se necesitarán
18,6 millones de toneladas para el 2010, destinar 17 millones de las
97 millones de hectáreas. Se proponen alcanzar un 8% para el
2015.
Ventajas comparativas
Argentina se destaca por poseer grandes extensiones de tierras aptas
para el desarrollo de cultivos tradicionales (soja, girasol, maíz
y sorgo) y no tradicionales (ricino, cártamo, colza, etc.),
principales insumos para la elaboración de los biocombustibles,
señala el informe de la Sagpya.
La industria aceitera de Argentina es una de las primeras exportadoras
del mundo con envíos por más del 90 % de la producción
total que, en 2006 llegó a tener una capacidad de molienda
de 150 mil toneladas por día.
Además del impacto ambiental por demás favorable frente
a otras industrias, la utilización de este tipo de cultivos
con fines energéticos generaría una sustancial disminución
de las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) liberadas a las
admósfera.
Respecto a la emisión de gases de efecto invernadero, el biodiesel
y etanol emiten menos que el diesel y naftas. El primero emite menos
respecto al segundo.
Además, contribuiría a reducir las emisiones de azufre,
principal agente causante de la lluvia ácida.
Los proyectos destinados a la producción de biocombustibles
pueden tener acceso a una fuente adicional de financiamiento (Protocolo
de Kyoto).
Otra de las posibilidades que plantea la producción de biocombustibles
es la generación de nuevos puestos de empleo, tanto por el
cultivo y obtención de la materia prima como por el proceso
industrial.
Pero además de las ventajas antes señaladas, avanzar
hacia la elaboración y uso sustentable de los biocombustibles
es importante por tratarse de una energía del tipo “renovable”
y es una alternativa a la necesidad mundial de comenzar a reemplazar
los combustibles fósiles.
Glosario de los “Bio”
BIODIESEL: puede usarse puro o mezclado con gasoil en cualquier proporción,
en todo motor diesel. Se obtiene a partir de aceites vegetales nuevos
o usados y de grasas animales.
BIOETANOL: puede sustituir o mezclarse con naftas como ya se hace
en Brasil con el alcohol de caña, o el de maíz como
en Estados Unidos.
BIOGÁS: resulta de la fermentación de los desechos
orgánicos y puede utilizarse como sustituto del gas fósil.
BIOOIL: se obtiene a partir del proceso pirólisis y sustituye
a combustibles de origen fósil.
Nuevas energías, la esperanza
para ampliar la frontera agraria
La fabricación
de biocombustibles permitirá poner bajo producción nuevas
zonas en provincias marginales.
General Conesa tuvo una fábrica de azucar a través
del cultivo de la remolacha azucarera.
General Roca> El Ministro de Producción
de Río Negro, Juan Accatino se mostró defensor de los
modelos que proponen avanzar hacia la producción de cultivos
energéticos para biocombustibles, y arriesgó que, teniendo
en cuenta el horizonte hidrocarburífero de la provincia, se
deben aprovechar las condiciones para esa alternativa productiva.
“El paradigma energético mundial, hasta hoy sostenido
por la contribución de los combustibles fósiles, colapsa;
es una cuestión de tiempo”, indicó el funcionario.
El funcionario explicó, en el marco de las Jornadas de Biocombustibles,
que Río Negro se ubica en el 5º lugar entre las provincias
hidrocarburíferas, que integran la OFEPHI, ya que registra
una producción anual de aproximadamente 2.293.000 m3 de crudo
(destacándose el hecho que en 2006 creció más
del 17% ) y de 687.000 Mm3 de gas.
Considerando la producción anual y atento a que sus reservas
probadas son en crudo de 19.311.580 m3 y de gas de 3.938.000 Mm3,
es posible estimar un horizonte de 8 y 6 años respectivamente.
Ese escenario, indicó Accatino, provocó que el Estado
Provincial se aboque a la evaluación y desarrollo de proyectos
a partir de energías alternativas renovables y con menores
niveles y riesgos de contaminación
Para eso no sólo afirmó sobre la viabilidad de producción
de cultivos energéticos para la elaboración de Biocombustibles
–para lo cual citó las experiencias históricas
con remolacha, y los ensayos con colza y soja- sino que además
Citó las excelentes condiciones naturales y la tecnología
(Invap) para la creación de parques eólicos.
Biocombustibles
“La posibilidad de agregar un nuevo uso para ese tipo de alternativas,
más allá del tradicional alimentario o industrial, va
a requerir incorporar nuevas áreas a la producción y
pueden representar un incentivo para la expansión de la frontera
agrícola, con la aplicación de nuevas tecnologías
necesarias para una mayor productividad” indicó Accatino
y agregó “para ello será relevante el rol asignado
por la Ley 26093 a la Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Pesca y Alimentos, de “promover cultivos destinados a la producción
de biocombustibles que favorezcan la diversificación productiva
del sector agropecuario”.
Una promoción que debe contemplar las singularidades climáticas,
topográficas y sobre todo las exigencias y modalidades productivas
de estas nuevas tierras agrícolas”.
Citó las distintas iniciativas y experiencias en la búsqueda
de alternativas productivas y energéticas en la provincia,
por caso, los proyectos elaborados con el Departamento Provincial
de Aguas (DPA), la Universidad de Buenos Aires y la Universidad de
Ben Gurión, para la puesta en marcha de infraestructura para
más de 120.000 hectáreas que permitirán radicar
emprendimientos productivos en la margen norte del Valle Medio, en
el valle de Colonia Josefa y en el de Guardia Mitre.
Otras de las experiencias citadas por el funcionario se relaciona
con acuerdos estratégicos con INTA, Universidades, productores
individuales y empresas interesadas estamos realizando los ensayos
de adaptación y evaluación de comportamiento como el
acuerdo con Relmo – Soja Patagónica y Entaban para colza.
Alo que se suman recientes iniciativas como las del Grupo Tika Group,
para evaluar el comportamiento de colza de origen canadiense y alemán
en distintas localizaciones y condiciones de manejo.
Tomando como base la historia de General Conesa, que llegó
a contar una planta productora de remolacha azucarera, Accatino dijo
que la nueva alternativa que se presenta en la utilización
de cultivos energéticos abre la posibilidad de saldar una deuda
pendiente con esa región.
Sostuvo que se espera la evaluación de comportamiento de especies
no convencionales como el tartago, ricino, cártamo o aún
la Jatropha consideren su producción en zonas áridas.
Si bien la Ley Nacional 26093, requiere su adhesión, en Río
Negro está vigente la Ley Provincial 3844 (desde el año
2004) que declara de interés provincial la producción
y comercialización de biodiesel para uso como combustible puro
o como base para mezcla con gasoil o como aditivo para el mismo.
Para ello establece incentivos fiscales tales como la exención
del impuesto a los ingresos brutos a la industrialización y
a las ventas, del impuesto de sellos y el impuesto inmobiliario sobre
los inmuebles donde operen las facilidades de producción y
almacenamiento.
Para tener en cuenta
Neuquén > En cuestiones agrometeorológicas,
la línea que separa a las provincias de Río Negro y
de Neuquén es casi inexistente. Incluso, con sólo observar
una imagen satelital del bloque que forman los dos estados se puede
advertir que la topografía es casi uniforme.
En efecto, es esa condición natural la que permite pensar en
una similitud de las condiciones agrícolas, ganaderas, climáticas,
productivas y energéticas entre las dos provincias. Cualquier
experiencia en cualquiera de las posibilidades antes mencionadas tiene
la misma viabilidad de ser en una y otra provincia.
Dejando de la lado las producciones agrícola-ganaderas ya convencionales,
tanto en Neuquén como en Río Negro se han realizado
innumerables ensayos con alternativas no tradicionales como es el
caso de cultivo de colza, soja y trigo entre otros cereales y oleaginosas.
El año pasado, se realizó la primera experiencia de
cultivo de soja en la patagonia, proyecto que tuvo lugar en Senillosa,
en un ensayo que involucró al productor Juan Carlos Ridao,
la empresa Relmó y otras firmas de primer nivel a nivel nacional
en la industria y producción cerealera. En abril de 2006, se
realizó la primera cosecha de soja, para lo cual se experimentó
con variedades adaptadas a las condiciones de agrometeorológicas
de la Patagonia. En esa oportunidad, no sólo que se obtuvo
una buena calidad en el producto sino que además se obtuvo
un rinde nada envidiable a las zonas sojeras por excelencia del país.
En Senillosa, se obtuvo un promedio de 4.000 kilos por hectárea.
En forma paralela, en Cutral Co y en Plaza Huincul se ha avanzado
en el cultivo de colza con fines específicos en la elaboración
de Biocombustibles. En Huincul, los ensayos realizados durante 2006,
también arrojaron indicadores alentadores.
Al igual que Río Negro y como el resto de la Patagonia, Neuquén
cuenta con una amplia franja de tierras aptas para el desarrollo de
alternativas productivas no tradicionales como las mencionadas.
Las mismas condiciones
Bioetanol
Consumo proyectado de nafta en 2010: 4.000 millones de litros
Con la
implementación del 5 % de uso obligatorio, la producción
necesaria será de:
200 millones de litros o 160.000 toneladas
1er Año de implementación de la ley:
Cantidad
de bioetanol necesario para 5% de corte = 160.000 toneladas
Hectáreas
requeridas de maíz = 80.000 has. (3% del área actual).
Volumen
de grano de maíz = 500.000 toneladas (3% de la producción
actual).
Las mismas condiciones
Neuquén
> En cuestiones agrometeorológicas, la línea
que separa a las provincias de Río Negro y de Neuquén
es casi inexistente. Incluso, con sólo observar una imagen
satelital del bloque que forman los dos estados se puede advertir
que la topografía es casi uniforme.
En efecto, es esa condición natural la que permite pensar en
una similitud de las condiciones agrícolas, ganaderas, climáticas,
productivas y energéticas entre las dos provincias. Cualquier
experiencia en cualquiera de las posibilidades antes mencionadas tiene
la misma viabilidad de ser en una y otra provincia.
Dejando de la lado las producciones agrícola-ganaderas ya convencionales,
tanto en Neuquén como en Río Negro se han realizado
innumerables ensayos con alternativas no tradicionales como es el
caso de cultivo de colza, soja y trigo entre otros cereales y oleaginosas.
El año pasado, se realizó la primera experiencia de
cultivo de soja en la patagonia, proyecto que tuvo lugar en Senillosa,
en un ensayo que involucró al productor Juan Carlos Ridao,
la empresa Relmó y otras firmas de primer nivel a nivel nacional
en la industria y producción cerealera. En abril de 2006, se
realizó la primera cosecha de soja, para lo cual se experimentó
con variedades adaptadas a las condiciones de agrometeorológicas
de la Patagonia. En esa oportunidad, no sólo que se obtuvo
una buena calidad en el producto sino que además se obtuvo
un rinde nada envidiable a las zonas sojeras por excelencia del país.
En Senillosa, se obtuvo un promedio de 4.000 kilos por hectárea.
En forma paralela, en Cutral Co y en Plaza Huincul se ha avanzado
en el cultivo de colza con fines específicos en la elaboración
de Biocombustibles. En Huincul, los ensayos realizados durante 2006,
también arrojaron indicadores alentadores.
Al igual que Río Negro y como el resto de la Patagonia, Neuquén
cuenta con una amplia franja de tierras aptas para el desarrollo de
alternativas productivas no tradicionales como las mencionadas. |