El otro policía esta sospechado
de golpear al menor de edad durante el trasladó hasta la Comisaría
Segunda. Neuquén > El fiscal
de cámara, Rómulo Patti, pidió condenas de 4
años y 6 meses y de 3 años, para dos policías
acusados de los delitos de lesiones leves y violación de domicilio.
La causa se desprendió del procedimiento de detención
de un menor de edad, ocurrido el 16 de abril de 2004 en el barrio
Confluencia, en un operativo policial por violentos disturbios frente
a la Comisaría 19. Los abogados defensores pidieron la absolución
por aplicación del beneficio de la duda.
Patti reclamó la condena más severa para el oficial
Carlos Alberto Román, a quien acusó de haber ingresado
con violencia en el domicilio de Chocón 2115 para detener a
un menor. Allí, según la acusación fiscal, efectuó
disparos con la escopeta calibre 12/70 cargada con munición
de goma e hirió a María del Carmen Marinao en una pierna,
a quien además le aplicó un golpe con la culata.
En base a las declaraciones de las víctimas y otros vecinos
del lugar, el fiscal construyó su alegato acusatorio dando
por probada la responsabilidad de Román de la conducta por
la que fue enjuiciado. Marinao sostuvo que Román ingresó
al garage de su casa donde se encontraban varios adolescentes, efectuó
disparos, forzó la puerta y a través de un resquicio
disparó nuevamente hacia el interior. Dijo que varios perdigones
le impactaron en una pierna a corta distancia y que además
le pegó un culatazo en la espalda. Tras ello, aseguró
que Román se llevó al menor.
El segundo policía acusado por el fiscal es Manuel Alfredo
Hucha, quien en un patrullero condujo al menor hasta la comisaría
segunda. A Hucha se lo acusa de haberle propinado, junto a otro uniformado
que no fue identificado, varios golpes de puño en el rostro
y el tórax en el corto viaje hasta la unidad policial.
Patti dio por sentado que Romám participó de la detención
del menor, de las heridas a Marinao y la violación del domicilio
de ésta, y que Hucha fue quien llevó al menor hasta
la comisaría.
Los abogados Eduardo González –de Román- y Gustavo
Lucero –de Hucha- reclamaron al tribunal, integrado por Emilio
Castro, José Andrada y Héctor Dedominichi, la absolución
de sus clientes por el beneficio de la duda.
Nada ilegal
Los letrados tomaron en cuenta los testimonios policiales que aseguraron
que durante la batalla campal entre efectivos que intentaban evitar
la toma de la comisaría 19 y los vecinos del barrio Confluencia,
no hubo prácticas ilegales. Por caso, tomaron el testimonio
del cabo Urrutia, en esa jornada bajo las órdenes de Román,
quien aseguró que la detención del menor se produjo
en la calle, y al cabo de una persecución a un “sujeto
que en jeans claros y torso desnudo, arrojó una enorme piedra
que impactó contra (la mujer policía de apellido) Charra”.
Su testimonio fue coincidente con la indagatoria que, previo a los
alegatos, ofreció voluntariamente Román.
El imputado, tras narrar los acontecimientos vividos esa tarde de
furia en el barrio Confluencia, se dijo “inocente” del
delito que se le imputa, pero reconoció haber “aprehendido
a esta persona”, que resultó ser el menor de edad.
La sentencia se dará a conocer el próximo 6 de junio
a las 12.30.
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