Por ALBA SUÁREZ
La institución alberga parte del patrimonio de esta
región, permitiendo conocer un poco más acerca de los
pueblos originarios.
Neuquén
> El parque de los museos ya es una realidad. Anoche se
reinauguró el Museo Gregorio Alvarez, completando así
una oferta que, sumada al Museo de la Ciudad, el Paraje Confluencia,
la sala Emilio Saraco y el MNBA, convierten al Parque
Central en un polo cultural de variado contenido histórico
y contemporáneo “Fue necesario cerrarlo y realizarle
importantes trabajos de restauración, refacción y mantenimiento
que siempre deben hacerse con edificios tan antiguos como este, que
no fueron construidos inicialmente para museos, para que sigan teniendo
una vida útil” dijo el director del MNBA Oscar Smoljan.
En diciembre del 2000 el Gregorio Álvarez cedió sus
instalaciones al Museo Nacional de Bellas Artes hasta tanto se construyera
el nuevo edificio, que fue inaugurado en septiembre de 2004 en el
centenario de la ciudad de Neuquén.
Remodelación
En el 2005 se cerró el museo y comenzaron las obras de remodelación
consistentes en acondicionamiento de los cimientos y bases para quitarle
el salitre, baño para discapacitados y puesta a nuevo de los
ya existentes. Se arregló el sistema de calefacción,
los vitraux. Se restauró el techo, la protección lateral
que era muy vulnerable y fue pintado “quedando en su mejor forma”
dijo Smoljan, y agregó: “el trabajo de vitrinas en donde
se exhiben el patrimonio arqueológico fue realizado con un
sentido muy moderno, por la carpintería de la municipalidad
como también toda la cartelera muy didáctica que le
va a permitir, sobre todo a los chicos de las escuelas a realizar
el recorrido con todas las explicaciones debidas”
El edificio tiene un orden para visitarlo. Ingresando y a la izquierda
se encuentra la síntesis del patrimonio del Museo Gregorio
Álvarez, que es muy importante ya que remiten a siete mil años de
historia.
Las colecciones
El recorrido se inicia con la colección Chenque Haichol, que
fue uno de los sitios arqueológicos de mayor importancia de
la provincia del Neuquén. La excavación de Haichol se
organizó en cinco pisos fechados entre 5050 A.C. y1725 D.C.
y fueron realizadas por el arqueólogo argentino Jorge Fernández.
En todo este sector se encuentran las vitrinas con el patrimonio arqueológico
del museo compuesta de textos, sumados ellos a una cartelera con imágenes
que complementan la muestra. “Creo que el Museo Gregorio Álvarez
es un excelente lugar para que lo utilice el sistema de educación
porque todo lo que se expone es muy representativo de la historia
de la región sistematizada en una profunda investigación
que abarca desde el tipo antropológico de los primeros hombres
que la habitaron, sus actividades, rituales y forma de vida”,
afirmó Smoljan
Actividades
Finalizada esta parte del recorrido y a la derecha de la entrada,
se realizó un trabajo de dos cuadrículas arqueológicas
con arena, y objetos de cerámica enterrados, realizados por
la Escuela de Cerámica de la municipalidad, que simulan ser
piezas originales para que los alumnos puedan jugar a ser arqueólogos.
A continuación se encuentra una serie de mesas y bancos donde
los chicos pueden con lupas hacer trabajos de investigación.
“Considero esta incorporación como algo muy moderno e
importante porque transforma al Gregorio Álvarez en un
museo interactivo y dinámico” expresó el director
del MNBA
En este sector, se exhibe una obra realizada por Vilma Chiodin y el
maestro Michelotti: el reloj solar mapuche, un grupo escultórico
en donde cada una de las cuatro esculturas resalta un aspecto de la
cultura del hombre originario, del inmigrante, y de la naturaleza,
representada en el viento y la madre tierra con las riquezas hidrocarburíferas.
El reloj solar indica los puntos cardinales en idioma español
y mapuche. Como complemento, un televisor transmite permanentemente
todo lo referido a las fiestas populares de la provincia y en la recova
se instaló un cañón que proyecta imágenes
concisas. Por este mes, el museo contará con visitas guiadas
y permanecerá abierto todos los días.
Un poco de historia
Neuquén > El edificio que hoy alberga
al Museo Gregorio Álvarez fue construido en 1901 como parte
de las instalaciones de la Estación de Ferrocarril de Neuquén,
más específicamente en el galpón de máquinas.
Allí se guardaban herramientas y se reparaban las locomotoras.
La llegada de este medio de transporte a la zona constituyó
la segunda colonización de permitiendo otras posibilidades
de crecimiento a la región, no sólo poblacional sino
también económica y urbanística que, debido al
trazado de las vías, dividió a la ciudad en dos. Característica
que aún hoy se conserva, a través de lo que se conoce
como “el alto” y “el bajo». En 1986 comenzó
a restaurarse- obra que dirigió la arquitecta Elena Coronel-,
fue convertido en museo y declarado de interés histórico
y provincial.
Esta puesta en valor del antiguo galpón del ferrocarril fue
llevada adelante por una comisión constituida un año
antes- presidida por la arquitecta Liliana Montes Le Fort- con el
objetivo de revalorizar, a través de obras de reciclaje y restauración
de los edificios, los monumentos históricos de Neuquén.
El organismo realizó una intervención activa en todo
lo relacionado al conservacionismo y puesta en valor de sitios históricos
que son el patrimonio histórico y cultural de esta ciudad.
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