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El porcentaje de indisponibilidad eléctrica
no es alarmante, pero sí debe funcionar como señal de
prevención. Neuquén >
A pesar de haberse registrado nuevos récords de consumo eléctrico,
diciembre, enero y febrero se transitaron sin muchos sobresaltos en
el sistema.
Por un lado, las regiones señaladas como de riesgo fueron las
que finalmente tuvieron las mayores dificultades; pero por el otro,
las empresas responsables pudieron sostener el servicio aún
frente a las fuertes tormentas que castigaron el Norte y el Litoral
argentino; y cuando no fue así, la reposición se efectuó,
en promedio, más rápido que en otros años, según
un informe de la Fundación para el desarrollo Económico
(Fundelec).
Con todo, algunas regiones del país incrementaron su frecuencia
de interrupciones del servicio e incluso su alcance. En Capital Federal
y Gran Buenos Aires, que concentran aproximadamente el 40% de la demanda,
las interrupciones se hicieron más frecuentes sobre todo en
días de tormenta.
Generación
En cuanto a generación, para asegurar la calidad del servicio,
se lleva a cabo un calendario de mantenimiento de las centrales para
garantizar su correcto funcionamiento.
Según Fundelec, desde hace unos años a esta parte, en
muchos casos, ese calendario se vio alterado por la necesidad de disponer
de todas las máquinas posibles para poder responder al servicio.
Por este motivo, y por imponderables que suceden aún cuando
se lleva a cabo el mantenimiento en tiempo y forma, el parque de generación
tuvo que sortear varios inconvenientes en los últimos meses.
Así, salieron de servicio en forma imprevista Atucha y Embalse
(ambas centrales nucleares) y, parcialmente, Río Grande (hidroeléctrica),
Costanera, Dock Sud y varias Centrales de la Costa (entre las usinas
térmicas).
Justamente, en una comparación anual, puede verse la evolución
de la indisponibilidad térmica, que indica el porcentaje de
máquinas que no están disponibles para generar respecto
del total del parque térmico.
El informe de Fundelec indica que esta evolución muestra cómo
se bajó del 50% de indisponibilidad en 1991 y 1992, al 18%
en 2003, fruto de las fuertes inversiones que recibió el subsector.
Pero también se ve que de ese registro mínimo del 18,3%
en el año 2003, se ha subido a un 26,1% en los años
2005 y 2006. Este pequeño aumento que ubica al registro en
niveles aceptado internacionalmente no es alarmante, pero sí
debe funcionar como señal de prevención para evitar
que la indisponibilidad térmica siga subiendo.
Transporte
Para Fundelec, “el transporte eléctrico ha mejorado mucho
en los últimos tres años, aunque este mejoramiento únicamente,
y por ahora, ha servido para sacarlo de una situación crítica
y llevarlo a un nivel aceptable bajo un registro de consumo actual,
en la mayoría de las líneas en operación”.
Agrega que, “no obstante, y considerando la tendencia creciente
de la demanda eléctrica y la actual capacidad de algunas líneas
y la exigencia a la que están sometidos algunos transformadores,
es imprescindible continuar avanzando con una clara lista de prioridades
sobre las regiones más comprometidas”.
En algunas regiones la capacidad de transformación está
trabajando al límite y, no existe por ahora otra vía
de conexión, una falla irreparable en una máquina de
estas características, significaría una interrupción
del servicio a nivel regional por tiempo prolongado.
Así, Cammesa identificó como zonas con problemas de
transformación con bajo riesgo en San Juan, San Nicolás
y el interior de Buenos Aires, con riesgo medio, Chaco (en Resistencia),
Corrientes, Santiago del Estero y la Costa de Atlántica; por
último, se catalogó como de alto riesgo a Mendoza (en
la zona de San Rafael), Formosa y Jujuy.
En enero y febrero de este año, el sistema soportó bien
la cantidad de tormentas que se fueron presentando en diferentes zonas
del país, sobre todo las regiones del Noroeste, Noreste y Litoral.
Por este motivo, debido a inconvenientes y por distintas fallas en
el transporte eléctrico regional, hubo interrupciones en el
servicio en las provincias de Tucumán, Catamarca, Santiago
del Estero, Buenos Aires, y la zona petrolera del Comahue.
Sin embargo, la mayoría de las interrupciones se repusieron
rápidamente.
En cuanto a los datos anuales, la energía no suministrada registrada
durante 2006, se mantuvo en niveles similares a los del año
anterior, siendo mucho más baja que a principios de los años
’90.
Distribución
El incremento en la demanda es una variable que indica el esfuerzo
que deben hacer las empresas para mantener un servicio de calidad
y lograr, además, las expansiones necesarias para cubrir los
nuevos requerimientos.
Por este motivo, es interesante comparar las regiones de mayor crecimiento,
y ver las dificultades que debieron enfrentar las distintas provincias
para abastecer el servicio con aumentos que, en algunos casos, exceden
largamente a las estimaciones más optimistas del año
2003.
En la comparación de los consumos de enero 2003 contra enero
del 2007 (no indican un crecimiento lineal sino tan sólo la
comparación de un mes contra otro), las provincias que más
aumentaron su consumo son Corrientes, Jujuy, Santiago del Estero,
Chaco y Río Negro (aumentaron entre un 40% y un 50%, a una
tasa mayor del 10% anual).
En tanto, las provincias de La Rioja, San Juan, Entre Ríos,
Catamarca, San Luis y la región atendida por EDEA (la Costa
Atlántica) aumentaron entre un 30% y un 40%, en promedio un
8,75% por año.
Luego se ubicaron la región Norte del interior de Buenos Aires
(atendida por Eden), y las provincias de Córdoba y Tucumán.
Este segmento aumentó su consumo más que el promedio
nacional, que se registró en un 26%.
Por debajo del aumento medio nacional, se ubicaron Neuquén,
Salta, Santa Fe, Neuquén, La Pampa, Mendoza, y la zona de concesión
de Edenor y Edesur (entre un 20 y un 26% de incremento); y Edelap,
la provincia de Formosa (complicada por la cantidad de interrupciones
que tuvo en este enero pasado) y la región atendida por EDES,
que aumentaron su consumo en menos del 10%, siempre comparando enero
del 2007 con enero del 2003.
Las provincias con mayores problemas
Neuquén>
Según datos de Cammesa, las regiones que más problemas
regionales presentaban a comienzos de 2005 y en perspectiva para el
2007 y 2008, eran Chaco y Formosa (en torno al vínculo que
las une), Catamarca, Tucumán (y en consecuencia Salta y Jujuy,
por abastecerse en alta tensión desde Tucumán), Mendoza,
San Juan, Bahía Blanca y la Costa Atlántica.
Teniendo en cuenta esto y la evaluación de los últimos
dos meses, las provincias que más dificultades enfrentaron,
finalmente, fueron Formosa, la cual arrastró a Chaco en sus
contingencias; Misiones y Corrientes, éstas dos básicamente
por cuestiones climáticas; y un problema puntual en Mendoza.
En lo que va del año, Formosa sufrió ya cinco fuertes
interrupciones en el servicio llegando en tres de ellas a superar
los 50 megavatios de cortes.
El clima también azotó a Tucumán, afectando el
servicio, y a las provincias que la rodean: Santiago del Estero, Salta
y Catamarca, aunque las dificultades, en la mayoría de los
casos, pudieron solucionarse con rapidez.
Otras provincias con interrupciones, aunque con consecuencias mucho
más acotadas, fueron Santa Fe y Córdoba, las cuales
tuvieron que soportar muy altas temperaturas, alternadas con fuertes
tormentas.
En el interior de Buenos Aires, las interrupciones se sintieron en
Bahía Blanca y en menor medida en la Costa Atlántica,
que volvió a registrar consumos récord de consumo.
En suma, el servicio eléctrico en distribución está
condicionado por el importante aumento en el consumo, sobre todo en
días de altas temperaturas, y las fuertes tormentas que deben
soportar algunas regiones.
Si bien algunas empresas están logrando enfrentar esta situación
con éxito, la mayoría tiene dificultades para responder
a esta peligrosa combinación.
“Algunas de las soluciones vendrán cuando la red de alta
tensión nacional tenga terminados los tramos que hoy se están
construyendo o licitando”, señala el informe de Fundelec.
Agrega que “hasta entonces, teniendo en cuenta que el crecimiento
del consumo no se desacelera y que las empresas distribuidoras tienen
serias dificultades para apresurar el ritmo de sus inversiones, las
alternativas son el uso eficiente de la energía por parte de
todos los usuarios, o acostumbrarnos a las interrupciones en días
de tormenta o de mucho calor”.
“El sistema será más previsible”
Neuquén>
El ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, destacó
las inversiones realizadas en el sector energético y el incremento
de la participación del capital nacional en el sector en los
últimos años, lo que otorga «previsibilidad»
al sistema.
De Vido ofreció una conferencia de prensa en la Casa de Gobierno,
tras la reunión que representantes del grupo empresario Sadesa
mantuvieron el martes último con el presidente Néstor
Kirchner, en la que anunciaron un plan de inversiones de unos 650
millones de dólares en los próximos 5 años.
«Con la operación del Grupo Sadesa podemos decir que
el sistema de generación eléctrico argentino hoy está
mayoritariamente en manos argentinas, lo cual estratégicamente
nos enorgullece», señaló el funcionario.
El titular de la cartera de Planificación remarcó que
en 2003 «la Argentina y los argentinos, a través de capital
público y capital privado, tenían manejo del 32 por
ciento de la generación».
«A partir de la aparición de esta inversión, está
en manos argentinas el 52 por ciento de la generación eléctrica,
un sector absolutamente estratégico, sin que se le haya violado
la seguridad jurídica a nadie, sin que se haya violentado ningún
contrato», agregó.
El ministro resaltó que el plan de Sadesa se produjo «en
el marco de un país que crece 10 por ciento al año,
y de la atracción que los proyectos y planes que lleva adelante
el gobierno, en el marco del actual modelo económico, generan
en el sector privado».
La inversión anunciada por Sadesa, que incluye la ampliación
de la Central Puerto de hasta 500 kilovatios de potencia, del orden
de los 150 millones de dólares, permitirá incorporar
«900 megavatios más al sistema nacional interconectado»
de electricidad, explicó.
A ello se sumarían otros 500 millones de dólares para
la construcción de una central hidráulica, que permitirían
una generación adicional «del orden de los 400 megavatios»,
reveló el ministro.
«La idea es buscar combustibles alternativos al gas, equipos
que permitan la utilización de distintos combustibles»
-indicó-, entre los que incluyó al fuel y al carbón.
El Gobierno tiene interés en estos proyectos «en función
de las inversiones muy importantes que estamos haciendo en nuestros
yacimientos de Río Turbio, y teniendo en cuenta que hay un
mercado de oferta de carbón muy interesante y a un precio lógico
y razonable a nivel mundial», agregó.
Sadesa adquirió en noviembre último las centrales Puerto,
Hidroeléctrica Piedra del Águila, centrales Térmicas
de Mendoza, Ensenada, e Hidroeléctrica de El Chocón,
recordó De Vido, quien adelantó además que el
grupo analiza «la colocación de energía hidráulica
en la zona cordillerana».
El ministro reseñó también los avances en las
obras para la puesta en funcionamiento de la central Atucha II de
generación de energía y adelantó que «tal
cual lo previsto, en el año 2010/2011, van a ingresar casi
1.000 megavatios más al sistema nacional».
Detalló que «el pico máximo -de consumo eléctrico-
de la Argentina fue de 17.517 megavatios, pocos días atrás»,
y que «la capacidad instalada es de 24.858 megavatios».
«Lo que ofrece este grupo en inversión, entre los 400
megavatios hidráulicos y los 500 térmicos, son 900 megavatios
más», explicó.
De Vido reiteró finalmente que «el sistema nunca estuvo
al borde del colapso», y manifestó que «siempre
la generación y la oferta tuvieron parámetros justos,
pero nunca críticos».
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