A una semana de haberse realizado las elecciones
legislativas, el politólogo Mariano Aguas analizó los
resultados obtenidos en los comicios.
A diferencia de lo que muchos analistas aseguran, el licenciado en
Ciencia Política de la Universidad de El Salvador cree que
aún es muy temprano como para hablar de un nuevo sistema político
en la República Argentina, conformado por una centro-derecha
y una centro-izquierda sólidas.
En primer lugar, me gustaría saber cómo observó
el desarrollo de la campaña de los comicios que finalmente
se concretaron el domingo pasado...
Creo que la campaña tuvo que ver con la propia lógica
de la creación de un espacio kirchnerista. El presidente Néstor
Kirchner, y su figura, acapararon gran parte de la escena política
y además, la diferencia de recursos entre los partidos se notó.
Durante el proceso electoral, por un lado, el Presidente apeló
al apoyo de su gestión. Por otro lado, diría que en
términos antipolíticos, se llevaron a cabo las campañas
de Mauricio Macri y Elisa Carrió.
El candidato del PRO parecía dispuesto a obtener un cargo ejecutivo
más que uno legislativo y la candidata del ARI apeló
mucho a la cuestión de la moral.
Tanto el administrativismo de Macri, como el moralismo de Carrió
me parecen discursos antipolíticos.
En general, la campaña pareció pobre en temas...
Ningún -casi- tema, diría yo.
Sí. Fue una campaña falta de debates profundos pero
interesante en término de las mutaciones que se están
operando en el sistema político.
Teniendo en cuenta los resultados electorales, ¿hacia
dónde cree que vamos? Algunos analistas sostienen que el país
se encamina hacia un nuevo esquema político, con una centroderecha
y una centroizquierda bien marcadas.
Es muy temprano para hablar de eso y de variables sistémicas...
falta mucho.
Si yo trabajara como operador político, afirmaría que
estamos yendo hacia un lugar. Como politólogo y académico,
creo que aún estamos en un clima de gran incertidumbre y en
una etapa bastante gaseosa, donde no se sabe claramente dónde
terminaremos.
Sí es un momento interesante, donde hay nuevas fuerzas... y
la muerte declarada y anunciada de la UCR no termina de confirmarse
porque sigue siendo un partido con fuerza territorial.
El cambio más evidente es el de este nuevo movimiento que organiza
el Presidente, con parte del peronismo.
¿Cómo analiza la derrota de los partidos de
izquierda?
Si entendemos por izquierda, al sector más extremo
y combativo, creo que es desastroso y esto demuestra que ese ala política
no carece de los vicios que se le imputan a otras fuerzas.
Por otro lado, a la centro-izquierda le ha ido muy bien porque, tanto
lo de Hermes Binner en Santa Fe, como la performance del ARI a nivel
nacional, el porcentaje de Elisa Carrió en Capital Federal
y los votos obtenidos por Rafael Bielsa también en la Ciudad
de Buenos Aires, representan un gran apoyo para el progresismo.
Algunos creen ver ahí -como por ejemplo el ex vicepresidente,
Carlos “Chacho”’Alvarez-, el germen de un nuevo
polo de centro-izquierda. Hay que ver quién va a liderarlo;
yo creo que se genera una competencia muy dura entre Carrió,
Binner y Kirchner, siendo el Presidente más movimientista.
Pensando en el escenario que podría llegar a darse
en 2007, ¿a qué figura ve con más proyección
nacional?
Yo creo que Binner y Carrió tienen elementos muy interesantes
para liderar esta carrera. En la centro-derecha, Macri también
se perfila -aunque creo que irá por la Jefatura de Gobierno
Porteño en 2007- y el otro candidato, aún desde un lugar
un poco excéntrico como Neuquén, es el gobernador Jorge
Sobisch.
No obstante, hay que diferenciar bien las intenciones de los candidatos
de las posibilidades reales de cada uno. La primera dama, Cristina
Fernández, sí me parece una persona con una capacidad
política fuerte y también el propio Presidente.
Como personas que saben hacer política, hay varias figuras
pero el gran problema son las estructuras partidarias. Si uno no domina
el territorio, es muy difícil llegar... o se debe tener muchísimo
dinero como tiene el Presidente en estos momentos, como para comprar
voluntades y comprar aparatos, que funcionan como profesionales de
la movilización política.
¿Cuál es su opinión sobre el presidente
Kirchner? ¿Cree por ejemplo que resulta, muchas veces, demagogo?
Yo creo que es una persona muy inteligente, que obviamente
tiene elementos muy fuertes de una cultura política peronista,
con lo bueno y lo malo que esto implica.
De todos modos, me parece que Kirchner logró revalorizar la
política y ha reconstruido el poder presidencial de una manera
bastante eficaz.
Sin embargo, como método, yo creo que es un gran pescador de
aguas revueltas.
¿Cómo describiría la relación
existente entre los políticos y la sociedad, hoy por hoy, a
cuatro años del “que se vayan todos”?
Igual o no muy diferente que antes.
El que se vayan todos tenía que ver con un enojo generalizado
de la clase media, que es el sector socio-económico al cual
se le vende periódicos, horas de noticieros, etcétera...
Hoy en día, creo que se está dando una cierta madurez
de la sociedad, que se dio cuenta que no puede cambiarse todo de la
noche a la mañana. En política, los cambios van a darse
lentamente y a largo plazo... nunca se cambia, sino por lo que hay.
Yo necesito lo que tengo para hacer cosas nuevas.
Los cambios asambleísticos y voluntaristas, me parecen infantiles
como propuesta política.
¿Considera que también nacerá ahora
una oposición más madura?
Habría que ver qué es la oposición y por otro
lado, cómo el oficialismo construye a la oposición.
La oposición va a surgir de cómo vayan encaminando este
nuevo movimiento que es el Frente para la Victoria y la estrategia
kirchnerista, que es muy peronista en cuanto a que pretende abarcar
todo.
Desde esa lógica, ¿cuál es la mejor oposición?
La centro-derecha. Yo creo que esa oposición va a tener un
lugar mediático con Sobisch y Macri, principalmente.
Existe otra oposición que tiene que ver con el factor republicano
e institucional, donde considero que se ubican Carrió y Binner,
además de una parte del radicalismo.
Habría que tener en cuenta una tercera variable que será
el juego en el Congreso. Yo estimo que ahí se darán
oposiciones, incluso desde el reducto que queda del sector del peronismo
duhaldista.
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