“El Mercosur se encuentra amesetado
en una etapa de transición”

 
 
«Las dificultades para avanzar en la profundización del Mercosur tienen causas económicas y políticas, las que se interrelacionan, y se componen en un trasfondo de debilidad institucional del bloque».
Beatriz Nofal, ex subsecretaría de Industria y Comercio Exterior de la Nación, afirma que existe un estancamiento en la integración regional de los países miembros del bloque económico.


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Por LAURA E. ROTUNDO

Beatriz Nofal es Presidente y Socio Fundador de la firma Eco-Axis S.A., consultora líder en economía, negocios y políticas públicas en Mercosur.
En diálogo con La Mañana de Neuquén, la ex subsecretaria de Industria y Comercio Exterior (1986-1988) -doctorada en la especialidad de Desarrollo Económico en la Universidad de Johns Hopkins- habló de un estancamiento en la integración regional y planteó una serie de alternativas que podrían revertir la actual situación.
Nofal fue además, Diputada Nacional por la Capital Federal (desde octubre de 1999 hasta febrero de 2001, cuando renunció) y autora de numerosas publicaciones, entre las que se destaca Mercosur Journal (1995-1999).

¿Podría detallarnos brevemente cómo se encuentra el Mercosur hoy por hoy?
El Mercosur, como Unión Aduanera Imperfecta, se encuentra amesetado en una etapa de transición y enfrenta una encrucijada estratégica. Para superar el estancamiento en la integración regional se requiere que los gobiernos de los países miembros resuelvan esa encrucijada estratégica, ejerciendo una opción política clara entre profundizar el Mercosur para alcanzar un mercado único abierto al mundo o reformularlo en Zona de Libre Comercio. El ejercicio de esta opción, indicará además cómo los países del Mercosur deciden enfrentar las turbulencias financieras y los riesgos de la globalización: si con mayor cooperación y coordinación macroeconómica, o de forma individual, intentando alternativamente diferenciarse el uno del otro, a veces infructuosamente, como hasta ahora.
La opción menos deseable es mantener el status quo. Esta opción, no sólo no soluciona los problemas actuales, sino que los agrava, resultando en el deterioro paulatino y la dilución “informal” del Mercosur. El resultado es la pérdida de confianza, de cohesión y de credibilidad del bloque (afectando incluso la reputación de los países miembros por su aparente incapacidad para resolver los problemas). Esto desalienta no sólo el comercio sino la inversión extranjera directa en la región, en particular en los países de menor tamaño relativo que se ven afectados por la incertidumbre de acceso al mercado del socio principal y por la desnivelacion en la cancha de juego.
La pregunta relevante es si Argentina y Brasil van a aprovechar la oportunidad que actualmente existe dado a una mayor coincidencia política, mayor estabilidad en la cotización relativa de las monedas, la recuperación de sus economías y de un ambiente externo aún favorable para acelerar el paso en Mercosur, y actuar con hechos y no palabras, a fin de recuperar el terreno perdido en el comercio y la inversión, y reestablecer el rumbo y la credibilidad.

¿Cuáles son las prioridades que tiene actualmente el grupo?
En lo relativo a la agenda interna, el grupo estaba negociando -en el segundo semestre de 2004- diferentes temas económicos, relativos al completamiento de la Unión Aduanera y a la profundización del Mercosur. Sin embargo, dicha negociación está atascada porque Argentina presentó algunas propuestas… concretamente una, relativa a la instrumentación de salvaguardias en el comercio intra-Mercosur y otra, relativa a la distribución de inversiones extranjeras directas, con las que Brasil no está de acuerdo. Por otro lado, Brasil parece que quiere priorizar los temas políticos más que los temas asociados a la profundización del Mercosur.
Entre los temas políticos, cabe destacar la conformación de la Unión Sudamericana y el pedido de Venezuela y de Cuba de entrar como países asociados del Mercosur, lo que en el caso de Cuba impone un desafío dado la existencia de la cláusula democrática en el Mercosur. Por otra parte, la crisis en Bolivia, un Estado asociado del Mercosur va a poner a prueba la capacidad de los gobiernos de Brasil y Argentina para ayudar a que se mantenga la institucionalidad democrática y se recupere el poder del Estado en el vecino país.
En lo que hace a la agenda comercial externa del Mercosur, tanto las negociaciones en el ALCA como con la Unión Europea están relativamente paradas, no habiéndose podido lograr sendos acuerdos de libre comercio como anunciado en el 2005. Para cerrar estas negociaciones con el ALCA y la Unión Europea de forma balanceada, es imprescindible para Argentina y el Mercosur, que avance la negociación multilateral en la Rueda de Doha de la Organización Mundial de Comercio. Esto, dado que es el ámbito multilateral donde se ha comprometido a avanzar en una mayor liberalización del comercio internacional en el sector agrícola y agroindustrial, con eliminación progresiva de los subsidios a la exportación y disciplinamiento de las ayudas internas.

¿Cómo observa el accionar del actual Gobierno en relación a este tema? ¿Cree que coopera lo suficiente para impulsar el avance del Mercosur o que, tal vez, debería estimular más su desarrollo?
El accionar del gobierno respecto de este tema presenta oportunidades de mejora. En realidad, para ser franca, las negociaciones para profundizar el Mercosur no han presentado ningún avance sustantivo en la práctica desde 1998, o sea que han pasado varios gobiernos desde entonces, de distinto color político, tanto en Argentina como en la región. Las dificultades para avanzar en la profundización del Mercosur tienen causales económicas y políticas en los países miembros, las cuales frecuentemente se interrelacionan, y se componen en un trasfondo de debilidad institucional del Mercosur.
En el plano económico, como factor coyuntural cabe destacar el impacto de los shocks externos -principalmente, el freno en el influjo de capitales-, que acentuaron desequilibrios macroeconómicos internos y que afectaron severamente y en cadena a las principales economías del Mercosur: primero a Brasil (en 1997-99), luego a Argentina (1999-2002), y en parte del 2002, a todas las economías de los países miembros del Mercosur, resultando en una caída significativa del crecimiento en la región.
Como problemas económicos estructurales cabe señalar la inestabilidad del tipo de cambio entre los socios y la fuerte dependencia en los países miembros del financiamiento externo a la región, lo que genera incentivos para diferenciarse del socio en dificultades.

¿Y en el plano político?
En este aspecto, las dificultades principales abarcan: problemas de visión compartida entre los socios, respecto de lo que implica la profundización del Mercosur y de la dirección en la cual hay que avanzar.
Existen además, obstáculos para renunciar a cuotas de soberanía a favor de políticas e instituciones comunes, y de disciplinas colectivas, en particular en el caso de la mayor economía del bloque, e insuficiente liderazgo -a nivel regional y nacional- para impulsar la profundización del Mercosur.
Me gustaría agregar que en el plano institucional, los problemas se originan, por un lado, en la combinación de una estructura institucional regional débil -basada casi exclusivamente en la cooperacion intergubernamental- con problemas de internalización, implementación, y enforcement de las normas acordadas (e incluso de los fallos arbitrales del Tribunal de Solucion de controversias).
Mirando hacia delante, es necesario remover los obstáculos que le enumeré anteriormente, a fin de facilitar el avance de la integración, asi como mejorar la calidad y exigibilidad de las reglas, para promover un proceso de integración crecientemente orientado por reglas (rule oriented process), y menos por el poder de negociación de las partes. Asimismo, hay que promover una efectiva participación de los Parlamentos nacionales -lo cual es condición necesaria para avanzar en la coordinación macroeconómica y la armonización de las políticas domésticas- y fortalecer los débiles mecanismos de participación de la sociedad civil y de difusión de la información al ciudadano.

Si usted fuera la encargada de marcar tres proyectos claves para llevar a cabo dentro de la agrupación, ¿cuáles serían?
Si hay voluntad y liderazgo político para profundizar la integración por parte de Brasil, se debería en el corto plazo avanzar en la implementación del programa del mercado único, poniendo énfasis en el disciplinamiento de los incentivos financieros, fiscales y aduaneros a las exportaciones en las ventas intrazona, en la eliminación de las barreras no arancelarias existentes y en la certidumbre de acceso al mercado ampliado regional.
Es urgente acordar con Brasil y llevar a cabo un Programa de Profundización del Mercosur, el cual debe sustentarse en el mediano plazo, en otros tres programas prioritarios, además del mercado único:
Un Programa de Mercado Único con lealtad competitiva, eliminando barreras no arancelarias y distorsiones en el libre comercio intrazona. Esto requiere, en una primer etapa, de un firme disciplinamiento para no utilizar incentivos financieros, fiscales y aduaneros a las exportaciones intrazona y, en una segunda etapa, avanzar en la armonización de las políticas de exportación, de promoción regional de la inversión, y de tributación indirecta, en una política común de defensa de la competencia, y en la reforma del AEC;
Un Programa de Coordinación y Convergencia Macroeconómica Vinculante (con revisión de las metas formuladas en Florianópolis en el 2000, diseño de senderos de convergencia macro sustentables, y manteniendo a Chile como miembro de dicho Acuerdo por las ganancias de credibilidad), que sea adoptado como una Decisión del Consejo Mercado Común, para luego ser ratificado por ley por los Congresos de cada Estado Parte, y que contemple, a mediano plazo, mecanismos de coordinación cambiaria, para apuntar en el largo plazo hacia la moneda común;
Un Programa de Fortalecimiento Institucional, con pronta puesta en vigencia del Tribunal Arbitral estable previsto en el Protocolo de Olivos para fortalecer el mecanismo para la solución de controversias, y creación de un órgano regional para asistir en la construcción y gerenciamiento del mercado único regional (puede ser la Secretaria Técnica del Mercosur pero reformulada).
Un Fortalecimiento de la política externa del bloque en sus negociaciones internacionales, otorgando igual prioridad a las negociaciones multilaterales en el ámbito de la Organización Mundial del Comercio que a las negociaciones de libre comercio preferencial con el Alca y la Unión Europea (UE), para avanzar efectivamente en la liberalización del comercio internacional del sector agrícola y agroindustrial con eliminación de barreras de acceso a mercado y de subsidios a la exportación, y reduccion sustantiva de ayudas internas. El Alca o eventualmente la negociación de una zona de libre comercio con la UE deben ser más que un acuerdo de reducción preferencial de aranceles y deben incluir integralmente al sector agrícola y agroindustrial, con eliminación de barreras no arancelarias, y disciplinamiento sobre los subsidios a la exportación y las ayudas internas. Por otra parte, para obtener los beneficios dinámicos asociados con la inversión, las economías de escala y la especialización, será necesario formular sendos programas de financiamiento de infraestructura, y de reasignacion de recursos, los cuales no son aún parte de la agenda de integración hemisférica o con la UE.

¿Cree que este programa funcionaría?
El Programa de Profundización, para ser exitoso, debe contemplar metas claras y compromisos creíbles con plazos factibles de implementación. Se necesitarían, aproximadamente, entre cinco y diez años para implementar acabadamente los programas del mercado único y de coordinación macroeconómica.
El año 2010, por ejemplo, sería una fecha adecuada para haber terminado de implementar el Programa del Mercado Único y para encontrarse en un estadio avanzado del Programa de Coordinación y Convergencia Macroeconómica.

Por último, me gustaría preguntarle si ¿cree que el canje de la deuda favorece en algún punto el progreso del Mercosur?
El que la Argentina haya reestructurado exitosamente su deuda y salga del estado de cesación de pagos, crea un ambiente más favorable para avanzar en la profundización del Mercosur.
El hecho de que, dado el acuerdo con los acreedores, Argentina retorna a la normalidad institucional desde el punto de vista económico, y está a su vez transitando un proceso de fuerte recuperación económica, esto, en teoría, elimina los desincentivos que tenía Brasil para avanzar en la coordinación macroeconómica.
Pero, tanto ahora como antes, en última instancia, el liderazgo político, la reconstrucción de una visión compartida respecto del Mercosur que se ambiciona construir, y la voluntad política de los gobiernos de implementar acciones concretas en este sentido, son los factores determinantes para el logro de una integración más profunda en el Mercosur.

 

 


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