«Como país hemos fallado en la
prevención del consumo de drogas»

 
 
Claudio Izaguirre.
Claudio Izaguirre, integrante de la Asociación Antidrogas de la República Argentina, se refirió a la ausencia de políticas preventivas, de la influencia de los medios y de la posible despenalización de la marihuana.

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Por Laura E. Rotundo

En 2006, el consumo de drogas en el país se incrementó en forma alarmante.
Claudio Izaguirre, de la Asociación Antidrogas de la República Argentina, dialogó extensamente con La Mañana de Neuquén para describir un panorama que se torna cada vez más complicado.
La ausencia de políticas preventivas, la influencia de los medios de comunicación y la posible despenalización de la marihuana son algunos de los puntos en los que se detiene el titular de esta entidad.

¿Cómo observa el panorama de la drogadicción en Argentina?
Si debiera utilizar una única palabra, diría que es “dantesco”. Hay una enorme oferta de drogas en las calles. Niños, adolescentes y adultos van en busca de estas sustancias porque no tienen información sobre lo nocivas que son.
Personalmente, considero que como país hemos fallado en la prevención del consumo de drogas, más allá de los grandes esfuerzos de parte de la SEDRONAR, que no tiene recursos para hacer campañas de este tipo que apunten a comunicarle a los jóvenes lo dañinas que son las drogas.
También por un exceso de información, proveniente desde aquellos que promueven la despenalización de las drogas, los chicos se han volcado masivamente a jugar con estas sustancias, como antes lo hacían con las muñecas o con Internet.

¿Con cuáles medidas concretas cree que podría modificarse esta realidad?
Hay, por lo menos, dos o tres aspectos fundamentales. El primero de ellos tiene que ver con la “cosa preventiva”, incluso desde las cooperadoras escolares para trabajar con los padres de los chicos, comunicando los daños que las drogas producen.
Desde la familia, tratando de llevar la información a través de los medios e impidiendo que aquellos que promocionan el uso de drogas puedan tener acceso a los medios públicos.
Por otro lado, se debería trabajar fuertemente con la lucha contra el narcotráfico y con el freno del ingreso de drogas al país. En este sentido, yo veo que se están haciendo algunas cosas. Hasta hace dos años atrás, en Misiones, se incautaban cientos de kilos de marihuana por procedimiento y con la intervención de la Prefectura Naval Argentina, actualmente se están incautando “miles” de kilos, lo cual es positivo.
Además, tenemos un cartel instalado en la provincia de Salta, del que no se habla a pesar de que ha habido dos muertos, una de ellas una vecina de apellido Ledesma pero se ha tapado con la muerte de la víctima del country (Nora Dalmasso), ya que los medios le han dado relevancia al caso de Córdoba.
En este sentido, en Misiones tenemos serios problemas porque existen asentamientos de grupos de traficantes de droga y en las distintas capitales de las provincias hay una gran oferta.
Para combatir el narcotráfico, otro punto importante sería ponerle un freno a los jueces que dejan en libertad a los vendedores “minoristas”. Muchas veces la Policía no puede actuar porque no tiene la orden judicial, porque la Justicia le impide acceder a los teléfonos celulares de los narcotraficantes y en muchos casos, esto lleva a la corrupción... ya que no pudiendo actuar con las herramientas que debe darle el Poder Judicial, se corrompe.

Si el Estado contara con los medios necesarios como para encarar una política de prevención, ¿cuál cree que sería la más efectiva?
Principalmente, tiene que ver con la verdad.
Podríamos comenzar diciendo que la marihuana crea esquizofrenia. El 50 por ciento de las personas que están en los centros de rehabilitación hoy, están porque no pueden “largar” la marihuana, por lo que podemos decir que SI es adictiva y SI hace daño. Así como el alcohol está durante tres días en el cuerpo de una persona, la marihuana está 28 días. Por eso es importante empezar a educar a los jóvenes con la fuerza de la verdad.
Hay ONG’s en Argentina que no deberían existir, que son los grupos de reducción de daños que le enseñan a los pibes cómo drogarse. Estos grupos trabajan en la provincia de Mendoza, en la ciudad de Rosario y en la provincia de Buenos Aires.
Un caso es el de la Organización INTERCAMBIOS donde hay folletería “colgada” en Internet al alcance de todo el mundo y en particular, de los pibes que buscan este tipo de información y que para referirse a la cocaína, dicen: “la cocaína se vende adulterada, probá un poco y fijate cómo te pega”... “hacé rayitas finitas y rompé las piedras para que no te lastimen la nariz”. Es una ONG que le dice a los pibes que drogarse es una cuestión recreativa, cuando en realidad una persona que consume, comienza a perder su familia.
O sea... podemos ver a un (Roberto) Pettinato que por el consumo de drogas no le permiten estar a menos de 500 metros de su casa. Alegremente, el conductor le canta a la marihuana al cierre de la programación de Canal 13. La canción final del ciclo dice: “GRASS, GRASS, GRASS, Gracias a la Vida... GRASS, GRASS, GRASS, Gracias a la Tierra”. GRASS se le dice a la marihuana en Estados Unidos. Esto los adolescentes lo saben y se sonríen picaronamente, mientras los adultos se quedan “colgados de la maceta” porque en realidad y simplemente es una canción de música pegadiza, pero lo que está haciendo el animador es cantándole a la marihuana, en el canal de mayor audiencia de la República Argentina. Este tipo de actitudes es lo que hay frenar.
En cuanto a la asistencia, el Estado debería crear espacios gratuitos de atención al adicto. Lo que hoy existe, salvo la Asociación que personalmente presido, que brinda asesoramiento GRATUITO, las comunidades terapéuticas cobran 1200 pesos por mes, durante un año y medio. Primero se debe trabajar en la desintoxicación, luego en la rehabilitación, después en la conexión con los grupos de autoayuda, de narcóticos anónimos o alcohólicos anónimos, según corresponda y luego, brindar la posibilidad de que el adicto aprenda un oficio, ya que el único que conoce es el robo.
Como sucede en la Asociación Antidrogas, se puede brindar un curso de decoración de vidrieras, de camarero, de armado de PC’s y en tres meses, “el fulano” tiene una salida laboral y empieza a autoabastecerse.

¿Cuánto influye el apoyo de la familia en que un joven no entre
al mundo de la droga?

La información es un tema importante pero cuando ingresa a la droga, todo lo que se le dijo en casa, aparentemente no sirvió. La droga tiene la facultad de alterar a la persona y, en particular, la marihuana crea un tipo de esquizofrenia, como mencioné anteriormente. La persona no razona del mismo modo que lo hacía antes de consumir y por lo tanto, cuando cae en el consumo se va a tornar difícil para la familia. En algunos casos, son diez años de locura y muerte.
El tema es muy duro porque aparentemente, en un principio, la marihuana no hace nada. Si uno “raspa” un poquito en la vida familiar de quien la consume, va a encontrar inconvenientes de agresión y lesión. Lo que hace esta droga en particular es alterar el estado emocional estable de la persona: tiene momentos de ira y momentos de depresión, lo cual hace que se puedan entender “mal” los estímulos externos. Por ejemplo: llega alguien, lo mira fijo y piensa que lo están atacando y ahí comienzan los delirios de persecución. Es como que hay alguien que le dicta las cosas que tiene que hacer.

¿Cree en realidad que hoy se difunde más el tema del consumo de drogas o efectivamente estamos cada vez peor en este aspecto?
En los últimos tres o cuatro años, el consumo del “paco” ha aumentado un 500 por ciento, mientras que el de la marihuana se incrementó en un 200 por ciento, según los datos de SEDRONAR. Por otro lado, Argentina es el país número uno en el consumo de cocaína en los colegios de toda Latinoamérica, ya que esta estadística surge de una encuesta realizada a chicos escolarizados. Esto es grave porque en realidad, lo que estamos creando son tres o cuatro generaciones de gente enferma mentalmente. El adicto no se ve enfermo porque sus piernas están bien, sus brazos también... el problema es del cuello para arriba, más precisamente en el cerebro.
Esto tiene que ver con una política “globalizadota”, en cuanto a la necesidad de conseguir mano de obra barata.

¿Cree que si finalmente se despenaliza el uso de determinadas
drogas, el panorama va a empeorar?

Si sucede, “estamos en el horno” y más en el sur de nuestro país, que tiene la particularidad de tener una enorme distancia entre ciudad y ciudad, por lo que los chicos tienen escasa comunicación entre sí. Aquellos que caen en el consumo de drogas, y me refiero a adolescentes, en algún momento se terminan suicidando porque las drogas son depresoras.
El índice de suicidios de adolescentes en la Patagonia es escalofriante y lamentablemente es alto porque muchas veces los chicos sin terminar de desarrollar sus neuronas, se encuentran en un callejón sin salida, angustiados por no poder decir el mal que les causa la droga.

Al referirnos al consumo, ¿qué diferencias advierte entre las clases sociales?
Podemos hablar de nenas y varones de 8 a 10 años, de clase baja, cuyos padres son adictos o están presos, que consumen drogas y que después se prostituyen en las puertas de las villas para conseguir dinero para la próxima dosis.
El caso de los chicos de clase media y clase alta, que han consumido ya algunos tipos de drogas y buscan nuevas experiencias y también caen en el paco, que es realmente letal porque no permite pensar.

¿Se puede salir de la droga?
Absolutamente. Sí.
Muchas veces, o en la mayoría de los casos, el adicto no puede dejar de consumir por sí mismo y por eso debe estar aislado, en un lugar donde no hay drogas. Por eso, de alguna manera, la institución que lo cobija, deja de consumir por él.
A partir de ese punto, comienza el trabajo con la reestructuración mental, moral y sobre todo espiritual y con esto no quiero decir religioso, sino con algo interno, con el trabajo profundo sobre los propios defectos del carácter, que el adicto tiene exacerbados. Por este motivo, los grupos de narcóticos anónimos son tan importantes... precisamente porque hacen hincapié sobre estos defectos.

¿Cuál es su visión respecto del futuro?
La realidad es que un Diputado de la Provincia de Tierra del Fuego, Leonardo Gorbacz, acaba de presentar otro proyecto de ley para la despenalización de las drogas, al Juez de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni, que trabaja en el mismo sentido y que va en contra de lo que piensan otros miembros del Gobierno Nacional, pero son piedras en el zapato, personas que creen que está bien lo que intentan hacer, cuando en realidad la despenalización de las drogas lo único que traería es la legalización del vendedor minorista.

¿Cree que los medios de comunicación influyen para incentivar o no el consumo?
Por lo que decía en 2005, el Secretario de Lucha contra el Narcotráfico, José Ramón Granero, podemos entender lo que está sucediendo.
Las empresas tabacaleras han puesto enormes cantidades de plata en los medios de comunicación para publicitar sus productos legales, con la condición de que no se hable mal de la marihuana porque en caso de despenalizarse ellos quieren quedarse con la comercialización del producto.
A esto hay que agregarle que el multimillonario norteamericano, George Soros, solventa con 15 o 20 millones de dólares por año, los grupos de reducción de daño en toda Latinoamérica.

 

 


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