«Acceder al derecho al aborto
es subvertir el orden social»

 
  Dora Coledesky es abogada e integrante de la Comisión por Derecho al Aborto. En esta entrevista, la dirigente reflexiona sobre el tema partiendo de una mirada que intenta alcanzar el «pleno respeto hacia la mujer».

Disminuir tamañoAumentar tamañoCambiar tamaño  Imprimir Imprimir
 
       
   
   
 

La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito es una amplia alianza nacional que reúne a más de 250 organizaciones y a miles de personas de todo el país que trabajan en pos de conquistar los derechos «vedados e insensibilizados», para acabar con las muertes de mujeres por gestación, primera causa de mortalidad materna y evitables en un 80 por ciento de los casos, además de otras graves secuelas.
El objetivo de esta campaña consiste en la lucha para que el Estado efectivice políticas públicas para todos y todas, y se sumen la mayoría de los países del mundo en donde el aborto se permite cuando la mujer se ve confrontada a un embarazo que -por razones diversas- no está en condiciones de seguir adelante.
Dora Coledesky es abogada e integrante de la Comisión por Derecho al Aborto. En diálogo con La Mañana de Neuquén, esta reconocida dirigente feminista de 78 años intenta reflexionar acerca de este tema, partiendo de una mirada que sobre todo intenta alcanzar el «pleno respeto hacia la mujer».

En primer lugar, me gustaría saber cómo definiría Usted la palabra «aborto».
Etimológicamente significa «sin algo». Desde el punto de vista político y social, en cambio, quiere decir varias cosas, pero fundamentalmente representa una decisión de mujer sobre su cuerpo, su vida, sus sentimientos y sus proyectos.
Acceder al derecho al aborto es subvertir el orden social, que impone -desde hace siglos- ser madre.

¿Cómo observa y cómo califica la discusión del aborto en nuestro país, como una cuestión de Estado?
Habría que analizar minuciosamente eso de «cuestión de Estado» porque yo, en principio, no estoy de acuerdo con el accionar del Estado, pero más allá de mis convicciones y de que haya muchas instituciones en las cuales no confío, es una realidad que éstas existen...
Por eso creo que las organizaciones y los ciudadanos comúnes que participamos de esta Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito tenemos que aunar más esfuerzos para intervenir y armar una «revolución cultural» en este sentido para poder avanzar en todo lo que sean «libertades».
Igualmente soy bastante optimista y considero que hemos logrado muchas cosas, penetrando en toda esta maraña que significan las leyes y la Iglesia sobre todo, que es como un pulpo que es un instrumento de dominación, que se «mete» en todos lados... para presionar a los médicos, a la Justicia y para responder a intereses que no son los de las mujeres, lo cual no tiene nada que ver con ideologías o religiones.
Nuestra lucha está perforando estas instituciones polémicas, para poder llegar al Estado... o por lo menos, las estamos «penetrando» de algún modo para lograr que cambien.
Sin embargo, yo creo que la cultura ya está cambiando desde hace algún tiempo, a partir de lo que la mayoría de la gente cree. Un ejemplo claro de esto se da en la Ciudad de Buenos Aires, donde -al igual que en España- se permite la unión de homosexuales, lo cual genera mucha bronca por parte de la Iglesia, porque no puede impedirlo.

¿Cómo observó la posición de la Justicia en el caso de la adolescente discapacitada que se dio recientemente en nuestro país?
Son muchos los obstáculos que se encuentran cuando se lucha por el derecho al aborto, lo que demuestra que aún queda mucho por hacer y «difundir» en torno a este tema.
Hay algo que deberíamos aclararle a todos los argentinos y es que los proyectos de ley que se presentaron justamente sobre los casos puntuales de violación, son ridículos porque ese derecho ya existía en el Código Penal, aunque se aplicaba cuando y como se quiere.
Existe un principio constitucional que establece que «todo aquello que no está prohibido, está permitido», entonces no se tenía por qué recurrir a un Juez para solicitar autorización.
Tanto la ley -que creo que es una tela de araña, como decía Martín Fierro- y la corporación médica encontramos obstáculos, aún teniendo el derecho a poder practicar el aborto en ese caso puntual. Imagínese lo que sería si logramos al aborto voluntario...

Desde la Comisión que Usted preside, ¿qué cambios proponen para la legislación actual?
Proponemos el “Aborto voluntario”, para que cada mujer decida libremente cuando quiera hacérselo, sin siquiera tener que presentar el consentimiento del novio o del padre.

¿Y en qué casos específicos cree que se justificaría plenamente la realización de uno?
Nuestra propuesta es precisamente sin condiciones, no tiene porqué ser un caso de violación o de enfermedad. Que la mujer pueda decidir si quiere ser madre o no en cualquier caso, siempre hasta el tercer mes...

¿Sabe Usted cuáles son los riesgos reales de salud que corre una mujer al practicarse un aborto?
En las condiciones más precarias o «caseras», como se practican la mayoría de los abortos actualmente, la mujer corre un gran riesgo de perder la vida y cuando no vacila en arriesgarla es cuando podríamos decir que se plantea una verdadera decisión moral... esto representa una gran lucha y un largo camino que toca muchas cosas y molesta a muchas personas.
Si el aborto pudiera hacerse legal y gratuitamente, con profesionales capacitados para contener a la mujer y para llevar a cabo finalmente este tipo de «intervención», las cosas cambiarían mucho e incluso podrían acceder muchas más mujeres porque no deberían pagarlo. El mejor ejemplo o testimonio de que no hay problemas, lo tenemos si observamos a los países en donde está despenalizado, donde se da una única muerte cada 100.000 mujeres.
Hoy por hoy, un aborto está cotizado entre los 400 y los 1000 pesos en los consultorios privados que los realizan y de acuerdo a las estadísticas que arroja el «subregistro» realizado para calcular cuántas muertes diarias se dan en toda la República Argentina por esta razón, actualmente se pierden dos mujeres por día.

Como mujer de leyes, ¿cómo observó la nulidad del aborto para la joven discapacitada?
Yo entiendo que el accionar de la jueza a cargo del caso fue terrible y sin pensarlo dos veces me animo a afirmar que es del Opus Dei. Creo que alguien, dentro del hospital en el cual se realizaría el aborto, «alcahueteó» que se llevaría a cabo esto...
Lo que claramente es tremendo es la Cámara de Apelaciones haya confirmado la negativa de la Magistrada... la posibilidad que tenía la joven era real porque la ley se lo permitía.
Esto representó y representa un verdadero desprecio hacia la mujer.
La mayoría de los médicos sostiene que hasta las 22 de semanas de embarazo una persona no corre riesgo alguno en realizarse un aborto, pero aunque estaba de 20, no se llevó adelante.

Respecto de la ligadura de trompas, que también genera bastante polémica en la Iglesia sobre todo, ¿tiene alguna opinión definida?
Que justamente se haya votado a nivel nacional sobre este tema esta semana, me parece un avance muy importante y así es visto por todos los que integramos esta Campaña a favor del Aborto.
De hecho, esto ya existía en algunas provincias... la única condición es que la mujer que se somete a esta intervención, debe ser mayor de edad.

¿Desde qué año trabaja en esta lucha por lograr el «Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito»?
Desde el año 1988 comenzamos con esta lucha, creando la Comisión por el Derecho al Aborto.
Cuando nació este movimiento y esta campaña a nivel nacional, decidimos integrarla junto a otras asociaciones que decidieron adherirse. De las 250 organizaciones que forman esto, destacaría la presencia de la ONG «Católicas por el derecho a decidir» y el Movimiento Autónomo de Mujeres, además de una gran cantidad de intelectuales reconocidos y de dirigentes políticos que pelean por este derecho.

¿Cuáles son sus expectativas en relación con este debate? ¿Cree que nos vamos orientando a la despenalización del aborto?
El 3 y 4 de agosto pasados realizamos un Seminario en relación con este tema y fue a mí, a quien le tocó abrir el encuentro. Al hacerlo, entendí que esta actividad marcaría un punto de inflexión por la repercusión que generó pero también, al observar al público, comprendí que nos falta llegar a «muchas» mujeres del pueblo... yo siento que actualmente tenemos apoyo pero no el que necesitamos para sacudir a las instituciones y para alcanzar una ley que finalmente despenalice el aborto.
Los «encuentros de mujeres» que se realizan anualmente en las distintas ciudades del país y con diversas representantes evidencian que sí confían en nuestra lucha pero la realidad, especialmente a las de una baja posición económica, las enfrenta con la pobreza, con la opresión hacia el hombre, con un lamentable atraso cultural, etcétera. Cuesta mucho sortear estos obstáculos...
Por último me gustaría decirle que las estadísticas que surgen de algunas encuestas en las que, por la calle, toman a una mujer desprevenidamente y sólo le preguntan: «¿Usted está de acuerdo con el aborto?»... es lógico que muchas se alejen y se abstengan de responder porque desconfían... no son índices reales.
Considero que sí hay pasos dados como para orientarnos a esa despenalización... espero, con mis 78 años, que pueda llegar a ver muy pronto, convertido en ley, un proyecto por el que tanto luché.

 

 


La Mañana Neuquen
Redacción Cómo anunciar  |  Webmaster
Neuquen - Fotheringham 445 - Teléfono 449 0400
Copyright © 2002-2004 - La Mañana Neuquen - Todos los derechos reservados
 
 
 



Min.: 21°c
Máx.:
37°c
Cielo algo nublado. Vientos moderados del oeste, rotando al sur.
 
 

Energía
Productivo

 


Especiales La Mañana Neuquén

Visite La Mañana Cipolletti

Visite La Mañana Roca
 Transportes Interurbanos
 Guía Profesional
 Teléfonos de urgencia
 Farmacias de turno
 Transporte Aéreo
 Quiniela
 Horóscopo
 
 
 
 
 
 
 

Cine
Teatro
Recitales
Televisión
Videos

 
 

Revista Caras