«El cambio climático es quizás la mayor amenaza que enfrenta la humanidad»

 
 
«Esta es la crisis energética más anunciada de la historia porque desde 1998 se sabe que no hay ninguna inversión, ni en generación ni en transporte»
Lo afirma Juan Carlos Villalonga, director de campañas de Greenpeace Argentina. El especialista propone distintas alternativas para la reconversión de las economías regionales basadas en recursos no renovables.


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Por mariela percovich

¿Es posible transformar el modelo energético mundial?
Para Juan Carlos Villalonga, director de campañas de Greenpeace Argentina, esa no es la pregunta. Directamente hay que plantearse cuáles son los plazos para hacerlo. En esta entrevista advierte sobre el cambio climático causado por el calentamiento global y la ausencia de la dimensión ecológica en las políticas económicas. Sin embargo, su mirada sobre el futuro no es la del cine catástrofe. Propone distintas alternativas para reconversión las economías regionales basadas en recursos no renovables.

Más allá de la tragedia, ¿qué aprendizaje puede quedar del temporal en la Patagonia?
Cuando pasan estos episodios, hay una percepción que los vincula con los fenómenos provocados por el cambio climático. Pero es difícil establecer una relación directa entre un evento meteorológico, extremo, anormal con el cambio climático. Para trazar esa relación hay que encontrar que ese fenómeno está dentro de una tendencia que más o menos coincide con lo que los modelos climáticos pueden predecir. Por ejemplo, en la pampa húmeda en los últimos treinta años, se ha producido un incremento en las precipitaciones anuales de cerca de 40%. Eso, los modelos lo preveían -producto del cambio climático y del calentamiento global-, y la verdad es que esto se ha podido comprobar en la realidad. En el caso del sur no conozco las series estadísticas, no podría decir que hay una vinculación con el cambio climático, lo que sí está claro es que se ha producido una elevación de los promedios de temperaturas anuales, y hay una tendencia a mayores niveles de precipitaciones. El clima no es una ciencia exacta, tiene una enorme cantidad de datos que generan incertidumbre. Por eso hace falta corroborar los modelos en función de las series históricas, y lamentablemente las series históricas en casi todas las variables están corroborando día a día, no solo que el cambio climático es real, sino que se está acelerando. Vamos a un escenario cada vez peor porque una atmósfera más cálida genera todo tipo de fenómenos meteorológicos extremos: más violentos, más dañinos.

¿Hay alguna iniciativa para desarrollar políticas que permitan estar preparados cuando se produzcan estos fenómenos meteorológicos violentos?
Este es un fenómeno global por lo que hay que encararlo a escala global. Lamentablemente el esfuerzo más importante en esta materia, que es todo lo que se negocia a través de la Convención de Cambio Climático, está completamente paralizado por la intransigencia de los Estados Unidos. El Protocolo de Kyoto fue el documento que por primera vez intentó establecer en el año 97 medidas para enfrentar el cambio climático, o sea reducir emisiones de dióxido de carbono, en otras palabras reducir el consumo de combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón). El Protocolo de Kyoto encontró la terrible y feroz oposición de los Estados Unidos. Ahora además de los Estados Unidos, Rusia se está negando a firmarlo, y sin ellos es imposible que el Protocolo tenga vigencia. Si Rusia firmase, el Protocolo podría empezar a funcionar como un instrumento legalmente vinculante, y esperaríamos que en algún momento Estados Unidos cambie su política, quizás en noviembre cuando se produzcan las elecciones. Claramente las medidas están trabadas a nivel internacional por culpa de estos países. Ahora, esto también paraliza a los programas que deberían estar implementándose a escala nacional. El esfuerzo para transformar el modelo energético, pasar de una economía basada en los combustibles fósiles e ir hacia las energías renovables, tiene que ser de toda la comunidad internacional. Para el 2050 tendríamos que estar en una reducción del 80% de las emisiones de dióxido de carbono, si queremos estar a la altura de la velocidad con la que se está dando el cambio climático.

Estados Unidos no firma el Protocolo de Kyoto, pero ¿paralelamente está transformando su modelo energético?
No. Estados Unidos es un país muy complejo. La política mayoritaria, oficial y central es una política muy reactiva a todo esto y tiene un gran compromiso con las grandes corporaciones del petróleo. De hecho, el mundo está en guerra por eso. Ahora, también hay ciertos sectores que han estado invirtiendo y mucho en energías renovables. Estados Unidos sigue siendo uno de los países que más potencia de energía eólica tiene instalada.

La crisis económica es la invitada de piedra de la agenda pública. ¿En las proyecciones de los economistas figuran estos problemas medioambientales que tendríamos a mediano plazo?
El gran dilema es cómo la economía integra la dimensión ecológica porque es claro que el desarrollo tal cual se ha venido concibiendo de la revolución industrial hasta ahora, en sus más diversas variantes desde las más liberales hasta las más dirigistas o marxistas, no contempla la variable ecológica. Esto significa que el crecimiento y el desarrollo está basado en la destrucción sistemática del medio ambiente y en la destrucción de lo que en definitiva es el sustento mismo de la economía. El cambio climático es un ejemplo de una economía que está destruyendo nuestra capacidad de tener una atmósfera que haga viable la vida tal cual la conocemos hasta ahora. Es decir, no hay una dimensión que incorpore el largo plazo y que esté pensando en el reemplazo de esos recursos no renovables..

¿Incorporar la variable ecológica es responsabilidad de todos los sujetos que participan en la economía- consumidores, empresarios, estados- o algunos tienen más responsabilidad?
Por supuesto que uno tiene que decir que todos son responsables, pero claramente hay distintos niveles de responsabilidad, es obvio. No es lo mismo la responsabilidad que puede tener una corporación que con sus movimientos genera tendencias e impactos a escala global o un conglomerado de gobiernos que los individuos como consumidores. Pero todos en alguna medida tenemos una cuota de responsabilidad y aunque sea como ciudadanos, más allá de consumidores, tenemos que estar exigiendo esas respuestas. Creo que la gran deuda pendiente la tiene el sector dirigente. Porque el sector dirigente -por algo lo llamamos dirigente- está en una posición de tomar decisiones y de conducir ciertos procesos que deberían estar mirando un poco más allá en el futuro y no estar mirando solamente en el corto plazo. Lo que pasa es que en nuestro país se da mucho esto de que el futuro a lo sumo tiene tres o cuatro años, que es el máximo que los políticos suelen mirar hacia delante”.

¿Es más difícil hacer difusión de estos temas en sectores populares donde el futuro es pensar cómo comer mañana?
Digo que la gran deuda está en los dirigentes porque a pesar de que la población está atravesada por infinitos problemas – que obviamente tienen que ver con la supervivencia, la salud, el trabajo, el comer, la seguridad de los hijos, es decir cosas que tiene que ver con esta noche y mañana-, y aún con esas restricciones percibe estos problemas con una velocidad y con una profundidad que muchas veces en los dirigentes no se ve. Yo he visto barrios del conurbano bonaerense que tienen todos los problemas imaginables, no solo de supervivencia en términos económicos sino de seguridad, y aún así hay un espacio para estar pensando y luchando contra los PCB, contra la basura, contra una cantidad de cosas que no están a veces en la mente de los dirigentes. No hay que creer que la gente de Esquel se movilizó contra la mina de oro porque todos tienen la panza llena. La gente de Ezeiza que se ha movilizado contra el posible ingreso a la Argentina de residuos nucleares provenientes de Australia no tiene los problemas de su vida cotidiana solucionados. Sin embargo, pelean por las cuestiones ecológicas. Esto es algo maravilloso porque a veces incluso uno estando en una organización ambientalista se pregunta, ¿logrará esta gente entender esto, captarlo y asumirlo como un elemento de importancia? Y puedo asegurar que sí. Para nosotros fue una lección lo que nos pasó durante la crisis 2001-2002. Cuando sobrevino la gran crisis en que todo estaba mal, muchas veces nos preguntamos si había espacio para lo que Greenpeace señala, y la respuesta fue extraordinaria en todas nuestras campañas.

¿La preocupación por los temas ambientales se traslada a la acción de ser un consumidor socialmente responsable?
La gente tiene una percepción de los problemas ambientales que hoy califica muy bien. Esto que califica muy bien quiere decir que si vos le preguntás a una persona: ¿el cambio climático y la contaminación son importantes? Va a decir que sí. Es como cuando le preguntas a la gente si la lectura es importante para el crecimiento personal. Contesta que sí, pero después le preguntás cuántos libros leyó en el último año y leyó muy poco o nada. La gente en general contesta en las encuestas lo que cree que es correcto contestar, pero por lo menos hemos superado una etapa donde lo ambiental se suponía un tema secundario, posterior, lejano y de otro tipo de países. Hoy califica como tantos otros temas que son urgentes. Ahora, ¿quiere decir que todo el mundo pueda dedicarse al tema ya sea militando o como un consumidor consciente? Se ven las restricciones en todo aquello que implique gastar más plata, se nota que somos un país donde no tenemos excedentes. Mi experiencia es que en la Argentina no hay episodio ambiental que se presente que no genere espontáneamente una organización de la ciudadanía en cualquier lugar del país. Donde hay un episodio de una curtiembre que está contaminando en seguida hay una organización vecinal que se empieza a organizar, informándose y contactándose con grupos ambientalistas, muchas veces nos llaman a nosotros. Generalmente hay reacción de la gente, esto para mí es lo más importante. Muchas veces los políticos se equivocan, dicen eso lo organizó Greenpeace y no saben que es totalmente al revés, es la gente la que nos advirtió del problema, la que nos llamó por teléfono; y nosotros fuimos a darle una mano en el trabajo que están haciendo. Pero la reacción y la oposición a un proyecto o el levantamiento se produjo en la comunidad. Eso es algo extraordinario.

¿Qué puntos sobresalieron y cuales no en el debate por la crisis energética?
Creo que el Gobierno llega tardísimo a la crisis energética. Es comprobable que buena parte de quienes conforman el Gobierno nacional decían ser conscientes de la crisis energética. Es la crisis energética más anunciada de la historia porque desde 1998 se sabe que no hay ninguna inversión, ni en generación ni en transporte; y que fruto de la recesión el crecimiento vegetativo no fue lo que hubiera sido y por eso duramos este tiempo. El gobierno de Menem, el gobierno de De la Rúa, el gobierno de Duhalde y el gobierno de Kirchner, cada uno a su manera intentó apelar a la magia, es decir a que la crisis se disuelva de algún modo y no hubo medidas preventivas.

 

 


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