También afirman que el único
sospechoso, al que jamás se le tomó declaración
indagatoria, tenía antecedentes por violación.
San Martín de los Andes > Los padres de
Natalia Ciccioli, la menor desaparecida hace trece años, aseguraron
ayer que “hay gente en esta ciudad que sabe perfectamente lo
que pasó y por alguna razón jamás dijo nada”.
Mirta y Miguel Ciccioli afirmaron también que “hace trece
años en esta ciudad existía un cuarto de la población
actual nos conocíamos todos muchos más, así que
tenemos la total seguridad de que aún vive entre nosotros gente
que sabe que ocurrió y vaya a saber por qué razón
nunca quiso decir nada, nunca se animó a hablar”.
Sobre las actuaciones que se llevaron adelante hasta la fecha Migue
Ciccioli, actual conejal del PJ, dijo que “en ese momento nos
aferrábamos a todo, todo estaba bien. Con el correr del tiempo
uno ve que hicieron cosas por hacer, para no quedar en los medios
de comunicación que no se hacía nada, pero se trabajo
mal, hoy después de tanto tiempo nos damos cuenta de muchas
cosas”.
En dialogo con periodistas de FM Fum, Mirta Ciccioli, dijo “yo
se perfectamente que después de tantos años, Natalia
no está viva, si fuera así se habría comunicado
con nosotros, pero no vamos a descansar hasta saber qué pasó”.
Tal como publicó este diario ayer para la familia los autores
de la desaparición de la niña que para ese entonces
tenía tan solo doce años, “es gente de la ciudad,
gente a la que ella conocía porque si no ella no habría
subido a ningún automóvil”, en obvia referencia
de la intención de la menor de ir al centro a tomar un helado.
Sin declaraciones
Sobre algunos sospechosos en la causa, Mirta confirmó que “jamás
se tomó una declaración indagatoria, y solo una vez
se sospechó de una persona que tenían antecedentes de
violación y manejó el micro que los llevó de
viajes de egresados, pero nada más, nunca pasó nada”.
Natalia Ciccioli, desapreció el 16 de enero de 1994 cuando
alrededor de las dos de la tarde emprendió camino al centro
para pasear un rato. A partir de allí nunca más se supo
nada de ella.
La niña, salió de su casa y fue hasta a ruta a tomar
el colectivo que la llevaría al centro, donde caminaría
un rato e incluso hasta tomaría un helado como había
hecho mucha veces.
A las cinco de la tarde, su mamá, Mirta, comenzó a llamar
a sus amigas preocupada, ya que su hija jamás estaba más
dos horas fuera de casa. A las siete de la tarde su padre, fue a las
radios a dar el aviso solicitando información, también
fue a la comisaría donde afirma, no le recibieron la denuncia.
Esa noche más de un centenar de personas entre amigos y vecinos
se presentaron en la puerta de la casa de la familia para organizarse
y salir a buscar a “Nati”.
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