Quito (AFP-NA) > El presidente
Rafael Correa puso en marcha su revolución socialista en Ecuador
con el camino despejado hacia una nueva Constitución que siente
las bases de un proyecto frente al que la derecha opositora parece resignarse.
Al asumir el poder el lunes, Correa convocó para el 18 de marzo
la consulta sobre la Asamblea Constituyente que redactará la
Carta Magna -en reemplazo de la de 1998-, y ayer solicitó formalmente
al Tribunal Supremo Electoral (TSE) que organice el plebiscito.
Como «cortesía» y para evitar una «confrontación
innecesaria», según dijo, el mandatario remitió
al Congreso el decreto de convocatoria, ignorando la postura de la oposición
de que la consulta debe ser autorizada por el Legislativo.
La Constituyente sesionaría durante seis meses, con una eventual
prórroga de 60 días, y estaría integrada por 87
asambleístas, según el estatuto.
Al asumir la presidencia para el período 2007-2011, Correa, anunció
un gobierno de transformación para insertar a Ecuador en el «socialismo
del siglo XXI».