La pena mayor fue de dos años
y ocho meses de prisión y recayó sobre el sargento Walter
Orlando Pérez.
Zapala > La Cámara
de Juicio en lo Criminal de esta ciudad, condenó ayer por apremios
ilegales a los tres policías de Junín de los Andes denunciados
por Pablo González, el joven que fuera detenido en una chacarita
como primer sospechoso del asesinato de las hermanas Olga y Teresa
Buamscha.
La pena mayor, de dos años y ocho meses de prisión y
el doble de inhabilitación especial para ejercer funciones
policiales, recayó en el sargento Walter Orlando Pérez,
acusado por González como el uniformado que más lo maltrató
físicamente, la noche del 21 de marzo del año pasado,
en la oficina de la brigada de investigaciones de la Comisaría
25 de Junín de los Andes.
El tribunal zapalino, integrado por los camaristas Oscar Rodeiro (presidente),
Víctor Hugo Martínez y Enrique Modina, también
sentenció por apremios ilegales al oficial Oscar Condorí,
a la pena de un año y seis meses de prisión de ejecución
condicional y 3 años de inhabilitación especial para
ejercer funciones policiales.
La condena menor fue para el suboficial de la misma unidad, Carlos
Alberto Mellado, quien deberá cumplir un año de prisión
de ejecución condicional e inhabilitación especial por
el término de 2 años para ejercer funciones policiales.
Las penas aplicadas a los tres policías de Junín, fueron
menores a las solicitadas por el fiscal Carlos Trova. Tampoco prosperó
el pedido de absolución para los tres uniformados, impulsado
por los abogados defensores Raúl Justel y José María
Díaz Villar.
Trova propuso una pena de 5 años de prisión para Pérez,
por los delitos de apremios legales reiterados, abuso de autoridad
y violación de los deberes de funcionario público. También
solicitó 10 años de inhabilitación para ejercer
como policía y una multa de mil pesos.
El pedido fiscal de 4 años de prisión, el doble de inhabilitación
y una multa de 750 pesos fue para Mellado. Trova también halló
culpable -en menor grado- al oficial Condorí, para quien pidió
2 años de prisión y el doble de inhabilitación.
Probado
El camarista Martínez fundamentó la sentencia emitida
ayer, expresando en unos de sus tramos que “quedaron probados
los apremios a los que sometieras a Pablo González, tanto Pérez
durante el interrogatorio ilegal en las oficinas de la Brigada en
un primer momento, en el paseo ilegal realizado en el vehículo
particular de Pérez, acompañado de Mellado con el denunciante
mientras seguía el interrogatorio y nuevos apremios, esta vez
a cargo de Pérez y Condorí”.
Los jueces no hallaron pruebas firmes para condenar a los policías
Pérez y Mellado por vejaciones, absolviéndolos de ese
delito.
González denunció que le pisaron la cabeza luego de
que fuera sacado de los pelos de un automóvil abandonado en
una chacarita donde realizaron un allanamiento nocturno, que los jueces
también cuestionaron.
También apuntaron a otros procedimientos realizados en la oscuridad
y aludieron al fiscal adjunto Jorge Criado. Este funcionario judicial
también fue denunciado por el joven González durante
el juicio oral. Expresó que se trataba del “canoso que
(esa noche) daba las órdenes a los policías para que
me aprieten y cante porque el se hacía responsable”.
Otros testigos también contaron lo que sabían del fiscal
adjunto de Junín.
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